Se todo de ella, desde su horario de trabajo hasta lo que come cada día.Desde que me encontró con una de mis amantes mi vida se fue a pique. Y cuando digo a pique, es porque toqué fondo.
Estoy totalmente seguro que sus padres tuvieron que ver con mi despido, nunca fui brillante, pero si algo es cierto es que en mi trabajo siempre fui eficiente. Un par de veces me involucré con alguna que otra compañera de trabajo, que no quiere decir que fuera el único, pero lo usaron en mi contra para despedirme.
No estoy obsesionado con Amanda, se podría decir que estoy en una etapa de mi vida donde necesito vengarme como sea. Y ver que su vida es color de rosas, me desespera.
Este último mes me la paso siguiéndola, a una distancia respetable para que no me descubra. Que si se todo, bueno eso es verdad y que podría decir, la tecnología está de mi lado. Usé parte de mi indemnización en cámaras de seguridad extra chicas. Se podría que soy un pervertido, me encanta la idea.
Miro a través de las cámaras y me deleito cada vez que le mando un mensaje, su miedo me excita. Sus ojos viajan por todo el lugar y no obtiene respuesta alguna. Miedo, eso es lo que ella siente, miedo es lo que yo sentía cuando me abandonaron y cuando mamá quedó sin trabajo.
Irónico.
La sigo día y noche, arruino sus planes, hasta hago que su novio la deje. Me fascina verlo sufrir a él también. En algún lugar de mi dolido corazón siento pena por Mandy, Theo le rompe el corazón tal y como se lo pido, ¡mentira! no siento pena, siento adrenalina. Me gusta controlar esos pobres corazones paupérrimos.
Lo que no tenía pensado era que Amandita se iba a ir por unos días, se cree tan lista que piensa que me puede engañar. La sigo hasta la casa de sus padres, me regocijo, ya conozco el terreno. Esta puede ser mi oportunidad para vengarme de una vez por todas.
Me paso dos días enteros entre los arbustos observándola mientras lee, se refresca en la pileta y toma sol. Es hermosa, no hay dudas, esos pechos turgentes y desprovistos de ropa, no tiene precio la vista.
De lo único que no tenía conciencia era de la alarma que se instaló recientemente en la casa. Apenas pasé por el comedor el sensor me detectó y la alarma se disparó. Hubiera aprovechado el momento, pero parece que la policía es bastante rápida por esta zona. Solo me dediqué a esperar en un pequeño mueble, apelando a que no me vieran. Esa noche la vi dormir, su sueño era bastante ligero, como si notara mi presencia.
Decidí que necesitaba salir un rato de ahí, porque si no me controlaba la iba a terminar ahorcando mientras dormía, mi sed de venganza hace que quiera ahorcarla sin que se de cuenta.
Todas estas putas casas tienen alarmas, eso debe haber alarmado a la policía, que recorre el lugar como un reloj suizo cada 20 minutos.
Y sin más dudas aparecen frente a la puerta de Mandy alertándola. Para ese entonces ya estoy esperándola para capturarla, se dirige al patio y empieza a juntar todas las cosas que llevó, mirando hacia todos lados esperando encontrar a alguien. Y yo ya estaba ahí, mirándola a solo unos metros, sus ojos me vieron con miedo. Que ganas de reír que tenía.
Mi cuerpo reacciona al suyo. Le tapo la boca para que no hable y la huelo, bien de cerca, casi tratando de que su excesiva se quede en mi sistema, de alguna manera me calma.
La até a las barandas del balcón, tenía miedo de que pudiera zafarse de la cama. Esperé a contarle varias cosas que no sabía de mi vida, cosas que me las guardé solo para mí, y su reacción me hizo dudar, solo por un segundo. Sus actitudes me desconciertan, que la engañé, si, lo hice y muchas veces, pero hay parejas que pasan toda su vida así. No seriamos la excepción, hasta que decidió dejarme e hizo de mi vida un infierno más caliente.
Le preparé comida para que no sintiera que la estaba torturando. Mis venas hirvieron con su reacción, reacia a comer algo que le hice yo, cosa que nunca hice mientras estábamos juntos y que ella debía reconocer como un buen gesto de mi parte.
Tenía pensado hacerla sufrir antes de matarla, pero mis planes fueron puestos en acción antes de lo pensado. Las sirenas se escuchan cerca.
-No le hagas nada- observo desde abajo y veo a Theo Prescott parado en el jardín viendo como su exnovia es maltratada por mí. Una sonrisa aparece en mi boca, quiere a su amada sana y salva. Imposible.
-Por favor suéltala- quiere entrar, pero tiene miedo de lo que le pueda hacer mientras llega, y piensa rápido el chico, tiene razón.
Nos observa desde abajo, Amanda lo mira con suplica y derrama un par de lágrimas.
-No me pidas lo inevitable- le digo burlón.
-La policía está cerca, no hagas nada estúpido, Manuel.
-No si ella muere y yo también- sus músculos se tensan. Me encanta provocarlo.
-Por favor, hice todo lo que me pediste, no le hagas nada. Lo podemos solucionar- su voz denota suplica. Es lo que más me molesta.
-Esa no es una opción- me burlo.
Amanda mira todo ajena a ella, le toco la cara y me rechaza. Le doy una fuerte cachetada, esta no sabe con quién se metió.
Se mueve inquieta tratando de zafarse, el balcón se mese está flojo. Me apuro a buscar el cuchillo y lo acerco a su garganta. Unas manos se posan mi garganta y me doy cuenta que es un policía. Ese maldito me estuvo distrayendo. Pero algo que no puede evitar es que le haga daño, aunque sea un poco.
Empujo el balcón y este cede. Una Amanda asustada empieza a caer con el peso de los barrotes a su espalda. Un golpe fuerte nos pone en alerta a todos. Eso debió doler.
Se escucha un hueso quebrarse, asumo que es su pierna por el modo en que cayó y estoy en lo cierto. Parece que está por desmayarse.
Theo al rescate se acerca a ella tratando de hacerla reaccionar.
-No mi amor, no te duermas- lo escucho gritar -Amanda, bebé no me hagas esto- está desesperado y me encanta.
No escucho más, mis manos son atadas tras mi espalda y forcejeo, me reúso a irme con ellos. Me empujan para que baje las escaleras, hasta que siento un puño contra mi mejilla.
Dolor. Soportable, pero dolor.
Lo miro, no puedo creer que un oficial de policía me esté pegando, hasta que levanto la vista y lo veo.
-Hijo de puta, te vas a pudrir en la cárcel- me desafía -yo me voy a encargar de que no salgas nunca.
-Eso lo vamos a ver- me empujan nuevamente y salgo con una sonrisa, mientras los vecinos me ven con cara de terror.
Eso es lo que soy, un monstruo con sed de venganza.
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Hola! Olitas
Siempre apurada, después de publicar esto me duermo una siesta de 3 días....
El punto de vista de Manuel va de pervertido a loco de mierda retorcido... en fin a este si pueden odiarlo.
Besos
Lore❤️
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Un balcón entre tú y yo © TERMINADA
RomanceTras haber encontrado a Manuel engañándola, Amanda decide vengarse de su ex y con la ayuda de su amiga Sam lo logran, rápidamente se muda a un colorido departamento en medio de la ciudad. Desanimada pero consciente de que su vida tiene que seguir ad...