Outsider - Draco Malfoy

Capítulo 1: Cedric Diggory

Luego de que las vacaciones de verano llegaran a su fin, llegué a la madriguera con el cielo oscurecido, casi a las doce de la noche. La señora Weasley se había tomado la molestia de esperarme despierta para que mi padre, Robert Dementy no se preocupe. Él me dejó allí para poder ir con la familia Weasley, Harry, y Hermione al Campeonato Mundial de Quidditch, Arthur nos había prometido llevarnos ya que era una experiencia única e inigualable.

Me despedí algo triste de mi padre, probablemente no lo vería hasta sus próximas vacaciones, y agradezco mucho que éstas hayan sido justo para mi cumpleaños. Las aprovechamos al máximo y nos divertimos mucho en el mundo muggle. Visitamos un enorme parque de diversiones que inauguró éste verano, a mi padre no le hizo mucha gracia salir mareado de la montaña rusa y haberme burlado de él, no quiere admitir que la pasó tan bien como yo.

Nuestra casa era muy espaciosa en el mundo muggle, según mi padre me contó, nos mudamos en el momento que Voldemort mató a Lily y James Potter, los padres de Harry; Y no se sorprendió nada cuando en el transcurso de primer año, le enviaba cartas aludiendo de mi amistad con Harry, él me contó luego que los amigos de James y él solían compartir algunas palabras y se llevaban de maravilla en Quidditch.

En cuanto entré a la madriguera vi que la señora Weasley me esperaba en el comedor, sentada en una de las sillas disparejas del lugar. Apenas entré, sola, ya que papá me dejó y se trasladó rápidamente, me abrazó.

—Ava, querida ¿Cómo te encuentras? —preguntó amablemente. Su cabello pelirrojo totalmente enrulado cayó sobre mi frente tapándome la visión. Todo el lugar se notaba silencioso y calmado —Te preparé chocolate caliente querida, ten.

—Gracias Molly, no tenías por qué molestarte. Aunque sirve de mucho, aparecerme con papá me mareó bastante. Fue mi primera vez —aclaré. Tomar la taza de chocolate caliente que Molly me había ofrecido, me calentó las manos, y pese a que era verano todavía me produjo una gran sensación de alivio —. Es mejor que lo tome en la habitación Molly, perdón por aparecer a esta hora, pero papá tenía unas cosas que hacer antes.

—No me pidas perdón, eres como de la familia. Ve a descansar, nos vemos en la mañana y luego acomodaremos tus valijas —me despidió. Fuimos juntas, yo cuidando mi torpeza para no tirar la taza al suelo, escaleras arriba. En el segundo piso estaba el cuarto de Ginny por lo que entré de inmediato. Me extrañó no ver a Hermione, así que solo me acosté en la cama contigua de la de Ginny, para terminar mi chocolate. No duré mucho tiempo, pero tardé demasiado en poder quedarme dormida, y no sería la primera vez que algo así pasara.

Me había quedado dormida sin darme cuenta, y sentí como si no hubiera dormido nada, pude ver que apenas había amanecido por la pequeña luz que entraba en la ventana. La puerta de la habitación de Ginny se abrió ruidosamente y Hermione apareció algo despeinada y bronceada, la cual vino a abrazarme fuertemente. Su cabello castaño y enmarañado chocó contra mi rostro, y sentí de golpe su aroma a shampoo de manzana.

—¡No sabes cuánto te extrañaba! —me habló —He estado paseando por España con mis padres, las playas son hermosas, deberías ir algún día —dice con claro éxtasis. Cuando Hermione habla gesticulando por demás y moviendo sus manos es cuando notas que está totalmente feliz.

—Espero que papá tenga libre estas vacaciones para poder ir, nosotros tan solo paseamos por Londres. Me gustó tu regalo de cumpleaños por cierto, muchas gracias, ahora no tendré que pasar por el callejón Diagon —le agradezco. Gracias a ella, tuve que tachar unas cuantas cosas que se encontraban en la lista de materiales de este año.

—De nada, y bien, ¿Qué hay de nuevo con tu novio prohibido? —me preguntó con una sonrisa burlona.

—Que no es mi novio Hermione, te he dicho miles de veces que solo somos amigos —le respondí, con el ceño fruncido.