Capítulo 78 (Maratón 4/4):

1.7K 95 18
                                    

~ E P I L O G O ~

-¡Edward!, ¡Mackenzie! -grito con irritación-

No puedo creer que lo hayan hecho. No puedo creer que hayan dibujado en la mesa del comedor.

-¡NIÑOS! -grito una vez más y escucho como se azota una puerta, ¿qué voy a hacer con ellos?-

Miro el dibujo y es muy bonito. Han dibujado unas flores de colores y pasto en las orillas, con líneas bajando por las patas de la mesa como si fuera hiedra; sin embargo, no puedo permitir que sigan haciéndolo.
Tienen demasiados lugares y libros donde puedan dibujar.

Camino hasta la habitación y abro la puerta.
Edward se encuentra sentado con la mirada fija en mí, con Mackenzie detrás. Sus ojos son esmeraldas como los de su papá, y su piel es morena clara como la mía, al igual que el color del cabello pero con los rizos de Harry.

-Ya no tenemos más libros -dice Edward, y señala una pila de libros rayoneados-
-¿Y por eso tenían que pintar en la mesa? -reprimo mis ganas de abrazarlos-

Debo tener mano dura con ellos. Eso es lo que me han dicho las madres que me rodean. Veo como hacen pucheros infantiles y mi corazón se estruja. Odio ser tan vulnerable a sus expresiones.

-Las flores te gustan -dice Mackenzie, su voz suena entrecortada, pero sigue- creí que te gustarían nuestras flores.

Y de pronto, todo mi coraje se esfuma. ¿Cómo puedo enojarme con ellos si los amo tanto?

-Sólo... No lo hagan de nuevo, ¿de acuerdo?, si ya no tienen libros, podemos comprar más.
-Nos parece bien, ¿verdad, Mack? -dice Edward, poniéndose de pie y mirando a su hermana-
-Sí, mamá, no lo haremos más -responde parándose-
-De acuerdo, pero están advertidos, jovencitos, si lo vuelven a hacer, voy a confiscar todos sus colores, crayolas, marcadores, plumas y lápices. No habrá nada de dibujos durante un mes, ¿entendido?

Me miran con algo de reproche pero asienten.

-Ahora cambiense que Noah llegara en cualquier momento -ordeno y salgo de la habitación-

Criar a Edward y Mackenzie ha sido toda una experiencia.
Al principio estaba asustada por todos los cuidados que debían tener, ya que no sólo críe a uno, sino a dos; pero he ido aprendiendo poco a poco.
Anne y mi tía han sido de gran ayuda, pero también Clarissa me ha apoyado en todo este tiempo. Me han aconsejado y ayudado más veces de las que podría mencionar.
Recuerdo perfectamente el día que nacieron, cuánto pesaron y cuánto midieron. Recuerdo la primera vez que los alimenté, la primera vez que se quedaron dormidos en mis brazos, la primera vez que se enfermaron, la primera vez que se cayeron, la primera vez que se pusieron de pie, la primera vez que me dijeron “mamá”...

No recuerdo haber sido más feliz en mi vida. No recuerdo haberme sentido tan plena como en ese momento.
Tenerlos en mi vida es la bendición más grande que he podido recibir.

-¿Me ayudas? -Mackenzie se lanza al sofá cargando sus pequeñas sandalias-

Sonrió y me acuclillo delante de ella, ayudándole a ponerse las sandalias.

-¿Podemos ir a comprar más libros para dibujar después del helado? -pregunta Edward, sentándose junto a Mack-
-Claro que sí -sonrió y beso sus frentes-
-¡Sí! -exclaman al unísono-
-¿Va a tardar Noah? -pregunta Edward-
-No lo creo, ya debe venir en camino -le acarició el cabello-
-¿Podemos llevar a los perros? -pregunta Mackenzie-
-¿Tú vas a limpiar sus desechos mientras estamos en el parque? -ella hace una mueca de asco y niega con la cabeza-
-Sólo quiero que nos acompañen.
-¿Qué te parece si mañana los sacamos y jugamos con ellos? -sugiero- ahora vayan por ellos y metanlos, ya deben estar secos.
-De acuerdo -hacen un puchero y van hacia el pequeño patio del departamento. Hemos pasado gran parte de la tarde bañándolos-

Secuestrada |Harry Styles| (1° Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora