Jamás me cansaba de ver la casa de Andrew, era hermosa y enorme, era un sueño. Con enormes jardines, hermosos cuadros a los cuales mi hermano había sido invitado a opinar sobre ellos, y el piso de mármol, siempre reluciente gracias a los empleados.
—1, 2, 3... 4, 5... 6, 7, 8...- murmuraba para poder tranquilizarme un poco mientras sostenía con fuerza la mano de Andrew.
—Se nota que estás nerviosa.- río, pero no me miró.
No pude contestar. No era la primera vez que iba a su casa, pero todo estaba diferente. Habían más decoraciones, flores por todos lados y el polvo era un tabú en ese momento.
—Bienvenida de nuevo Señorita Madison; joven su padre los espera.- dijo su Mayor Domo, Víctor.
—Es un placer volver a visitarlos y más si soy recibida por usted, Víctor.- me trataban con toda la amabilidad del mundo, Víctor era un hombre serio que se ganó mi respeto.
—Dile a mi padre que primero iremos a mi habitación y luego bajaremos, sabe que no me gusta la comida muy caliente.- no sé si acaso fue mi imaginación o Andrew acababa de guiñarle un ojo a Víctor.
—Claro joven, procuraré que la comida este tibia para cuando baje...- Víctor se acercó a Andrew y le susurró algo al oído, no logre escuchar nada.
—Gracias, Víctor.
Andrew me tomó de la mano y juntos subimos las enormes escaleras que llevaban a los dormitorios. Por alguna extraña razón sentí escalofríos y comencé a ponerme nerviosa. Era como si presentía que algo iba a pasar.
—Madison, quédate aquí un minuto me aseguraré de algo.- estaba ansioso, no pude evitar reír para mis adentros.
—¿Quieres asegurarte de que tu dormitorio este limpio?
—Algo así.- bufó y fue de prisa.
Estaba parada justo en el medio, donde se podían observar todas las pinturas que estaban colgadas en las paredes. Comencé a dar una vuelta lentamente para verlas todas, entonces llegue a una que me llamó mucho la atención, podría apostar que la habían puesto recientemente. Era una enorme pintura de toda la familia: Sr. Thomas, Nayla, Emma y Andrew, parecían una familia muy unida. Era un poco doloroso para mí ver eso, una familia; la que yo no tengo. Es cierto que tengo a mi hermano, pero extraño a mi madre y a pesar de todo a mi padre igual.
—¿Pasa algo Madison?
—No, solo me distraje unos segundos.
—Esta bien, sígueme, vamos a mi dormitorio.- si antes estaba nerviosa ahora estaba peor, no podía ni siquiera caminar, mis piernas temblaban.
—Seguro que no tenemos que ir ahora al comedor.- mi voz fue lo que me delató, supo inmediatamente que estaba nerviosa y sabía porque.
—No, hay cosas más interesantes que podemos hacer que sentarnos en una mesa para escuchar los maravillosos viajes de mi padre.
Llegamos al dormitorio de Andrew. Abrió la puerta y al ver que me quede bastante lejos se acercó a mí, me abrazó y me dio un beso en la frente.
—Madison, no te preocupes, no pasara nada que tú no quieras.- esas palabras me tranquilizaron bastante; me respetaba.
Entramos a su dormitorio, salté del susto cuando vi a Emma sentada en la cama de Andrew. Me miraba muy confiada y se podría decir que estaba feliz, pero estaba muy segura que no era por verme a mí.
—Hola Madison. ¿Cómo estás?...
—Estoy bi...
—No me importa. Solo vine a decirles que mi papá está aquí y cuando el viene todo cambia en esta casa. Mi estúpida madre ya no me obligará a ser amable contigo. Podré tratarte como quiera.- se acercó a mí y trató de levantar mi rostro, pero la detuve y sostuve su mano con mucha firmeza.
—Y tu, crees que me dejaré herir por tus palabras. Eres una inmadura, Emma. Se nota que nadie nunca te a puesto en tu lugar.
—Emma, sal de mi dormitorio.
—Hermano. Bueno después de todo tú también eres un idiota que te dejas controlar por una huérfana.- sentí la rabia e impotencia correr por mis venas; traté de acercarme a ella pero Andrew me sostuvo, sabía que eso no terminaría bien.
—Emma. ¡Lárgate!
—Chaíto, los veré abajo.
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"Ese Chico Raro"
Novela JuvenilEl pasado es el creador de cicatrices en el corazón de las persona. Tal vez se alivie el dolor, pero las marcas seguirán hay. ¿Puede una simple persona borrarlas por completo? ¿Acaso es tan poderoso el amor? Madison es una adolescente de 15 años, co...