Capítulo 37: No dudes que te amo

172 7 0
                                    




¡Que sea un sueño!

Una y otra vez tratando de darme valorpara abrir mis ojos, y por otro lado no queriendo abrirlos y regarque sea un sueño.

Con toda mi voluntad y agudizando eloído escuchando otra vez la leve respiración, abro los ojos y loveo.

-Amanda, la que debe ser amada- dicemirándome fijamente. Sus ojos verdes me observan sin pestañear. Seque es el significado de mi nombre, igual no entiendo nada de lo quepasa.

-Que- mi voz sale casi inaudible.

-Que aunque lo dudes, yo te amo,mereces ser amada por todo lo que sos- dice sin inmutarse. Siguesentado muy cerca, parece que ni tuvo una buena semana, se veperdido, ojeroso.

Trago grueso, tengo muchas ganas dellorar y el se da cuenta.

-No podía pasar un día mas sin verte-acerca su cara a la mía- dejame dormir a tu lado, solo eso te pido,te prometo que en la mañana no voy a estar. No te quiero incomodar,te necesito cerca.

Sigo hipnotizada por sus ojos, su bocaque me habla y lo único que atino a hacer es a asentir. Mi cerebrome reprocha no decirle todo lo que tengo guardado, tantas palabrassin decir para solo asentir como una idiota.

Se levanta lentamente y me congelo, sucercanía hace que mi cuerpo vibre, esta en cueros, solo lleva unshort bastante amplio,la noche está calurosa y quiero girar micuerpo.

-No te muevas, no quiero que telastimes mas la pierna- me vuelvo a golpear mentalmente sigo sinhablar y hago lo que me dice.

Lo veo girar al rededor de la cama, supelo castaño esta mucho mas largo y casi tapa sus ojos mientrascamina de perfil, se ubica cerca, muy cerca de mi, mientras sualiento se acumula en mi nuca. Dejo que me abrace y siento todo esecalor que invade cada parte de mi cuerpo. Con cuidado de nolastimarme se aferra a mi cuerpo delicadamente.

Me remonto a los días que estuvimosjuntos, cuando dormíamos todos los días así y reíamos antes dedarnos las buenas noches mas tontas posibles.

-Te extraño, tanto tanto que duele- meconfiesa -todos los días, desde que descubrí el primer mensaje queme alejó de vos.

Quise llorar, mas que nunca sentí elnudo en la garganta haciendo presión continuamente.

-No hables mas, esta es la ultimanoche- dije con decisión. Dejé de lado cada pensamiento paraponerme firme y callar las voces que me dicen que lo perdone.

Sus brazos se tensaron, se que estabasiendo injusta e inmadura.

-Yo voy a luchar- su voz era masdecidida que la mía, y con una beso en mi hombro sentí desfallecer.Caí rendida por el sueño acumulado de días. Sus caricias meprotegen y se sienten como flotar entre nubes.

Entre sueño y sueño sentí suscaricias. Esa noche no durmió ni 5 minutos, el veló por mi sueño.

Su promesa de irse antes que despiertela cumplió al pie de la letra, el lugar que ocupó anoche estabafrio, como si todo hubiese sido un sueño.

Con lentitud me levanté, las muletasya se convertían en aliadas, mas que en enemigas que juraban caeríaen cualquier segundo.

Mis ojos seguían casi sin abrirse porla claridad, hasta que vislumbré un pequeño objeto pegado en laventana.

No supe como reaccionar hasta quellegué a acercarme lo suficiente.

"No dudes que te amo"

Un suspiro involuntario saliórápidamente, el post it se encuentra del lado de afuera.

No tenia intensión de despegarlo, noquería que sintiera que lo dejaba entrar tan rápido como se fue demi vida, pero un recuerdo me hizo ceder. Rabia que mirar del otrolado del papel.

Un balcón entre tú y yo © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora