Estaba en un lugar que no conocía, hacía frío, mis dientes no paraban de temblar, todo se sentía tan húmedo, tan desconocido, tan poco confiable. Era una calle que parecía no tener final, había grafitis en las paredes, el suelo estaba mojado y parecía no haber nadie más que yo.
Caminé sin idea alguna a donde me dirigía, entonces vi a Lucas al final de la calle. Corrí para acercarme a él, pero él no mostraba interés alguno por encontrarse conmigo, ni siquiera me sonreía. De igual manera seguí caminando de manera apresurada hacia él.
─Lucas, ¿Tienes alguna idea de dónde estamos?
─¿Por qué estás hablándome? ─Dijo de una manera tan indiferente.
─Porque… ¿Somos amigos? ─Respondí irónicamente.
─¿Qué te pasa Alicia? Tú y yo ya no somos amigos.
─¿Qué? ─Grité sintiendo un golpe en el corazón.
Jazmín apareció de no sé donde y tomó a Lucas de la mano.
─Lo siento Alicia, tengo que irme. ─Dijo tomando a Jazmín de la mano.
Sentí como mi corazón se rajaba al ver esa escena y al oírlo decir esas palabras.
─Lucas, ¿Qué pasa? ─Dije con lágrimas en los ojos.
─Lo siento Alicia. ─Repitió. ─Pero tú y yo no podemos estar juntos.
Él se alejó con Jazmín de la mano y no pude evitar derramar una lágrima al verlo marcharse con ella. Mi corazón dolía, ardía como si estuviese quemándose y no podía hacer nada para calmar ese dolor.
Seguí caminando y crucé la calle, entonces la vi. En realidad no vi su rostro, pero vi su cabellera que la distinguía y definitivamente la reconocí, era ella. Caminé hacia ella y ella se alejaba, no volteaba a verme, simplemente se apartaba de mí.
─¡Espera! ─Grité.
Ella no se detuvo, al contrario, aceleró más su paso.
─¡Hey! No te vayas. Necesito hablar contigo. ─Supliqué aún corriendo, pero ella no se detuvo.
La pelirroja cruzó una calle, y como era de esperarse no la vi más. Estaba sola de nuevo en aquel desconocido lugar, me sentía más sola que nunca, tan vacía, tan abandonada. ¿En dónde estaba papá? ¿En dónde rayos estaba yo?
─Alicia. ─Dijo alguien a mis espaldas.
Volteé a ver y me encontré con alguien que jamás había visto en mi vida, era una mujer adulta, delgada y con cabello negro y largo.
─¿Quién eres? ─Pregunté.
─Alguien que no quieres conocer. ─Dijo la mujer riéndose en mi cara.
Luego, escuché otra risa detrás de mí, cuando volteé a ver, Jazmín estaba riéndose de igual manera. Escuché una tercera risa y era Lucas quien se burlaba de mí. Mis manos temblaban al igual que mi mandíbula, sentí un nudo en mi garganta y unas ganas indescriptibles de llorar al ver como ellos tres se reían de mí.
Estaba perdida, no sabía a donde ir, a donde huir. Entonces, apareció ella, la chica pelirroja, solamente estaba parada cerca de mí.─Vete Alicia. ─Dijo.
─No sé a donde ir. ─Respondí.
─Corre. ─Susurró.
Supe que tenía que correr. La mujer de pelo negro se acercaba a mí con un cuchillo en la mano, y Lucas y Jazmín estaban detrás de ella. Corrí con todas mis fuerzas, lo más rápido que podía, mientras seguía escuchando la voz de la pelirroja en mi mente “Vete Alicia” “Corre”. El suelo estaba mojado y eso dificultaba mi rapidez al correr y que mis pasos fuesen precisos. Volteé a ver y la mujer seguía persiguiéndome mostrando ese cuchillo filoso que sostenía en su mano. Mi tobillo se dobló y caí al suelo, hice todo lo posible por levantarme, pero mi tobillo dolía, eso le dio ventaja a la mujer para acercase a mí.
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El Fantasma de Alicia
Mystery / Thriller17 años tenía mi madre cuando murió, y lo único que sé es que ha muerto por mi culpa. Mi padre estaba muy enamorado de ella, y eso mismo le impide recordarla sin dolor. Después de tantas dudas rondando por mi cabeza, y tantos días tratando de encont...