Canción: Castle On The Hill - Ed Sheeran.
Narra Nicolás:
Caminaba al lado de Vida y Muerte, estaban interrogándome sobre varias anécdotas de mi vida tanto cuando estaba solo, cuando estaba con el Naiko o cuando estaba con el Jaime; eran preguntas que podían ponerme de cierta forma incómodo en algunos aspectos pero otros traían un recuerdos hermosos a mi cabeza nuevamente. Quizá si, estaba dudando de nuevo a través de las preguntas que me hacían Vida y Muerte; pero quizá también podía tratarse de una prueba aparte. Quién sabía esa wéa.
Recordé a parte bastantes cosas que pase junto con el Edgar cuando eramos más chicos, nos conocíamos desde que éramos cabros chicos, unos pendejos de por ahí no más. Podía decirse que volvía a revivir los momentos que se te pasan por la cabeza antes de morir o cuando estás apunto de sobrepasar esa barrera.
Cerca de las 6 de la mañana llegamos a donde estaba ese portal, aún me sentía algo observado, no solo por los que me acompañaban uno a cada lado; Muerte a la izquierda, Vida a la derecha. Notaba como este par se quedaban mirando por mucho tiempo igual, quizá ni atención me prestaban cuando les hablaba de tanto que se miraban y uno que otro se sonrojaba por el aspecto que tomaba el otro. Estaba tocando el violín aún.
- Adelante, Nicolás. -mencionó Muerte- Este es el salón. -dijo luego de abrir la puerta con una llave en forma de diamante negro en una sala gigante en el centro de la ciudad, frente a la plaza. Era un escenario muy distinto al que solía conocer.
- Nosotros somos los únicos que tienen acceso a estos lugares. -sonrió Vida pasando delante mío abriendo otra puerta con una llave con forma de un diamante blanco y brillante.
Aún me sentía observado, alguien nos estaba siguiendo, quizá era mi imaginación también, pero no sabía, estaba demasiado confundido para distinguir la realidad de lo que no lo era.
- Vida, Muerte. ¿Les puedo preguntar algo? -mencioné mientras caminábamos a la última sala que tendrían que abrir donde colocaron ambos sus llaves al mismo tiempo. Ambos asintieron.- ¿Entre ustedes hay onda o que wea? -Vida se tornó de un color rojizo pálido al igual que Muerte, se quedaron mirando y empezaron a reír de forma nerviosa.
- ¿Cómo crees? -rió nervioso Vida, notaba como jugaba con sus dedos- Yo lo odio, el acaba con todo lo bueno que yo creo, odio su trabajo y todo. -lo miraba de reojo a Muerte.
- Jamás podría sentir algo por una persona tan alegre como Vida, me da asco. -también dijo nervioso dándole una mirada tierna al otro. Si weon, había onda entre ellos.
- Si claro weon. Par de fletos. -susurré lo último para mi mismo mientras ellos se quedaban mirando un poco rojos.- ¿Por qué son tantas llaves las que tienen weon?
- Seguridad, no podemos hacer que todos los humanos que lleguen aquí vuelvan a la vida. Nosotros lo hacemos cuando realmente vale la pena el humano, o si alguien muy bueno que nosotros apreciemos lo necesite a su lado para no sufrir. -Mencionó Vida.
Entramos al salón donde estaba el portal hacía la vida, era de color azul marino, era como una puerta a la cual se llegaba pasando por un camino de piedras en el medio de un lago y con unas pequeñas escaleras antes de llegar.
- Gracias por la oportunidad, muchachos. No los olvidaré. -dije cuando llegamos al frente del porta que tenía manilla y todo. Abracé a Vida y a Muerte.
- Nosotros no te olvidaríamos Nicolás -dijo Vida mientras me abrazaba con todo el cariño de un padre, el padre que nunca supe tener.
- Recuerda, te miramos desde acá arriba. -rió Muerte también mientras me abrazaban.
- ¡Nicolás! -escuché una voz gritar atrás, Vida y Muerte al parecer también la habían escuchado por lo que también se devolvieron a ver quién era el que gritaba. Era el Naiko, conchesumadre.
- Na.. Naiko.. -susurré algo sorprendido, estaba llorando, de sus ojos caían lágrimas, corrió donde estábamos nosotros tres hasta que se tropezó con las escaleras.
- ¡Nico, por favor no te vayas! -estiró su mano hacía a mi, como para que lo tomara y lo levantase del suelo. Mire a mis acompañantes que se miraban extrañados entre sí, me acerqué de a poco al Naiko tomando su mano.
- Tranquilo, Naiko; pero este no es mi lugar. -noté que Vida y Muerte algo urgidos hablaban a mis espaldas mirando sus relojes. ¿Qué wea?
- Siempre tu lugar fue a mi lado, ¿recuerdas cuando me decías eso? -lloraba el Naiko tomándose de mi mano- No te vayas Nico, prometo hacerte feliz aquí, tendremos nuestro pequeño mundo utópico aquí -se levantó por fin.
- Sabes que tengo recién 18, no puedo desperdiciar una vida que me queda por quedarme encerrado en esta edad toda una eternidad, necesito vivir lo que me queda por delante; con Jaime -sonreí leve y besé la frente del Naiko parándome de puntitas.
- ¡NICOLÁS, ESTÁ HACIENDO TIEMPO! ¡EL VENENO SE ACCIONARÁ EN UNOS MINUTOS! -Gritó Muerte alarmado, ¿qué wea? .. Vida saltó e intentó alejar al Naiko de mi.
- ¡NO, DEJEN QUE SE QUEDE! ¡SU LUGAR ES AQUÍ! -los ojos del Naiko se tornaron de un color más oscuro de lo que eran. Intentó correr hacía a mi pero Vida se interponía en su camino.
- Naiko.. -susurré algo en shock sin poder moverme, estaba paralizado; sentía como una corriente helada corría por mi cuerpo weon.
- ¡Nicolás! -Muerte notó mi reacción e intentó tomar mi mano para llevarme a la salida al mundo.
- ¡NICOLÁS, NO TE VAYAS! ¡TE AMO! -Naiko..
Este no eres tú Naiko, ¿qué te sucedió? No eres del cual me enamoré un tiempo atrás weon..
Mi.. Mi pecho.. e.. el aire..
J.. J.. ai.. me.-
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Se los dejo aquí nenazas aasiodjoadwd
¡SE NOS VIENE EL FINAL! <3
Tia Flansito, ¡fuera!.
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Pumped Up Kicks - Jainico. (TERMINADO)
FanfictionNicolás Gaule, un joven de 17 años el cual acababa de pasar a cuarto medio con un pasado lleno de tristezas y amarguras, es un muchacho asocial, el cual con suerte saludaba con la mano dependiendo de quien fuera. Jaime Navarro, un joven de 18 años...