Capítulo 10: Beso en el aire

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Feliz San Valentín para todos los enamorados!

Y para los que no también.

Todos merecemos un poco de amor.

Lore





-Más fuerte- exclama Sam.

-No puedo sino lo haría- freno en seco.

-Si podes saca todo eso que tenés acumulado acá y acá- me señala el corazón y el cerebro.

Vuelvo a pegar al saco de box y siento que me voy a fracturar algo.

Esta semana empezamos boxeo. Si, lo sé ya no me queda actividad alguna para despejarme.

-Frenemos un poco- digo secándome la frente y tratando de encontrar oxigeno limpio en este lugar que solo se respira transpiración masculina. Asqueroso. El único lugar que pudo conseguir Samantha para hacer boxeo es un gimnasio exclusivo de hambres. Quiero saber a quién persuadió para conseguir la membrecía.

-Que flojita estas- se sienta al lado mío en el piso –desde que salimos el otro día a bailar estas más rara que nunca ¿Qué pasó que no me contaste? –me mira atenta.

Doy un suspiro más largo que si estuviera viendo a Brad Pitt en persona –es complicado- digo cansada.

-¿Qué es complicado? ¿Theo? ¿Qué te gusta y tenés miedo a que pase algo? –arrugo la frente.

-Ese es el problema. Pasó al pero muy insignificante y no sé cómo me siento –me tapo la cara.

-¿Qué?¡ Contá ya! –me sacude del brazo que realmente me duele.

-Estábamos bailando en la pista después de sacarme al pesado de Marcos y entre giros y pasos sensuales nos fuimos acercando mucho, yo diría bastante, se acercó a mi oído y me dijo -Te acordás de mi condición- ya te dije que me ayudó con Marcos y que tenía una condición que después me iba a decir. La condición era un beso- la miro de reojo.

-¿y? ¿Entonces? Dale habla que me muero de la intriga, ¿fue un beso apasionado?- le tapo la boca.

-Si me dejaras hablar ya sabrías la respuesta Sam –a veces me exasperaba –la cosa es que cuando nos estábamos por besar aparece Brian exaltado pidiendo ayuda por el tema de Víctor –la miro confusa -¿Cómo esta Víctor? –digo cambiando de tema ya no quiero hablar de nada.

-No cambies de tema que estábamos hablando de vos y Theo, no te hagas – me acusa.

-Si, si. Es que nos estábamos yendo a ver qué había pasado y me agarra la cara con las manos y me besa –Sam grita emocionada, el resto del gimnasio la mira mal ¡calma hombres que no es una biblioteca!

-Yo sabia que ahí había algo- me quiere abrazar pero me alejo.

-Ese es el punto que no fue un beso, beso- digo explicando.

-¿Qué fue un beso en el aire? Explicate mejor que me muero de la intriga-.

-Es que fue un pico, nada más. Salimos casi corriendo afuera –digo decepcionada.

-Osea que nada de lengua o saliva acumulada –entrecierro los ojos.

-No nada, ya te dije –me saco los guantes.

-Ah ya sé lo que te pasa, estas decepcionada porque vos querías un beso de esos que te sacan hasta las amígdalas –se ríe de mi.

-No, nada que ver- digo mirando para otro lado, un gordo levantando pesas me guiña un ojo. Quiero salir de acá ¡ya!

-Ya sé lo que te pasa. Tenés miedo a volver a sufrir pero algo adentro tuyo te dice que tenés que avanzar y por orgullosa no querés dar el brazo a torcer. Te encantó que quiera besarte y eso te da miedo porque pensas que hace muy poco que saliste de una relación a la cual considerabas que ibas a estar toda la vida y terminaste decepcionada ¿es o no?

-Algo así- digo apenada, no era muy fácil darse cuenta pero era muy difícil que lo quiera asumir –decime que hago, porque mi cerebro ya no tiene respuestas coherentes para la confusión que tengo- ya quiero llorar.

-Hacele caso a tu corazón- me abraza efusivamente.

-Nos están mirando raro, yo no vuelvo mas- digo mirando al mismo gordo que me vuelve a guiñar el ojo.

-Si tenés razón no fue buena idea, me duele hasta el alma- se estira haciendo muecas de dolor. 

Ya en mi departamento me bañé y salí al balcón inconscientemente esperaba que estuviera ahí, pero estaba todo cerrado como si no fuera habitado por nadie. Me entró la decepción, yo no iba a saltar el balcón para ver si estaba ahí. Era más grande el miedo que tenia a caer que ver si se encontraba en la casa. Tampoco quería parecer desesperada y mandarle un mensaje. Otra vez estaba en medio de un debate mental que no llegaba a ninguna conclusión.

Entro pensando que tengo que sacar muchas cosas que ya no me sirven. Agarro la primera caja que veo de la mudanza y meto cosas para donar. Me paso 2 horas sacando cosas y me arrepiento de querer donarlas, siento apego por las cosas materiales, como toda mujer.

Sin mirar atrás levanto la caja y me dispongo a salir el portero ya me había comentado que pasaba una mujer pidiendo comida y ropa todas las semanas y pensé que le podía servir lo que ya no uso.

La caja era pesada y aunque ya sabía el camino de memoria al ascensor algo se interpuso en mi camino y casi caigo.

-Estas bien –pregunta la voz que me confunde cada vez que la escucho.

Bajo la caja un poco y lo miro a los ojos –si, es que soy un poco torpe y esta caja no ayuda- sonrió un  poco pero él no me devuelve la sonrisa, algo anda mal.

Se despide con una seña de cabeza. Me quedo parada viendo como entra a su departamento. Una parte de mi quiere preguntarle qué le pasa y otra me dice que es muy obvio que no me quiere cerca. El ascensor cierra sus puertas y me quedo parada mirando a la nada.

Los días pasan y no me lo cruzo ni averiguando a qué hora sale y entra. Me siento mal quiero acercarme a él y por lo menos aclarar las cosas y no hacerme la cabeza con mis teorías no muy convencionales.

-Porque estas tan contenta- le pregunto a Sam, ella está sentada sobre con el celular en sus manos.

-Tengo que contarte algo –se ríe sola, ruedo los ojos –estoy saliendo con Mateo, pero no digas nada a nadie es muy reciente- dice contenta.

No puedo hacer otra cosa más que alegrarme por ella –los felicito hace mucho no te veía tan contenta- la abrazo.

-Sí, estoy feliz no puede ser más lindo y tierno- falta que le salgan corazones de los ojos.

-Que bueno me cae bien Mateo aunque...- la miro fijo ella sabe lo que voy a decir.

-Si voy a tener cuidado, vamos despacio –sigue mirando el celular –Mateo está acompañando a Theo a la casa de sus padres al parecer es algo serio porque no va muy seguido según me dice. ¿Vos sabes algo o todavía no te habla?-

-No hablamos desde lo que te conté- mi cerebro empieza a sacar conclusiones y quizás no esté enojado conmigo capaz es algo más y me lo estoy tomando personal. Tengo que saber si o si que le pasa. Voy a hacer lo posible por averiguarlo.

Mientras tanto espero que se pase la hora para salir del trabajo, estoy ansiosa por llegar a casa quiero saber que le pasa a Theo y disculparme por mi comportamiento. Espero que me perdone y confié en mi lo que le pasa. Solo espero.

(;=

Un balcón entre tú y yo © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora