Un mes después:
Caminaba por el pavimento húmedo con las manos en los bolsillos y los auriculares en los oídos pisando las hojas secas bajo mis pies. Era 23 de Octubre, había pasado un mes desde que me había enterado de la muerte de mi madre. Había pasado todos los días encerrada en casa junto a mi padre, amigos y John quien no me dejaba sola ni un minuto, el había conseguido un permiso especial para cuidarme en mis días de duelo. El funeral de mi madre había sido triste y doloroso, pero no había nada que pudiera hacer.
Las últimas semanas habían estado tranquilas, nadie había muerto ni había sido atacado, habían sido días para reflexionar y seguir adelante. El sheriff decía que tal vez el asesino ya hubiese terminado su trabajo y tal vez ya no seriamos atacados, pero debíamos mantenernos alerta un poco más de tiempo para asegurarnos. Hoy volvería a clases, John y mis amigos me esperarían en la entrada de la escuela, ya que había decidido que quería caminar para pensar a solas un rato. No tenia que rendir exámenes atrasados ni asistir a reforzamiento, ya que había estado estudiando todo este tiempo desde casa. John se había negado a que saliera sola, pero había logrado convencerlo de que necesitaba respirar, caminar, escuchar y observar estando sola, ya que casi no recordaba cómo era hacer algo por mí misma.
Llegue a la entrada de la escuela y lo primero que vi fueron ojos azules y sonrisas ladeadas, John seguía tan apuesto y seductor como siempre.
- ¡Rachelle, hoy estas hermosa amor!- Me saludo con un beso en la frente y otro en la mano.
- Ella siempre esta hermosa.- Anton lo aparto rodando los ojos y me dio un abrazo.
- ¡Me alegra tanto que estés aquí! ¡Te he extrañado mucho en clases!- Amber me dio un abrazo de oso.
- Me alegra a mi también.- Dije riendo.
- ¿Cómo estuvo esa caminata?- John me tomo de la mano y camino a mi lado.
- Tranquila. Note muchas cosas diferentes.- Dije con rostro de confusión.
- ¿Cómo qué?- Pregunto.
- Como el frio que hace, el color de las hojas de los arboles, las casas que ya tienen calabazas en sus entradas.- Sonreí y él suspiro.
- Me encanta el otoño.- Sonrió al aire.
Llegue al salón de ingles y me detuve en la entrada, John me beso y se fue en dirección al salón que le correspondía. Mis amigos me miraron reconfortándome y entramos en el. Todas las miradas se posaron en mi, escuche un par de susurros en el silencio que se había creado y tome asiento en mi lugar al lado de Amber, Anton se sentó atrás junto a Margot. Me sentí desprotegida, sola en una habitación llena de gente, gente que me miraba lamentándose. Muchos habían ido al funeral de mi madre a darme el pésame, pero no recordaba ninguno, solo podía recordar las lágrimas, las flores y los abrazos de mis cercanos, nada más.
- ¿Todo bien querida Rachelle?- Anton acaricio mi tenso hombro.
- Si, todo bien.- Le di una sonrisa falsa.
La profesora comenzó a hablar y todos tomaron atención, pero yo no podía hacerlo, no me sentía cómoda en ese lugar.
Las clases prosiguieron como siempre al igual que las miradas tristes y fijas en mí que decían "Pobre chica." Ya no quería ser esa pobre chica, pero era inevitable no serlo cuando un despiadado asesino te había quitado a tu madre.
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Innocence
Mystery / ThrillerMis manos, sus ojos, la cabaña, el lago, sus labios, mis labios, su cabello, mi dulzura, su fuerza, mis lagrimas, sus lagrimas, el dolor, el olor, su sangre, la canción, su sonrisa, nuestros cuerpos, la inocencia. Momentos, que desde ahora solo seri...