- Te ves preciosa.- Dijo haciéndome sonrojar y luego me alcanzo la roza.
- Blanca.- Me acerque a la hermosa flor para sentir su olor.
- Amber me dijo que era tu color favorito.- Reí y lo abrase fuerte por unos segundos.
- ¡Rachel!- Grito Anton y corrió a abrazarme arrastrando a Margot de la mano.
-Por fin llegas, casi me como tu porción de palomitas.- Saludo Amber echándose un puñado en la boca.
- ¿Qué quieren hacer primero chicas?- Pregunto Margot.
- ¡Montaña rusa!- Grito Amber y salió corriendo camino a esta.
John me dedico una sonrisa mientras caminábamos. Por suerte no había fila así que subimos rápidamente. Anton con Margot, Amber con un chico desconocido al cual le coqueteaba y John conmigo. Bajaron la barra de protección y John tomo mi mano con fuerza.
- Debo advertirte, me dan miedo las montañas rusas que te ponen de cabeza.- Dijo John abriendo sus ojos y apretando mi mano. Solté una carcajada y luego el hizo lo mismo.
El carrito que nos transportaba comenzó a moverse, primero despacio en línea recta y luego con fuerza por las curvas y subidas. Cuando íbamos de cabeza John soltó un grito poco masculino y apretó mi mano aún más fuerte haciéndome reír a carcajadas. Al terminar el juego todos reíamos sin parar.
- ¡Margot!- Grito una chica de baja estatura arrastrando a otra de la mano.
- ¡Chicas!- Margot corrió a abrazarlas. Al parecer se conocían. - Anton amor, ustedes sigan, nos encontramos luego.- El asintió con una sonrisa.
Fuimos de juego en juego comiendo regaliz, palomitas de maíz y algodón de azúcar, pero lo mejor fue que en ningún momento paramos de reír. John sostuvo mi mano todo el tiempo y de vez en cuando la besaba suavemente.
- ¿Qué les parece si entramos en la casita del terror?- Propuso John dándole un tirón con los dientes al regaliz.
- No lo sé, con todo esto del asesino suelto, no creo que sea una buena idea.- Dijo Amber.
- ¡Amber tiene miedo!- Dijo Anton de manera burlona.
- ¡Es una mala idea! ¿Cierto Rachel?- Amber busco mi apoyo.
- No cuentes conmigo, sabes que amo el terror.- Mire la entrada de la casita era completamente negra y estaba cubierta de falsas telarañas.
-Los odio.- Amber rodó los ojos.
Caminamos hasta la entrada, la puerta se abrió y salió humo artificial. Mire a John sonriendo y el poso su brazo en mi hombro. Se escuchaban gritos lejanos, Anton rio malvadamente para hacernos reír y comenzó a caminar. A penas podíamos vernos nosotros mismos por la cantidad de humo que había. Del techo colgaban aburridas arañas de plástico.
- ¿A esto le temías tanto Amber?- Pregunto Anton. Ella se limitó a rodar los ojos nuevamente.
Seguimos avanzando y al entrar en una habitación diferente las luces se apagaron y la puerta se cerró de golpe. Amber soltó un grito y Anton rio. Se escuchó un vidrio quebrarse emitiendo un estruendoso ruido y las luces se encendieron, pude ver que nos encontrábamos en un cuarto de espejos. Las luces se encendían y apagaban sin parar impidiéndome ver a mis amigos por más de unos segundos. No veía a Amber en ningún lugar.
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Innocence
Mystery / ThrillerMis manos, sus ojos, la cabaña, el lago, sus labios, mis labios, su cabello, mi dulzura, su fuerza, mis lagrimas, sus lagrimas, el dolor, el olor, su sangre, la canción, su sonrisa, nuestros cuerpos, la inocencia. Momentos, que desde ahora solo seri...