Capítulo 26| Retomar

24 4 0
                                    

Nota de la autora:
Este capítulo va dedicado a una lectora que es relativamente nueva pero que ha estado siguiendo la historia, hasta le gusta mucho. Se lo dedico a @XimenaItzelGarcia ¡Gracias por leer!

Todo es inútil, he leído los periódicos donde hayan publicado notas sobre el asesino serial, he visto las noticias e incluso leí su macabro diario.

Nada me había ayudado, a excepción de estar completamente seguro que el tipo es un loco. No tenía pistas de como seguirlo, dónde empezar a seguirlo.

Aunque no estoy seguro si alguna vez estuve cerca del asesino serial.
Vale, la última víctima conocida del asesino serial fue Sarah Graves, la chica de último año de Hamilton High que fue asesinada mientras todos los alumnos se reunían en la típica fiesta navideña.

Sarah había muerto a causas de quemaduras de tercer grado, debido al alto voltaje al que fue sometido su cuerpo.
Yo estuve allí, pero no pude ayudarla a tiempo.

Todo fue muy tarde, cuando alcancé las luces, Sarah ya me estaba susurrando. Lo que en mi mala experiencia, significa que la chica ya ha fallecido.

Los susurros, siempre los escucho más directamente cuando estoy cerca de la víctima. En otros casos, los escucho con frenesí cuando estoy a punto de dormir, por ejemplo.

Revuelvo todos los periódicos y hojas del diario como si fuese a encontrar alguna respuesta.
—Hostia... —me murmuro a mí mismo.

Es como un callejón sin salida. Quizá debería salir, buscar lugares al azar con la esperanza de encontrarme con alguna pista.

Salir... ¡Hostia! Se supone que hoy voy a salir con Nina, mi novia para aprovechar este domingo antes que entremos a la escuela, mañana.
Veo la hora, se me está haciendo tarde, dejo todo ese desorden en mi escritorio para darle un vistazo luego.

Me enfundo en mi abrigo negro, el frío está de muerte allá afuera.

      (*****************)

Me encuentro con Nina en la puerta de su casa, ella ya me está esperando con una sonrisa cálida en sus labios.

—Nina... —susurro, inevitablemente sonrío también.

Me acerco a ella, Nina ya está envolviendo mi cuello con sus brazos.
—Chica francesa, casi llegas tarde. ¿En qué estabas metido ahora? —me estrecha fuerte.
—Lo siento. —la abrazo por la cintura—. Pero perdí la noción del tiempo.
—¿Ah, sí? ¿Haciendo qué?

Antes de contestarle con la verdad (porque pensaba hacerlo), quise aligerar el ambiente, antes que sin duda se moleste conmigo.

Bajo mi cabeza, disfruto de la cercanía de nuestros rostros, Nina me ve con un brillo expectante. Rozo nuestros labios para luego unirlos en un beso. Me devuelve el beso, este se intensifica.

—¿Esto responde a mi pregunta? —Nina enarca una ceja.
—En su mayoría. —le doy un beso rápido —. Hay algo que debo contarte...
—No me da buen cariz... —arruga la nariz.
—Espero que no te molestes pero tengo que ser sincero.

Susurro FantasmalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora