Capitulo 41

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Después de un interrogatorio en conjunto con mis amigos y el sheriff, y de haber conversado y llorado todos juntos un buen rato en el hospital, cada uno volvió a su casa completamente destruido. Me dedique a llorar gran parte de la noche y el poco tiempo que dormí, que no fue más de una hora, no logre descansar debido a las horribles pesadillas que me invadieron. 

Me levante a las ocho de la mañana, aun con el disfraz de pirata puesto y el maquillaje completamente corrido. Pero nada de esto importo. Tal y como me levante baje las escaleras en silencio para dejar la casa y a mi padre sin que notara mi ausencia. Me dirigí directamente al muelle fuera de la cabaña de John, espantando a todas las personas que se cruzaron en mi camino.

Entre en la cabaña a recoger la cajetilla de cigarrillos incompleta que habíamos estado fumando hace dos noches y cogí una botella de vodka de la cocina para caminar directo al muelle. Me senté en las viejas y sucias tablas a observar el lago y como este bañaba mi bote.

Le di un largo trago a la botella y luego encendí el cigarrillo con dificultad por el viento que corría. Mientras que exhalaba el humo del cigarro los recuerdos volvieron a mi mente. Elisa sosteniendo a su bebe entre sus quebrados brazos. Cerré los ojos con dolor e impotencia, pero los abrí de golpe al escuchar pasos detrás de mí.

- ¿Rachelle?- John parecía estar completamente sorprendido al verme ahí. Se había cambiado la ropa, pero lucia aún más cansado y ojeroso que la noche anterior. 

 - John.- Pronuncie su nombre sin ánimo por primera vez. 

 - ¿Qué haces aquí? ¿Estás fumando y bebiendo?- Dijo frunciendo el ceño. 

 - Pretendo beber hasta emborracharme para caer al lago y ahogarme.- Rodo sus ojos y se sentó a mi lado.

 - No me queda más que unirme al plan.- Sonrió ladeado, era increíble que estando tan destruido siguiese viéndose atractivo. 

 - ¿Por qué a mí John? ¿Por qué a nosotros?- Algunas lágrimas brotaron de mis ojos. John me miro a los ojos y sonrió dulcemente limpiando mis lágrimas. 

 - Porque tal vez no nos hubiésemos conocido de otra forma. Solo imagínalo, si no te hubiese pasado esto los policías no te hubiesen seguido y no hubieses llamado mi atención.- Dijo gracioso, sacándome una sonrisa. 

 -¿Recuerdas que dijiste que podríamos hacer una fiesta uno de estos días aquí en la cabaña?- Cambie el tema desconcertándolo un poco. 

 - ¿Si?- Respondió dudoso. 

 - Hagámosla esta noche.- Propuse. 

 - Ray dudo que alguien este de ánimo para una fiesta hoy.- Dijo rascándose la frente. 

 -Te aseguro que llegaran de todas formas.- Le asegure. 

 - Podría ser peligroso.- Se acarició la barbilla. 

 - No me interesa, solo me quiero olvidar de todo John.- Rogué con tristeza. 

 - Esta bien.- Rodo los ojos.- Pero dame eso.- Me quito la cajetilla y la botella.

Amber se encargó de conseguir todo el alcohol que fuera necesario como para olvidarse del mundo y también de anunciar a todos que habría una fiesta en casa de John. Anton preparo una lista de reproducción con la mejor música y llevo sus parlantes. Ordenamos toda la casa y finalmente me di una ducha y cambie mi ropa por una limpia. Cuando salí de la habitación me encontré con algunos compañeros que recién llegaban en la entrada de la casa. Los salude amablemente y los invite a que pasaran a nuestra humilde morada.

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