Hace seis meses.
Estaba preparándome para una cena en casa de Andrew. Conocería al Sr. Thomas, su padre. La verdad es que estaba muy nerviosa, sería la primera vez que lo veo.—Te ves hermosa. - dijo mi hermano observándome desde la puerta.
—¿Crees que le agrade? - mis manos temblaban.
—Madi, tranquilízate. Le agradaste a su mamá, seguro que a él también. - tomó mis manos para que dejara de temblar.
—Espero que sea así.
—¿Quieres un consejo para tranquilizarte?
—Por favor.
—Cuando yo iba a presentar mis obras me ponía muy nervioso, pero los artistas no tenemos tiempo para titubear, así que solo contaba del uno al diez. Se que suena tonto, pero créeme, funciona.
—Lo tomaré. - me dio un abrazo y un beso en la frente.
—Si quieres te llevo yo para que no estés tan nerviosa.
—Gracias, Malcom.
—Estaré en la sala.
Mi hermano a pesar de ser reconocido por su gran talento, aprendió todo lo que sabe solo, sin la ayuda de nadie.
Los nervios cada vez aumentaban.
Salí de mi habitación y vi a Andrew sentado; estaba vestido muy elegante.
—¿Que haces aquí Andrew? Se supone que yo llegaría a tu casa. - se levantó del sofá y me miró de arriba a bajo.
—Solo quería estar seguro de que estuvieras bien, Malcom me dijo que de seguro ibas a estar muy nerviosa.
Y no se equivocaba, los nervios eran tantos que mis mejillas estaban rojas.
Se levanto del sofá y rozó sus manos ásperas por mis mejillas, termino en mi cuello.
—Te ves hermosa con ese vestido. - me dio un beso en mi mano. Como si fuera una dama de la realeza.
—Los llevaré, no quiero que sus ropas se ensucien.
Fui a mi habitación y me miré al espejo por última vez, me sentía hermosa. Mire que todo estuviera en su lugar. Vi la foto de mi madre un poco sucia, sin pensarlo fui rápidamente y la limpie con mi vestido.
—Deséame suerte mamá. - dije observando con cuidado la foto.
Coloqué la foto en su lugar y respiré hondo.
Cuando salí de mi habitación vi a Malcom y Andrew riendo. Las dos personas que más amaba riendo juntos era como un sueño. Era capaz de hacer lo que fuera por ambos, incluso entregar mi vida, sin pensarlo dos veces.
Cuando se dieron cuenta de mi presencia, hicieron silencio y sonrieron.
Malcom se acercó a una de las tantas cámaras que tenía y tomó la cámara instantánea. Nos pidió que nos juntáramos. Andrew no le gustaba mirar a las fotos, así que bajo su cabeza y beso mi frente mientras yo sonreía.
La foto me encantó. La deje encima de la barra para cuando regresara la colgaría en mi habitación en una cuerda donde tenía muchas otras.
Nos subimos al auto de Malcom y parecía un taxista. Andrew y yo íbamos atrás. Jamás se me había echo tan corto el camino a la casa de Andrew.
Mi hermano tan caballeroso se bajó del auto rápidamente para abrirme la puerta. Me dio su mano para ayudarme a bajar. Me abrazó, y me dio un beso en la frente.
—Suerte. Sara te está vigilando y deseándote lo mejor.
—Gracias hermano.- le di un beso en su mejilla.
Andrew y mi hermano se dieron un abrazo.
—Cuídala muy bien, Andrew, confió en ti.
—Lo haré, gracias Malcom por todo.
Mi hermano se despidió y subió a su auto.
Andrew me ofreció su mano.
—¿Estás lista?
—Si.
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"Ese Chico Raro"
Teen FictionEl pasado es el creador de cicatrices en el corazón de las persona. Tal vez se alivie el dolor, pero las marcas seguirán hay. ¿Puede una simple persona borrarlas por completo? ¿Acaso es tan poderoso el amor? Madison es una adolescente de 15 años, co...