Mi padre hablaba por teléfono con alguien, algo extraño, pero no me molesté por escuchar su conversación. Aunque por un segundo quise saber con quien hablaba, pero el sonido de mi celular me distrajo. Era un mensaje de mi "mejor amigo", pero también era el chico que me gustaba. Sí, estaba estancada en la friendzone, y muy probablemente no saldría de allí.
Alicia, ¿Estás en tu casa? Hay una fiesta en la casa de Carlos. Puedo pasar por ti si tu papá te da permiso.
Yo no iba mucho a fiestas, prefería quedarme en casa. Pero no podía decirle No al chico que me gustaba, y una de las ventajas que él no supiera mis sentimientos y fuese mi mejor amigo, era que nuestra relación era de lo mejor.
Sí, le pediré permiso a papá y te aviso. Dame cinco minutos.
Me levanté de mi cama y me dirigí al estudio de papá, toqué la puerta y no hubo respuesta, él seguí hablando por teléfono. No quise entrar sin su consentimiento, entonces solo acomodé mi oído en la madera de la puerta y escuché su conversación.
─¡No puede ser! ¿En dónde la viste? Eso es imposible. Ella está muerta.
Mi cabeza empezó a dar vueltas y mi imaginación aún más. ¿De quién hablaba? ¿De mi madre? ¿Mi madre estaba viva? ¿Entonces a quien ha ido a visitar todos estos años al cementerio mi padre? ¡Esto no puede ser posible! Me tranquilicé un poco porque tal vez estaba sacando conclusiones precipitadamente, pero mi imaginación podía más que mi tranquilidad. Me senté en el suelo tratando de canalizar mis ideas y controlar mi respiración para que mi padre no pudiera escucharme.
─Bueno, ahora tengo mucho trabajo, no puedo ir allá. Tal vez viaje el próximo fin de semana. Pero, ¿Qué hago con Alicia? ─Él se quedó callado por unos segundos mientras la persona con la que hablaba respondía. ─¿Estás loco? Alicia no sabe nada de eso. No, no le he contado, y no pienso hacerlo, puede ser muy duro para ella. ─Escuché que sus pasos se aproximaban a la puerta.
Me puse de pie rápidamente y con mucho sigilo entré a mi habitación de nuevo.
Lucas, no creo que sea buen momento para ir a una fiesta. No me siento dispuesta.
Él respondió unos segundos después.
¿Qué te sucede? ¿Estás bien?
Para ser sincera, no. Pero ve a la fiesta, yo me quedaré en casa.
Estás loca. Voy a tu casa para que me cuentes. Llego en diez minutos.
Lucas era genial, era perfecto. Lo único malo era que no podíamos ser nada más que amigos, pero yo de verdad me moría por él. Él no tenía la mínima idea de cómo yo lo veía, como me gustaría que tuviera la capacidad de verlo a través de mis ojos y se diera cuenta de lo mucho que lo apreciaba como chico, como persona, lo mucho que me gustaba su sonrisa con un hoyuelo en su mejilla derecha, lo bien que se veía con aquel suéter corinto que solía usar cuando había mucho frío, pero más allá de su apariencia, me gustaba su inteligencia, su manera de ver y afrontar la vida, me encantaba su responsabilidad y su entrega, sus metas y sueños, sus gestos y sus pensamientos, sus palabras y sus silencios con sonrisas, me gustaba como me ayudaba, como me escuchaba, como me motivaba a salir adelante, a conseguir lo que quería, a ver la vida con positivismo y no rendirme. Él me había enseñado muchas cosas, pero también me había enseñado a quererlo de una manera tan inexplicable, y lo hizo sin darse cuenta.
Escuché que mi padre se acercaba a mi habitación y segundos después tocó la puerta.
─Alicia, ¿Estás despierta? -Preguntó.
─Sí, pasa.
Él lo hizo y me sonrió cuando me vio.
─¿Quieres que pidamos pizza? ─Me preguntó.
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El Fantasma de Alicia
Mystery / Thriller17 años tenía mi madre cuando murió, y lo único que sé es que ha muerto por mi culpa. Mi padre estaba muy enamorado de ella, y eso mismo le impide recordarla sin dolor. Después de tantas dudas rondando por mi cabeza, y tantos días tratando de encont...