Capítulo 22

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Alicia

―Lo siento, puedes sentarte aquí. ―Dijo el chico mientras señalaba el escritorio que estaba delante de él, después que retirara su mochila del mismo.

―No te preocupes, me sentaré del otro lugar. ―Dije estúpidamente porque cuando me ponía nerviosa solía decir cosas muy estúpidas y no actuaba como debía o como quisiera.

―Está bien. ―Dijo él.

Le di una sonrisa sencilla mientras seguí caminando y él hizo lo mismo. ¿Qué rayos pasaba conmigo? Este chico había sido amable conmigo, era una buena oportunidad de hacer un amigo o de socializar un poco con alguien, y yo simplemente, con mi cara de tonta, rechacé sentarme delante de él.

Era el primer exámen de admisión del colegio en donde quería estudiar. Mi padre había sugerido desde meses atrás estudiar en otro colegio no muy lejos de casa, era muy costoso a mi parecer y no quería que papá tuviera un gasto innecesario. Había obtenido buenas calificaciones en mi antigua escuela, eso me daba un pase para hacer este examen con el cual probaría que tenía la inteligencia suficiente para estudiar en ese establecimiento, o tal vez no la inteligencia, pero sí la dedicación y esfuerzo requeridos.

Volteé a ver de re ojo al chico.

Él no estaba hacienda lo mismo, pero tan pronto como puse mi mirada en él, inmediatamente él hizo lo mismo. Fue bastante incómodo y me sonrojé. Tal vez haya sentido que lo observaba, tal vez haya pensado que yo era una stalker. ¡Que vergÜenza!

Al finalizer el examen, no sé de donde saqué le valor para hablarle al chico, pero lo hice. Tal vez me sentía demasiado perdedora con él por rechazar sentarme cerca y acosarlo con la mirada.

―Hola. ―Dije mientras salía del salón y él iba unos pasos delante de mí. ―Me llamo Alicia.

―Hola, soy Lucas. ―Dijo él sonriendo tiernamente.

Tenía un hoyuelo, solo un hoyuelo en su mejilla derecho cuando sonreía.

―Oye, lo siento por no sentarme cerca de ti hace un rato. Lo que sucede es que... ―¡Rayos! No había pensado en una excusa. Me había atrevido a hablarle a este chico sin un plan previo para no quedar más en ridículo. Sentí como mis mejillas se calentaban e imagino que me puse roja como un tomate. Cuando estaba en una situación como esta, solía empezar a sudar como si estuviera en un lugar encerrado sin aire acondicionado y automáticamente mi rostro cambiaba de color. ―Estaba algo nerviosa por el examen. ―Dije finalmente.

―No te preocupes. ―Respondió sonriendo nuevamente. ―Entiendo, yo también estaba nervioso.

Sonreí sin darme cuenta que habíamos empezado a caminar hacia la salida uno al lado del otro.

―¿Sabes cuándo publicarán los resultados? ―Me preguntó.

―No. No realmente, supongo en los próximos días. Por cierto, ¿Cómo te fue en el examen? ―Pregunté.

―Creo que bien. ¿Que tal te fue a ti? ―Se interesó.

―Bien para no haber estudiado lo suficiente, espero. ―Dije.

Él comenzó a reír y sus ojos se enchinaron. Creo que desde esa vez comencé a sentir algo por Lucas.

***

Desperté y no vi el techo simulando una noche estrellada de mi cuarto. Era un techo blanco y exageradamente iluminado. Estaba en el hospital. Intenté sentarme, pero los tubos pegados a mi cuerpo me dificultaron hacerlo, mi cabeza dolía como si alguien me hubiera golpeado demasiado fuerte y tenía algunos raspones en los brazos. Un enfermero estaba parado a un lado de la camilla y volteó su mirada cuando escuchó mi quejido al intentar levantarme.

El Fantasma de AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora