Martes por la mañana, el frio matutino calaba en los huesos, y más si desde lejos ves algo inusual en tu balcón y salís a ver que es. Salí con una sonrisa a buscar lo que yo creía que era y que estaba segura de quien provenía.Un chocolate dentro de una maceta, mejor dicho la maceta con los nombres pintados y una notita. Una letra muy prolija se extendía en la notita color rosa.
"Gracias por cuidar de Oli, Theo"
Doy vuelta la notita, malas experiencias dicen que si no miras del otro lado del papel podes saltear información, y así era.
"Esta noche cena en casa, no faltes Oli quiere conocerte. Oli Y Theo"
Asumí que cada uno puso su firma por la caligrafía diferente, también asumí que las había escrito Theo por la firma y el resto de la nota.
Busqué un imán y lo sujeté a la heladera. Hubiese preferido un abrazo, pero me conformo con el chocolate y la notita. Por ahora.
Me fui contenta al trabajo, hasta que me acordé que tenía que ayudar a Fran con la despedida de soltera.
¡Dios! Lo que hace una por las amigas.
Y no exageraba, porque todas queríamos que se sorprenda, entonces teníamos que encargarnos con Sam para ir al lugar este, donde van las mujeres desesperadas por ver un torso desnudo. ¡Patéticas!
-Que aburrida que estoy- exclama Sam, yo estaba en las mismas. Toda la semana se paso muy lento, por ende tendría que haber hecho miles de cosas pero no y encima solo pude juntarme con Theo y Olivia a comer. Eso era lo más frustrante.
Esta bueno ir a una despedida de soltera, pero no está bueno organizarla, y más cuando la novia está desbordada y en cualquier momento va a explotar o a llorar por cualquier mínima cosa.
Francesca estaba estresada y nosotras un poco más de solo verla. Me encanta ayudarla pero esto se va de los límites.
Estábamos sentadas en nuestros respectivos escritorios, que justamente están uno en frente del otro.
-Me acuerdo del miércoles y me río sola, si se entera Mat me mata- dice Sam al borde de las lagrimas. Tapándose la boca con las dos manos.
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-No, ni loca ni borracha voy- digo algo alterada. Retrocedía mientras Samantha me empujaba para entrar al club de Strippers "Moonlight". No importaba que fuera de día y que fuéramos para elegir dos strippers, me negaba a entrar me daba pudor.
No es que no me atraigan los strippers, me parece divertido que se enloquezcan aunque a mí no me pase, pero esto de venir a elegirlos ya me ponía los nervios de punta. Que traigan dos y listo.
Los del club ya sabían que íbamos esa tarde y nos estaban esperando, repito ya sabían que íbamos, las que no sabíamos lo que nos esperaba éramos nosotras.
Solo pasar la cortina un grupo de 10 hombres musculosos, en sunga y aceitados sobre el escenario nos miraban con...con ganas de comernos.
Nos ofrecieron una mesa de las que estaban bien pegadas al escenario y como si fuéramos a comprar en un desfile de Chanel los modelos exclusivos empezaron a hacer sus "actos" para nosotras.
¡Traigan alcohol, mucho alcohol! Quiero olvidar este episodio.
Me horroricé cuando uno de ellos bajó y la agarró a Sam para bailarle. Estaba por encadenarme a la silla y el piso para que no me toquen.
Mientras a Sam le baila uno morocho, cuerpo de infarto y sonrisa atrevida, otro se acercaba a mí como si fuera un felino queriendo cazar a su presa, la pobre indefensa ovejita queriendo ser comida por el lobo feroz, pero ¡no! No lo iba a permitir.
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Un balcón entre tú y yo © TERMINADA
RomanceTras haber encontrado a Manuel engañándola, Amanda decide vengarse de su ex y con la ayuda de su amiga Sam lo logran, rápidamente se muda a un colorido departamento en medio de la ciudad. Desanimada pero consciente de que su vida tiene que seguir ad...