Capítulo 18

24.6K 1.5K 824
                                    

Alicia

Cuando abrí los ojos y vi apenas los rayos de sol adentrarse en mi habitación entre las cortinas, mi primer pensamiento fue papá y una gran preocupación de que estuviese en problemas, pero supe que se encontraba en casa cuando sentí el olor de los hotcakes que él siempre preparaba, me refiero a que los hotcakes que papá hacía tenían un olor especial, reconocible y que los diferenciaba de cualquier otro hotcake en el mundo. Me levanté rápidamente de la cama y me dirigí a la cocina con los pies descalzos para encontrar a mi padre preparando el desayuno, pero cuando me asomé, estaba esa mujer de espaldas viendo hacia el lavaplatos, estaba lavando algo. Me quedé pasmada viendo ese cuerpo tan delgado frente a mí, solo dándome la espalda, tal vez no se había dado cuenta de mi presencia, por lo que no volteaba la mirada. Los hotcakes estaban quemándose, era un olor horrible. Asomé un poco más la vista al resto de la cocina y en el suelo había un charco de sangre, me acerqué más tratando de ser lo más sigilosa posible, pero cuando vi a mi padre sangrando en el suelo, no pude evitar gritar tan fuerte como mi garganta me permitía. 

La mujer se volteó. 

─Mira lo que me hiciste hacer. ─Dijo la mujer con un cuchillo en la mano mientras lo limpiaba con un trapo. Su blusa estaba llena de sangre.  ─Si no hubieras existido desde un principio, nada de esto hubiera pasado. No pudiste salvarlo. 

"No pudiste salvarlo". Esa frase resonaba en mi mente una y otra voz, como un eco, pero en lugar de que la voz fuera disminuyendo de intensidad como un eco, incrementaba de una manera espantosa que dolía.

No podía decir nada, era como si me faltara el aliento, como si no tuviera control de mí misma. Solo podía ver a mi padre tirado en el suelo, sangrando, aún con los ojos abiertos, pero sin vida. 

La mujer se aproximaba a mí  con el cuchillo en la mano y apuntándolo hacia mi abdomen, intenté correr pero era como si mis pies estuviesen clavados al suelo, solo me quedaba esperar a que esa mujer espantosa me asesinara así como lo había hecho con mis padres. Cuando ella estaba a centímentros de mí, escuché la voz de mi padre llamar mi nombre. Volté a ver a mi padre que yacía en el suelo, definitivamente él no era quien me llamaba. 

─Alicia. ─Volví a escuchar. ─Alicia despierta. 

Estaba durmiendo. Intente abrir mis ojos y despertar de esa horrible pesadilla, pero seguía sin tener control de mí misma, incluso respirar se me hacía imposible. Podía sentir como acostada en mi cama tenía mis puños fuertemente cerrados, estaba haciendo mi mayor intento por despertar, pero por alguna razón era como si estuviese atrapada en ese sueño.

 ─Alicia, ¿Estás ahí?

Grité. Grité en mi sueño y en la realidad, alarmando a papá, quien entró corriendo a mi habitación para auxiliarme.

—¿Qué pasa Alicia?

—Esa mujer. — Dije entre sollozos. —Esa mujer quiere matarnos. 

Él me abrazaba con más fuerza y besaba mi cabeza mientras yo me aferraba a él. 

—Esa mujer no volverá a molestarnos. 

—¡Claro que sí! Ella está detrás de nosotros y estoy segura que le ha hecho daño a Lucas. 

—¿Por qué lo dices? —Preguntó él mientras sostenía mi rostro con sus manos. 

—La mamá de Lucas ha llamado ayer. Creo que está desaparecido, no contesta mis llamadas ni mis mensajes. Temo que esa mujer haya hecho algo malo con él. 

Mi padre no dijo nada al respecto, solamente continuó consolándome. 

—Escucha pequeña, creo que Bárbara está muerta, anoche encontraron su cuerpo no muy lejos de aquí, pero quiero asegurarme que realmente esté muerta para que no vuelva a hacernos daño, por eso tengo que irme por ahora. 

El Fantasma de AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora