Liam.
Absolutamente no estaba listo para leer lo que sea que decía esa carta, tenía miedo de que mi sueño fuera aplastado con unas simples palabras escritas en un papel, pero que para mí significaban mucho.
Madison tenía una enorme sonrisa como si estuviera ansiosa por saber qué decía la carta. Me miraba esperando que le diera permiso para abrir la carta.
—No se si estoy listo para esto Madi.- fue lo único que pude decir ya que estaba temblando.
—Lo estás Liam. Le has dedicado mucho tiempo y sudor a esta simple carta, ya verás que podrás lograrlo.
Sus palabras eran sinceras y directas, me estaba preparando mentalmente para lo que sea que decía esa carta. Hasta que suspire profundamente y le asentí a Madison, dandole a entender que abriera la carta.
Estuvo un par de segundos tratando de abrir el sobre que estaba muy bien hecho, en el cual decía mi nombre y dirección. Sacó la carta que era de color perla de una apariencia gruesa y brillante. La abrió y ojeo por encima.
—Bla, bla, cosas sin importancia, sellos por todas partes.- aclaró su garganta y comenzó a leer con decencia.
—Sofisticado Liam Carter:
Mediante esta carta le queremos agradecer por sus responsables asistencias a cada reunión y entrevista a las cuales fue citado. Observamos con curiosidad toda la información que nos brindó su colegio acerca de usted, y cómo era de esperarse sus calificaciones y comportamiento son de admirar. Nos tomamos la libertad de ir personalmente al colegio y charlar directamente con el Principal, halagos, era lo único que decía, los cuales hacen notar que eres un ciudadano de buen prestigio. Sería una falta de respeto si no admito que me llamó mucho la atención tu dedicación que fue descrita por tus profesores. De igual forma no puedo afírmale que ha sido el mejor que he notado, pues claro está que no lo es. Solo eres otro futuro graduando que quiere cumplir sus sueños y créeme cuando te digo que no es sorprendente. Llegando a la parte más esperada de la carta le informó que usted...- como se le ocurrió hacer una pausa en este preciso momento.
—¿¡Que dice Madi!?
—Liam, no...- y este era el momento en el que sentí que todo mis sueños se habían ido a la mierda.
Dediqué tres años de mi vida entrenándome físicamente y mentalmente, hice hasta lo imposible para que mi madre me diera su aprobación, pasaba desvelos leyendo documentos procurando que todo estuviera en orden para mí admisión y ahora nada, no admití, no llegaría a ser un policía.
—No sigas leyendo, por favor.- dije desilusionado.
—Liam, no volverás a dormir en lo que te resta de vida porque... ¡cualificaste!
—¿¡Que!?
—...ha sido admitido a la Academia de Policías del Distrito. No mentí cuando mencioné que me llamó la atención ya que me tome la molestia de escribir yo mismo la carta. Espero que no defraude mis expectativas hacia usted joven Liam, quiero que me demuestre que puede lograr este reto. Lo espero a principios de septiembre a primera hora en mi oficina.
Atentamente, el Sargento en jefe, Robert.No lo podría creer, el Sargento Robert escribió la carta. Era la persona de más importante en toda la academia, y que yo llamara su atención era ilógico, pero increíble.
Le arrebate la carta a Madison y lo ojee, pensé que había sido escrito a computadora, pero no, había sido escrita en bolígrafo, con la firma del Sargento en al parte posterior. De ver solo la firma sentía que mi corazón iba a estallar, el Sargento Robert tomo de su tiempo para escribir esta carta.
Había escuchado comentarios de algunos de mis futuros compañeros que sus cartas habían sido a computadora, solo con cuatros oraciones y lo único que cambia entre todas las cartas eran los nombres. Mientras que yo recibo una carta escrita a bolígrafo, con lujo y detalles, hecha por el Sargento; no lo podía creer.
—Felicidades, Liam, sabía que lo harías.- no sabía que decir, no podía hablar.
—No es un sueño, lo hice Madison, entre a la academia.
—Así es Liam lo...
—¡SERÉ POLICÍA!
No pude contenerme y grite en pleno centro comercial, me levante de la gruesa silla de metal y abrace a Madison, estaba sorprendida por mi reacción, reía mientras escuchaba a Madison diciendo «Liam, nos van a echar, cálmate». No podía, estaba feliz, muy feliz.
Todas las personas nos observaban, algunas reían, otras murmuraban, y otras aplaudían hacia mi comentario.—Caballero.- dijo un hombre uniformado que se encontraba detrás de nosotros, era irónico que fuera un policía.
—Me alegro mucho de que valla a ser policía, pero no pueden causar estos alborotos en un centro comercial, tendrán que retirarse.—No se preocupe, oficial, ya nos íbamos.- en eso tome a Madison de la mano, con la otra mano llevaba los bolsos de ropa.
Era la primera vez que me expulsaban de un lugar, pero jamás había estado tan feliz. El oficial nos acompañó hasta la salida y antes de irme se dirigió hacia mi.
—Hey, Chico, suerte, espero verte en unos años rondando por aquí con tu uniforme.
—Gracias, oficial.- le estreche la mano.
Todo había sido tan rápido que Madison no reaccionaba, solté su mano de mi agarre, llevo su mano al pecho como si todo lo qué pasó fuera demasiado para ella y no pude evitar reír.
Llegue en el lugar donde había aparcado mi motocicleta y tuve una excelente idea.
—Madi, vamos a celebrar esto juntos.
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"Ese Chico Raro"
Teen FictionEl pasado es el creador de cicatrices en el corazón de las persona. Tal vez se alivie el dolor, pero las marcas seguirán hay. ¿Puede una simple persona borrarlas por completo? ¿Acaso es tan poderoso el amor? Madison es una adolescente de 15 años, co...