Capitulo 22.

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-Buenas tardes, Ulquiorra-san, su interpretación estuvo impresionante.-le dijo amablemente Kazehaya, el muchacho solo asintió sin decir algo.

-Hijo! Estuviste estupendo, estoy orgullosa de ti!.-Johanna le decía a Ulquiorra, mientras lagrimas empezaban a cristalizar su vista.-estoy tan feliz.-con algunas lágrimas corriendo por sus mejillas le entrego el ramos de rosas azules a su hijo.

-Madre, no te pongas así....estoy bien.-le respondía Ulquiorra, mientras tomaba las rosas, aun cuando su rostro no demostrase algún cambio de emoción, internamente empezaba a sentirse liberado.

-Mujer, veo que te encontraste con mi Madre justo a tiempo.-empezó a decirle mientras la observaba.

Orihime podía sentir la intensidad de su mirada, aunque no lo pareciese, podía ver con claridad que había estado nervioso, y que incluso pensó que hasta estuvo temblando antes de poner un pie para salir al escenario.

-S-si, me has dejado impresionada, tocas muy bello...-dijo apenada mientras un rubor coloreaba sus mejillas.

-Eso no ha sido para tanto.-

-Como crees.... ha sido tan...maravilloso...tan...hermoso....-

-Orihime-san, tiene razón hijo, tocaste de maravilla, pero....-la rubia lo observo.-porque traes puesto eso?.-le señalo la vestimenta.

-No hagas ningún comentario.-le sentencio Ulquiorra a Orihime que en ese momento pretendía contestar.-al parecer alguien encontró divertido que me vistiera de esta forma.-termino diciendo de manera estoica.

-bueno, bueno, está bien, no debes ponerte así...-rió alegre la mujer.

-Y ni una palabra al gato ese.-

-Oh vamos, no le digas así... es tu familia y lo sabes bien.-

-Si claro, estoy seguro que fue adoptado.-

-Ulquiorra!-

Orihime al ver la escena de madre e hijo no pudo reprimir una enorme sonrisa, había una enorme calidez que emanaba la mujer mayor hacia su primogénito y aunque el pelinegro no lo aceptara, igual ella podía ver el cariño que le tenía a su madre.

-Veo que están muy animados todos.-dijo sonriente el joven Kazehaya.

-Es cierto, Mitsuki-san, Johanna-san, ¿quieren ir a nuestro puesto?, aún falta poco para que termine el festival, y me gustaría que pudieran ver lo que logramos hacer con la ayuda de todos.-

-Por mí no hay problema, quieres venir Mitsuki-san?-

-Muchas gracias, es muy amable de tu parte invitarnos Orihime-chan, estoy ansioso por ver que lo hicieron.-

-Vamos Ulquiorra?.-le extendió la mano la joven, con una tierna sonrisa.

-Adelántense, debo ir a guardar mi violín, al salón de música.-

-¿Estás seguro?, ¿no quieres que te acompañe?.-

-Mujer, no necesito que lo hagas, ve con ellos, yo los alcanzare después.-dicho lo anterior, dio media vuelta y se retiró.

-No te preocupes Orihime-san, aún hay cosas con las que debe lidiar mi hijo.-

-¿Lidiar?.-dijo por la bajo la ojigris, al verlo marcharse, mientras miraba fijamente su ancha espalda.-está bien, vengan vamos, espero les guste lo que hemos preparado.-trato de recomponerse y sonar lo más alegre que pudo.

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-Gracias por acompañarnos Johanna-san, sin su recetario estos postres "Kougelhopf"no hubiesen sido la sensación de nuestro puesto.-

Otra Oportunidad (La dulzura de un amor se paga con lagrimas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora