Capítulo 27

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Alicia

Papá no llegó esa noche a dormir, realmente esperaba que regresara para comer juntos con la abuela, pero alrededor de las diez de la noche la abuela me dijo que no regresaría porque se retrasó con algunos asuntos pendientes. No entendía por qué estábamos de vuelta ahí, y con Linda, se suponía que Bárbara estaba muerta, no había nada más que hacer.

—Iré a dormir, abuela. —Dije a la abuela que estaba viendo una telenovela en la sala.

—Que descanses querida. —Respondió ella. —¿Necesitas algo antes de ir a dormir?

—No, estoy bien. —Dije sonriendo un poco. —Que descanses abuela.

La habitación de huéspedes quedaba en la parte abajo, cerca del sótano. Podría decir que era parte del sótano porque la abuela guardaba cosas en esa habitación también, pero había una pequeña cama, un baño y una mesa de noche, lo cual era suficiente para mí.

Tomé mi laptop y abrí mi correo, sinceramente aún tenía la esperanza de que Lucas respondiera al correo que le había enviado, aunque le hubiera pedido que no lo hiciera. De igual manera no respondió. Él veía su correo muy seguido, probablemente ya lo había leído, pero como era de esperarse, habría ignorado mi mensaje o simplemente fue obediente al no responder.

Mi mente se atormentaba al pensar en Lucas, era como si no estando, de igual manera hacía daño. No solo había perdido a la persona que me gustaba, había perdido a mi mejor amigo y eso era jodidamente doloroso. Lo peor de todo es que él decidió irse, decidió irse cuando más lo necesité, y no le importó dejarme.

Pensando en Lucas, me quedé dormida.

No había amanecido aún, era de madrugada. Había una pequeña ventana en la habitación, por ahí entraba un poco de luz a la habitación, que provenía de las luces del patio de la casa de la abuela. Me desperté. Alguien me despertó.

—¿Tú? —Ella estaba sentada en la orilla de la cama, me observaba casi sin parpadear. —Tengo demasiadas preguntas.

—No tengo demasiado tiempo, Alicia. —Dijo ella casi susurrando.

—¿A qué te refieres? —Dije sentándome en el borde de la cama. Ella se sentó a la par mía.

—Alexander está a punto de descubrir quién soy.

—¿¡Quién eres!? Es lo que te he preguntado desde la primera vez que te vi. ¿Eres un fantasma? ¿Qué eres?

—No puedo decirte, si te digo también estarías involucrada.

—¿Involucrada en qué? —Pregunté casi exigiendo que en realidad resolviera todas mis dudas.

—Brujería, Alicia. Algo para nada bueno.


Alexander

—¿Qué rayos está pasando? ¿Qué es lo ocultan? —Preguntó Linda casi gritando en la cara de la recepcionista.

La chica entró a la habitación y se aseguró de que nadie estuviese afuera, seguido cerró la puerta con llave.

—De verdad que cometieron un error al venir a buscar a Mary. —Dijo ella.

—¿Por qué? —Pregunté.

—Primero, tenemos que salir de aquí.

—¿Tenemos? —Dijo Linda haciéndole saber que definitivamente no estaba invitada a acompañarnos.

El Fantasma de AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora