Capitulo 38

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 -¡Amber!- Exclame para salir tras ella. 

 - Déjame sola Rachella.- Dijo sin mirar atrás. 

 - ¡No esta vez me vas a escuchar!- Hice que se detuviera.- Amber lo que hiciste estuvo muy mal ¿Cómo no te das cuenta? ¡Te acostaste con su primo sabiendo que lo ibas a herir! 

 - ¿Qué acaso no lo escuchaste Rachelle? ¡Él no me ama y nunca lo ha hecho!- Su corazón estaba destrozado. 

 - ¡Amber él te ama!- Exclame negando con una tonta sonrisa.- Pero tú lo haces decir cosas estúpidas porque esta vez le heriste realmente. 

 - Él también me hirió Rachelle y a nadie pareció importarle.-Lloro. 

 - Tu sabias, cuando te acostaste con él, que esto no iba a funcionar. Te lo dije Amber.- Dije intentando sonar suave.

 - Lo amo Rachelle, y odio hacerlo.- Se apoyó en el mismo hombro en el que él había llorado. 

 - Él también te ama, es solo que tiene miedo.- Intente calmarla acariciando su espalda.

Cuando por fin termino de llorar fui en busca de Anton, quien había subido la colina a caballo para estar solo un rato, tenía el corazón roto y una botella de whisky entre las manos.

- Hola.- Intente sonreírle. Me ignoro.- ¿Anton porque le dijiste eso? 

 - ¿Qué?- Pregunto en seco. 

 - Que no la amabas.- Llegue a su lado en el caballo negro. 

 - Porque no lo hago.- Mintió.

 - ¿Sabes qué? ¡Es suficiente!- Logre que me mirara.- ¿A que le temes tanto Anton? ¡Sabes que la amas, deja de negarlo! 

 - ¡No la amo Rachelle ya basta! 

 - Te estas intentando convencer a ti mismo de algo que sabes es verdad.- Le dio un gran sorbo a su botella. 

 - Ella rompió mi corazón.- Sus ojos lagrimearon.- Engañe a Margot, arriesgue nuestra amistad, me enamore de ella. 

 - ¿Y porque mierda no se lo dices?

 - ¡Porque estoy con Margot y es a ella a quien debería amar!- Estaba cegado por la rabia.- Ella no se merece esto, no se merece que la haya engañado. Realmente creí que amaba a Amber, pero no, ella se acostó con mi primo por venganza Rachelle, yo no quería herirla, pero ambos sabíamos cuando lo hicimos que esto pasaría, no puedo dejar a Margot la amo Ray. 

 - Estas confundido, no sabes realmente a quien amas.- Le aclare. 

 - Tome una decisión Ray, aunque la ame y me destroce el corazón verla así, no voy a dejar a Margot, ella no me merece y tú no mereces que nuestra amistad termine por un estúpido amor de secundaria.- Bebió otra vez. 

 - Anton creo que no estás pensando claramente.- Lo mire con preocupación.- ¿Es eso a lo que temes, a que termine nuestra amistad? 

 - Rachelle nos conoces, la conocemos, sabes que si llegamos a estar juntos terminara mal y nuestra amistad se acabara.- Tristemente era muy posible que pasara. 

 - Anton, eso no pasara.- Intente calmarlo.

 - Ya tome una decisión.- Me interrumpió para alejarse cabalgando.

Cuando volví a casa el ambiente estaba tan tenso que se podía cortar con un cuchillo. Le explique todo a John y me encerré a pensar en la habitación. Ambos se amaban desde hace mucho pero ambos tenían miedo de hacerlo, porque sabían todo lo que esto implicaría, no solo romperse el corazón a ellos mismos, sino romper el que estaba entre medio, el de Margot, y romper también el lazo de amistad que habían formado, y este lazo incluía mi corazón y el de John. Todos conocíamos a Amber y sabíamos que aunque amara incondicionalmente a Anton le terminaría rompiendo el corazón y él no era de las personas que olvidaran y perdonaran fácilmente.

Anton por otro lado estaba realmente confundido por sus sentimientos, las amaba a las dos pero sabía que Amber era quien movía mas su corazón, pero no podía dejar a Margot, tenía miedo de romperle el corazón y de que luego Amber se lo rompiera a él y que esto provocara el fin de nuestra amistad. Era un amor difícil y predestinado a acabar mal, pero el corazón era quien decidía lo que quería.

Pasamos la noche en el granero, todos juntos, en un ambiente claramente incomodo, Amber y Anton no se dirigieron la palabra en toda la noche y evitaron cruzar miradas, pero todos podían notar que algo pasaba. Bailamos country al igual que la noche anterior y nos despedimos de las bellas personas que habíamos conocido para volver a casa temprano en la mañana.

Cuando llegamos al pueblo John paso a dejar a cada uno a su casa y luego de despedirse con un beso y un "Te amo" en los ojos se fue. Entre en mi casa y salude a mi padre quien tenía unas grandes ojeras y parecía más delgado.

- ¿Cómo estás?- Le pregunte dándole un fuerte y largo abrazo.

 - Oh muy bien.- Mintió.- ¿Cómo está la familia de Anton? 

 - Muy alegres al igual que siempre.- Le sonreí. 

 - Bueno, me estaba yendo al trabajo ¿Quieres que te traiga algo?- Pregunto guardando papeles en su bolso.

 - ¿Realmente tienes que ir?- Pregunte triste.- Mañana es Halloween y estaba pensando en pasar a rentar un disfraz y después podríamos pasar a beber un helado.- Dije convenciéndolo con una sonrisa. 

 - Esta bien, pero solo esta vez.- Salte a abrazarlo y corrí escaleras arriba para cambiarme.

Después de elegir un hermoso y elegante disfraz de pirata con la aprobación de mi padre, nos sentamos fuera de la cafetería a beber nuestros helados de pistacho y chocolate.

- ¿Así que como va todo con John?- Pregunto sorpresivamente. 

 - Muy bien, es realmente encantador.- Sonreí pensando en sus ojos.- Papá, nunca creí que encontraría a una persona como el, es simplemente demasiado. 

 - El llego como un ángel protector a tu vida Rachelle, llego justo en este momento para salvarte, es un regalo de Dios.- Era la primera vez que lo escuchaba decir algo como eso. 

 - Es lo mejor que me ha pasado.- Afirme haciéndolo reír. 

 - Me recuerdas a tu madre, tan inocente creyendo en el amor.- Cerro los ojos al recordarla.- Cuando la conocí pensé que solo sería una chica del montón, pero ella supo, desde el primer momento que sería para toda la vida, su inocencia era amor. Era igual a ti. 

 - Sé que lo que siento por John es para toda la vida también, no imagino un futuro sin el.- Dije orgullosa. 

 - Tu madre también supo cuando lo vio que el amor que ustedes sentían era verdadero y para siempre, indestructible.- Sentí ganas de llorar.- Cundo lo vio la primera noche dijo "Ese es el chico que hará vivir a nuestra Rachelle, el amor de su vida."- Lo miraba encantada con una sonrisa indestructible y los ojos llorosos.- Yo pensé que estaba loca.- Ambos reímos.

Cuando volvimos a casa tome un relajante baño de tina con música de fondo y sin darme cuenta me dormí.

John estaba de espaldas hacia mí, Anton y Amber estaban hechos pedazos en la mesa metálica, parecía que estábamos en la morgue, Anton se movía con dificultad, deformando todo su cuerpo como una araña y Amber lo seguía con la cabeza colgando, todo el suelo estaba bañado en sangre. John se giró con un machete entre las manos y el rostro salpicado de sangre "Esto aún no ha terminado." Comenzó a ahorcarme con las manos enguantadas y los ojos fríos.

Abrí los ojos y note que me estaba ahogando en la bañera, el agua me cubría completamente y entraba a la fuerza por mi nariz. Me senté en la tina rápidamente dando un largo suspiro y salpicando por todo el baño. Todo había sido una pesadilla, una horrible pesadilla. Me quite la espuma del rostro y salí de la bañera envolviéndome en una toalla. Me apoye en el lava manos con la vista fija en el suelo y luego la levante para mirarme en el espejo. Había recuperado algo de peso y mis ojeras habían desaparecido pero mis ojos seguían teniendo la misma expresión de tristeza de siempre.

Salí de la habitación para vestirme abrigada y escapar por la ventana de mi habitación, seguía de noche pero sabía que aunque intentara seguir durmiendo no lo lograría por lo que preferí emprender el viaje a la cabaña en el bosque. Monte mi bicicleta y pedalee hasta llegar al bosque. El silencio y el frió viento me acompañaron en mi viaje. 

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