Capítulo 24: Te quiero

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Su cuerpo se acerca al mío y me paralizo.

- ¿Que dijiste? - su boca me hipnotiza, pero sucumbo a la tentación y me hago la valiente.

-Dije que sos un mal stalker- no entiende lo que estoy diciendo.

-Digo que si hubieses entrado al perfil de Fede hubieses encontrado muchas fotos juntos- digo lentamente.

Me mira con los brazos cruzados y no habla.

Suspiro -es mi primo, si hubieses entrado más tarde hubieses visto el comentario de mi tía "divinos los primitos" o algo por el estilo- digo y es mi turno de ponerme seria y cruzar los brazos.

Sus ojos se suavizan y reacciona a acercarse.

Mi mano se interpone y lo aleja.

-No me di cuenta- la vergüenza se deja entrever en sus palabras.

-Se nota que no te das cuenta de muchas cosas- me doy media vuelta y sigo observando el sol.

-Hablemos, por favor-

-Tenes un minuto- le digo sin darme vuelta, no quiero verlo. Respiro hondo para no llorar.

Pero parece que el si quiere ver cuando me vuelva a romper el corazón.

-Hace un par de años estuve de novio con Victoria, lo que parece fácil, no lo es para nada. Nos conocimos en una fiesta y esa noche estuvimos juntos, me caía bien pero no teníamos esa conexión como la tengo con vos- me mira serio- un mes después sus insistencias me tenían cansado, no quería nada con ella y ahí mismo me enteré que estaba embarazada, yo no lo podía creer porque nos habíamos cuidado, pero como todos los métodos anticonceptivos pueden fallar no sospeché nada.

Mis ojos se abrieron rápidamente. ¿tienen un hijo?

-La cosa es que empezamos a salir, yo no quería que la madre de mi hijo estuviera sola y estuvimos unos meses comprometidos, hasta que me enteré que nunca había estado embarazada, me hervía la sangre, cuando me enteré no lo podía creer que todo el tiempo me estuvo engañando. Se había obsesionado según me dice una de sus amigas, la que me confiesa que me mintió. Estaba planeando embarazarse de otro porque en nuestra relación no teníamos intimidad, no quería saber nada con ella solo estábamos juntos por nuestro "hijo"- las comillas que hizo con los dedos me indicó que ese engaño lo marcó.

-Ahora solo sigue obsesionada, el día que te conocí se quedó durmiendo en el sillón después de una fiesta en mi casa y tanto insistir cerré con llave mi habitación y la dejé ahí, no quería ni verla- sus ojos buscaban clemencia en los míos, quería abrazarlo y perdonarlo, pero todavía no sabía que había pasado el anterior viernes.

-El viernes pasado vino llorando que la habían echado de su casa, por más que me lo suplicara yo no la quería dejar entrar, ni siquiera sé cómo pasó por la puerta de la calle, el conserje tiene prohibido abrirle.

-Después de tantas suplicas cuando ya se estaba por ir, me pidió perdón por lo que pasó hace años y sin darme cuenta estaba besándome- mis ojos se aguaron.

-Solo quise alejarla lo juro- sus palabras salieron disparadas.

-Yo no vi lo mismo- dije esquivando su mirada.

-Es la verdad te lo juro- mis manos picaban por acercarme, pero tenía que ser fuerte, me la pasé toda la semana llorando por él, no podía venir y contarme una historia que no se si es verdad y creer como si nada.

-Nunca haría nada que te lastime- se revolvió el pelo desesperado

Inconscientemente lo hiciste.

Un balcón entre tú y yo © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora