Estuvimos varias horas hablando, mirándonos, tocándonos y observando las estrellas sin darnos cuenta de todo el tiempo que había pasado. Amber y Anton no habían dado señales de vida en todo ese tiempo y ya empezaba a preocuparme.
- Me estoy congelando y los chicos me empiezan a preocupar, creo que deberíamos ir por ellos.- Me senté junto a él y el hizo lo mismo.
- Vamos por ellos.- Se quito el mismo hoodie que me había prestado el otro día y lo paso atreves de mi cabeza y luego mis brazos. Sonreí dulcemente.
- Gracias.- Sonrió y emprendió el camino por la playa.
Caminamos un buen rato por la orilla de los árboles y rocas hasta que un sonido, poco común para mis oídos, hizo que me detuviera en seco. Gemidos. John me empujo contra un árbol y se detuvo frente a mí.
- Shh.- Susurro con un dedo frente a sus labios y con el mismo indico un punto detrás de mí, que, me atreví a observar.
La imagen era realmente impactante para mí, tal vez porque era virgen, o tal vez solo era impactante. Amber y Anton, completamente desnudos, ella sobre él, moviéndose de arriba abajo con rapidez y esfuerzo. Anton embistiéndola con fuerza desde abajo y sujetando sus caderas mientras ambos gemían. John me miraba fijamente con la sonrisa ladeada, un brazo sobre mi cabeza apoyado en el árbol y el otro en su bolsillo.
- Cuando estés lista, te lo hare mucho mejor que eso.- Era inevitable no temblar imaginándome con John en esa situación. Sabía que él era el indicado, solo faltaba encontrar el momento.
Después de unos minutos observándolos y escuchándolos excitados, y soportando la vista de John fija en mi, riendo de mi expresión de horror y excitación, nos alejamos por el borde de la playa hasta que volvimos a la fogata, donde nos acurrucamos en la arena junto al fuego y nos dormimos abrazados.
Desperté en el fuerte pecho de John sintiendo sus calmados latidos, aun estaba dormido. El fuego se había apagado y parecía que había amanecido hace poco por el color del cielo. Amber y Anton dormían al otro lado de la fogata. John parecía tan tranquilo e inocente estando dormido, su belleza era realmente genuina. Me separe de su abrazo con cuidado de no despertarlo y camine directamente al mar, me quite el hoodie de mi novio y el resto de mi ropa para lanzarla en la arena y meterme en el mar. Debía admitir que prefería mi lago antes que el gigantesco y perturbador mar, el lago era mucho más tranquilo y a diferencia del mar, no amenazaba con matarme.
Nade bajo del mar durante un buen rato, solo saliendo a la superficie para respirar y luego volver a hundirme en las profundidades. El mar era aterrador, intentaba llevarte lentamente más y más adentro para que en un descuido te atacara y matara, al igual que el asesino que me perseguía. Al notar lo alejada que estaba de la orilla decidí volver antes de que el mar me arrastrara más adentro y no fuera capaz de salir. Al llegar a la fogata, note que todos ya estaban despiertos y ordenando el lugar.
- Buenos días Ray.- Saludo un somnoliento Anton mientras guardaba las bolsas de malvaviscos que habían sobrado.
- Buenos días.- Salude dándole un abrazo por la espalda.
- ¡Rachelle estas mojada!- Reclamo haciéndome reír.
- ¿Dónde estabas?- John se acerco para besar mi mejilla.
- Nadando.- Dije tambaleándome en mis pies.- ¿Vamos a casa?
- A casa.- Amber paso su brazo sobre mis hombros y nos sonreímos mientras caminábamos.
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Innocence
Misteri / ThrillerMis manos, sus ojos, la cabaña, el lago, sus labios, mis labios, su cabello, mi dulzura, su fuerza, mis lagrimas, sus lagrimas, el dolor, el olor, su sangre, la canción, su sonrisa, nuestros cuerpos, la inocencia. Momentos, que desde ahora solo seri...