CAPITULO 1

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Después de una dura batalla en Karakura, contra Aizen nuestros queridos amigos, al fin podían disfrutar de un poco de paz, después de tanto tiempo... o eso era lo que esperaban...

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-Ah!! Que hermoso día! Bueno nos vemos Nii-sama! -cierra la puerta de su departamento baja los escalones y se dispone a caminar hacia el instituto, con una radiante sonrisa y con su corazón, ya un poco más tranquilo después de llorar tanto y haberse lamentado por varias meses lo sucedido en aquel desierto frio y nocturno.

Y cuál era la causa de sus lamentos y depresiones, no era otra cosa sino las mismas imagenes que la atormentaba en muchas ocasiones y que era el no haber detenido aquella batalla de su amigo de cabellos naranjas contra el Arrancar que la llevo a Hueco Mundo, una batalla muy dura y cruel porque había llevado a su preciado amigo hasta el límite de sus fuerzas para luego convertirse en un mounstro carente de razón que amenazaba con matarlos, de no haber sido por Él que lo detuvo justo a tiempo, pero que al momento de querer seguir con aquella batalla contra el Shinigami este empezó a desintegrarse convirtiéndose en una estela de cenizas en frente de sus ojos, cuando él extendió su mano, ella quiso alcanzarlo pero al tocar sus dedos este término por desaparecer; luego de que terminara toda esa dura guerra contra el Ex. Capitán del quinto escuadrón de la Sociedad de Almas, todo volvió a como era antes o eso esperaba, pero aunque el tiempo haya transcurrido más de seis meses para ser específicos, aun así no había día que no lo recordara, pues ella había decidido no olvidar la memoria de él, porque aun cuando al principio fue muy duro con ella en su trato y en sus fríos comentarios, siempre se sintió tranquila junto a él por más que no lo comprendiera en un primer instante, porque con el pasar de los días dentro de esa habitación de grandes paredes blancas, empezó a tener alguna especie de afecto hacia su carcelero, pues por órdenes de Aizen, debía estar a su lado para cuidar que se encontrara bien, la visitaba diario durante sus comidas y algunas veces durante sus noches en ese lugar, solamente se separaban cuando él debía ir a alguna misión o debía descansar.

- Orihime! Estas lista, vámonos que se nos hace tarde!

-Ah!? Si! Lo siento Tatsuki-chan, es que me quede dormida.- Le sonrió a su mejor amiga de forma tierna.

Mientras se dirigían al instituto, Tatsuki pudo notar que su amiga aún seguía un poco triste, y ella sabía el motivo de esa tristeza ya que muchas noches ella fue testigo y confidente de ese dolor que la había acompañado después de que regreso de aquel lugar, siempre con las frases... -¡Debí haberlos detenido! ¡Debí haberlo Sanado! ¡Él no era malo conmigo, siempre me protegió de quienes me querían hacer daño, yo sabía que si el luchaba contra todos era por Aizen, no por él!- Además de confesarle que no sabía si empezó a tener algún tipo de sentimientos por él Espada!-

- Aún sigues pensando en él verdad?!-Volvió a ver a Orihime.

-¿Qué!?- Orihime se sorprendió y abrió sus ojos como platos al escuchar a su amiga preguntando por ello, luego miro hacia abajo con un semblante de tristeza para decir- Si! No puedo evitarlo, todas las noches sueño con él estirando su mano hacia mí, y cuando lo alcanzo veo como se convierte cenizas. Pero sé que no puedo seguir así siempre.-dijo esto levantando su mirada hacia el cielo con una expresión de tranquilidad y conformidad- Además debo ser optimista, espero el día en que pueda volver a verlo, aunque eso sea más que imposible.

Tatsuki vio a su amiga y le soltó una sonrisa para animarla.- Si, recuerda que si lo deseas con él corazón es posible que se haga realidad!! Ahora si corramos porque faltan diez para que suene el timbre y no debemos llegar tarde- dijo mientras veía su reloj de pulsera y así ambas amigas corrieron hacia el instituto, llegando justo a tiempo antes de que sonara la campana, se dirigieron a sus respectivos salones.

-Buenos días Ishida-Kun!, Sado-Kun!, Kuchiki-San!, Abarai-Kun!-dijo a sus amigos empezando a sentarse en su puesto.

-Buenos días!!- Dijeron todos, asintiendo el saludo de Orihime

-Inoue! Como estas?!-Le saludo y a la vez pregunto su amigo de cabellos naranjas, pues estaba preocupada por ella, ya que la había visto en los últimos días un poco distraída, muy diferente a como suele ser la distracción de ella normalmente.

-Ah?! Kurosaki-Kun! estoy bien, gracias por preguntar.-dijo con una gran pero sincera sonrisa a su amigo, para calmar la preocupación de este.

-Muy bien, me alegra que vuelvas a ser tu misma!- dando una sonrisa también el chico mientras respondía.

Ya luego de que sonara el timbre para dar inicio el comienzo de clases, todos se sentaron en sus respectivos lugares. Luego entro la Profesora y todos la saludaron.

-Muy bien! Veo que todos están aquí, espero que ya no sigan faltando a clases, ya que pronto serán los exámenes de trimestre y hay algunos que aún siguen atrasados con el programa, espero que se pongan al día, entendieron! -Esto lo decía en especial por nuestros amigos que como sabemos tuvieron que faltar varios días a clases por sus entrenamientos especiales y una que otra pelea debido a los hollows de menor tamaño que a veces rondaban por la zona.

- Si!!-Dijeron al unísono todos ellos.

-Ah! Esperen debo darles un anuncio importante, a partir de ahora tendremos un nuevo compañero de clases, él ha sido transferido del extranjero a nuestro instituto y quiero que todos se comporten, lo traten bien y lo ayuden en lo que necesite. Puedes pasar!-dijo la Profesora viendo hacia la puerta que se habría y entraba un joven, al que algunos ya conocían muy bien....


Otra Oportunidad (La dulzura de un amor se paga con lagrimas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora