Capítulo 15

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Andrew

Golpeó a Ericka en la cara tan fuerte que estaba sangrando, no estaba seguro si debía alegrarme, pero ella se sentía orgullosa de eso. Sé que ellas la molestaban todos los días, pero no era necesario llegar a tanto. Me tuve que mudar de su lado porque no me sentía cómodo. A la misma vez me sentía un poco culpable al dejarla sola. Luego de un rato estaba cien por ciento seguro de que estaba dormida en su escritorio.

Quería ir a tocarla y susurrarle al oído que la amaba, y que estaba orgulloso de ella, pero tenía que hablar con ella sobre lo que hizo y eso no ayudaría.

Cuando ya era la hora de almuerzo vi que Liza iba a levantar inmediatamente a Madison, pero lo impedí.

—Liza, todavía no la despiertes, dame tiempo mientras llego al callejón no quiero sentir su mirada viéndome irme del salón sin ella.

—Esta bien, te daré cinco minutos para llegar y la despierto.

Esto sí que era muy extraño, no sólo para mí, también para todo el colegio. Era la primera vez que me iba del salón, al receso sin Madison incluso cuando aún no éramos novios lo hacíamos.

Podía notar las miradas de todos hacia mi, y había mucha gente viendo el video de cómo Madi rompió la nariz de Ericka.

Cuando iba pasando por el pasillo de los baños pude ver qué Ericka estaba en los lavados y las demás chicas la ayudaban a cambiar los vendajes de su nariz.

Ya estaba muy cerca del callejón, era un lugar muy alejado de donde se encontraban todos los alumnos. Nadie lo visitaba ya que era oscuro y algunos días poseía un olor no muy agradable. Era nuestro lugar, hay dimos nuestro segundo beso y la primera vez que tuve la dicha de manosear el trasero de Madi, todo un paraíso. De cierta manera soy un chico pervertido y ese lugar era el correcto.

Cada vez que entraba a ese lugar eran cientos de recuerdos, un lugar lleno de nostalgia.

—Madison, ¿qué demonios te pasa?- fue lo primero que le dije cuando ella por fin llegó al callejón.

Estaba asombrada por la forma en que lo dije, sin resentimiento alguno.

—¿Que te pasa Andrew?

—Madison, ¿estás orgullosa de lo que hiciste? No veo ningún arrepentimiento en tus ojos.

—¿Debería estar arrepentida?

—Le rompiste la nariz. Probablemente tenga que ir al hospital...

—Entonces te preocupas por ella, que acaso ya se te olvidaron todo lo que ellas nos hicieron. Intentan separarnos, ya se te olvido cuando quemaron mis papeles de la matrícula y no pude venir al colegio en dos semanas, o cuando me dejaron encerrada en el baño de las chicas toda la mañana. ¿Acaso eso está bien para ti?- sus ojos se llenaron de lágrimas pero no dejó que bajaran por su angelical rostro.

Tenía la razón, ellas habían sido aún más malas con ella, pero no entendía porque sentía malestar al pensar en ese golpe.

No encontraba las palabras correctas para decirle que tenía razón.

—Madi, lo siento, no sé que me pasa.

—Porque siempre eras tú.- dijo Liza sorprendiéndonos a ambos.

"Ese Chico Raro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora