Capítulo 21

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Madison.

Nunca en mi vida había visto a Liam tan feliz. El estaba conduciendo su motocicleta, y de momentos gritaba en modo de felicidad, me causaba mucha gracia verlo de esa forma.

Había mandado mis bolsos en un taxi, directamente hacia el departamento, sabía que mi hermano se encontraba allí así que el se encargaría de ellos.

Liam me avisó que iríamos a un lugar muy especial para el, no estaba segura donde me estaba llevando, pero confiaba en sus palabras «te encantará».

Tenía mis manos en su abdomen para sostenerme, y podía sentir su respiración, era acelerada.

El casco que utilizaba me era cómodo para poder acurrucar mi rostro en su espalda. El camino era bastante largo, pero supongo que valdría la pena, según Liam me llevaría al lugar más alto de la ciudad. Observaba cada árbol o cactus que pasábamos de largo, el clima estaba acalorado pero mientras más avanzábamos se tornaba fresco. Pasamos un enorme cartel que a pesar de la velocidad de la motocicleta pude leerlo: "Bienvenidos al Paraíso".

Justo al instante que pasamos el cartel, Liam se detuvo. Mire hacia adelante y no se veía absolutamente nada, sólo el camino hacia una enorme colina. Se bajó de la moto y me quito el casco.

—El resto del camino tendrás que ir con los ojos vendados.- dijo Liam sacando un pañuelo de su bolsillo.

—No me vas a matar ¿verdad?.- acto seguido lanzó una carcajada.

—Madi, si quisiera lo hubiera hecho hace rato.- río, y me beso la mejilla.

La verdad era que nunca me molestaba esas actitudes en Liam, era sincero y eso me gustaba. Tal vez era cierto lo que le decía con orgullo y confianza. Sino estuviera Andrew, el sería el hombre dueño de mi felicidad. Pero como era lógico mis sentimientos por Andrew eran más fuertes.

Mi forma de pensar era muy diferente al resto de las chicas. Buscaban a un príncipe azul, rubio y de ojos azules, que termine con su sueño eterno con un beso. En cambio yo, buscaba al lobo feroz del cuento, un hombre lleno de imperfecciones y que solo yo pudiera ver su belleza interior, obviamente también su belleza exterior. Un chico que supiera hacerme feliz y deseada con un solo movimiento, un chico que no le diera miedo mostrar su lado oscuro y que a pesar de los días, meses o años, siguiera provocándome nerviosismo. Y Andrew al igual que Liam, llenaban esas expectativas. Tal vez Liam me conocía desde hace mucho tiempo, pero Andrew confesó sus sentimientos mucho antes que Liam. Andrew confiaba en mi, al igual que yo en el, me conoce lo suficiente como para saber que Liam es solo mi amigo. Liam de igual forma sabía en la posición que se encontraba y lo aceptaba.

Liam colocó el pañuelo alrededor de mis ojos e hizo dos nudos, me coloco el casco...

—La seguridad primero.- dijo burlón.

Con el pañuelo podía ver un poco, pero ahora con el casco no veía ni siquiera la silueta de Liam.

—Liam, no veo absolutamente nada.

—Es la idea, te lo quitaré cuando lleguemos a la cima, quiero que te asombres.

—Esta bien.

Tomó mis manos y las coloco a su alrededor, en su abdomen. Comenzó a acelerar, podía sentir el gran esfuerzo del motor al subir aquella empinada colina. Cinco minutos y ya estábamos en él cima, sentía la brisa azotando el casco. Liam bajo de la motocicleta y acto seguido me tomo de las manos para ayudarme a bajar aún con los ojos vendados. Me tomo de la cintura, me llevaba con cuidado y me daba indicaciones para que no tropezara. Seguíamos caminando, y bruscamente pude sentir el cambio de suelo, estaba caminando sobre madera y podía sentir un leve movimiento en ellas. Colocó mis manos en lo que parecía un pasamanos.

—¿Lista para ver "El Paraíso"?

—Si ahora es cuando me vas a matar, dile a Malcom que lo amo.- mi comentario lo hizo reír.

Me quito el casco con cuidado para no despeinar mi cabello rizo que estaba suelto y se movía al son de las ráfagas. Sentía escalofríos en mis piernas y mis jeans ajustados no ayudaban; mi imaginación era la causante de los escalofríos, trataba de imaginarme lo que mis ojos verían a continuación. Liam quito el pañuelo de mis ojos y acto seguido mis labios se abrieron involuntariamente.

—Bienvenida al "Paraíso".

No pude decir ni una palabra, estaba impactada con la visión que tenía. Era literalmente un paraíso. Podía verlo todo, casas, edificios, rascacielos, los autos en las autopistas, podía ver los lagos, los árboles, que para mí parecer eran inmensos, y en ese momento parecían parte de una maqueta diminuta. Y no sólo era eso, el atardecer estaba de fondo, anaranjado, amarillo, azul y violeta, era como si Picasso se hubiera tropezado y las pinturas cayeran al cielo. Jamás en vida había presenciado algo tan hermoso.

Cuando por fin pude quitar mis ojos de la majestuosa vista, me di cuenta de que estábamos totalmente solos. Liam estaba buscando algo en la motocicleta, mientras yo observaba todo mi entorno. Sentía los pasos de Liam dirigido hacia mi y me voltee. Tenía una botella de champán con una copa.

—Terminemos este día como se debe. Hubiera traído cervezas, pero aún eres menor de edad.- me ofreció la copa.

Ese comentario me hizo recordar que falta menos de dos meses para cumplir mis 16 años. Era increíble como pasaba el tiempo. Pero ignore mi pensamiento cuando vi que Liam no tenía una copa para el.

—¿Y tu copa?- dije mientras el me servía la champán.

—Me gusta disfrutar el sabor directamente de la botella.- dijo para luego pegar sus labios al orificio de la botella.

Mientras yo disfrutaba de la delicia del champán. Liam saco una pequeña caja de su chaqueta y me la dio.

—Un pequeño regalo, por haberme ayudado. Para que duermas como la princesa que eres.

Lo abrí y era un atrapa pesadillas, era hermoso. Eran colores naturales que combinaban muy bien con la decoración de mi habitación. No era de un tamaño grande, pero tenía la esencia.

—Gracias Liam.

—Gracias a ti.

"Ese Chico Raro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora