Al otro día después de una ducha rápida y un pequeño desayuno de no más de tres minutos tome mi cabello rubio ondulado en una cola de caballo desaliñada, y levante rápidamente mi mochila y salí de la casa camino a la escuela. Ese día había despertado con dolor de cabeza y me sentía extraña. Amber no se veía por la calle así que comencé a caminar en dirección a la escuela. Tenía un mal presentimiento para este día. Mis padres llegarían a medio día cuando yo estuviera en la escuela así que después de clases debía ir directo a casa. De repente sentí unas manos grandes y frías tapándome los ojos sorpresivamente.
- ¿Quién soy?- Dijo una voz misteriosamente parecida a la de Anton en mi oído.
- Anton.- Respondí segura y sin vacilar.
- Tú siempre lo sabes.- Dijo con tono de desprecio y luego sonrió.
- ¿Has visto a Amber?- pregunte.
-Nop, pero me envió un mensaje diciendo que se quedó dormida y llegaría tarde hace unos minutos.- Solo le respondí con una pequeña risa y negando con la cabeza.
Estaban por comenzar las clases de geografía y aun no aparecía Amber, la había llamado hace unos minutos pero no había contestado. Estaba por llamarla de nuevo cuando se abrió la puerta del salón y entro una Amber despeinada y sudorosa.
- Hola, ¿Dónde está Anton?- pregunto con la respiración entre cortada mientras se sentaba y sacaba sus libros.
- Adivina.- respondí elevando las cejas mirando el pizarrón.
- ¡Esa perra otra vez!- Dijo Amber lo suficientemente fuerte para que las personas a nuestro alrededor nos miraran.
- Sabes que el la ama, no deberías tratarla así.- digo sinceramente.
- Solo digo la verdad. ¿Y por qué la defiendes?
- No la estoy defendiendo, pero creo que no tienes razones para tratarla de esa forma. Creo que no está bien odiar a alguien simplemente por estar enamorado de quien tú lo estás, creo que debería alegrarte que él sea feliz junto a ella.
- No estoy enamorada de él.- Asegura Amber pero sus propios ojos la delatan por ese brillo especial.
Antes de que pudiera decir algo comencé a sentirme mareada y con ganas de vomitar. Tocaron el timbre y salí rápidamente corriendo hacia el baño de chicas, escuche a Amber gritar mi nombre pero no me podía detener. Llegue al baño y vomite, no sabía que me había hecho mal, casi no había comido en el desayuno. Limpie mi boca con papel higiénico y salí para tomar agua. Ahí estaban las tres peores "amigas" que había tenido en mi vida. Había entrado tan rápido que ni siquiera las había notado. Hannah, Selene y Brianna, seguían igual que siempre, jamás cambiaron. Ahí estaban las tres maquillándose y arreglándose frente al espejo.
Recordaba perfectamente cuando llegue por primera vez a esta escuela, como me acogieron tan rápida y amablemente. Yo no conocía a nadie en este lugar y nadie me advirtió que ellas solo jugarían conmigo y me usarían para arruinar la vida de una chica inocente. Melanie era una chica brillante y hermosa, la preferida de los profesores y la organizadora de las fiestas, la preferida de los chicos también. Solo había llegado unos meses antes de mi a la escuela pero desde su primer día aquí llamo la atención de todos, era muy amable, inocente, dulce y enfocada, y era muy obvio que era virgen, todo esto le encantaba a los hombres, así que las barbies (como las llamaba la gente, por sus increíbles cuerpos y lo falsas que son), comenzaron a sentir envidia y miedo ya que les estaba quitando territorio y popularidad.
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Innocence
Mystery / ThrillerMis manos, sus ojos, la cabaña, el lago, sus labios, mis labios, su cabello, mi dulzura, su fuerza, mis lagrimas, sus lagrimas, el dolor, el olor, su sangre, la canción, su sonrisa, nuestros cuerpos, la inocencia. Momentos, que desde ahora solo seri...