"Ese Chico Raro"

Capítulo 23

Andrew.

Estaba desayunado cuando Madison me llamó y me dijo que fuera al departamento ya que estaría sola. No tenía nada planeado para el día, solo terminar un proyecto de biología. No era que me faltara mucho para terminar, pero era mejor hacerlo antes de irme.

Antes de salir le mencione a mi madre qué tal vez llegaría tarde, como era costumbre, me dijo que tuviera cuidado y que le dijera al chofer que me llevara. Pero no, no quería hacer que el chofer me llevará a un lugar tan cerca al cual podía ir caminando.

Antes, le pedí a Víctor que vigilará a Emma, no confiaba en lo absoluto en ella. Podía entrar en mi dormitorio y hurgar en el.

Un camino de diez minutos y ya me encontraba en el lobby del moderno edificio. Tome el ascensor, el quinto piso era mi destino, el departamento 506.

Al llegar a la puerta, encontré unas cartas debajo de esta, las tome y aunque no era de mi incumbencia las ojee. Había una carta de la Agencia de Fotografías para Malcom, otra era de al parecer un admirador, para él también. Las otras dos eran dirigidas indirectamente para Madison ya que de igual manera tenían el nombre de Malcom. Una era de tal vez la licencia de conducir, me parecía extraño ya que  Madison no me había mencionado nada. Otra era de un Centro de autos, y de simple vista parecía como si Malcom estuviera a punto de comprar otro auto, pero tenía el nombre de Madison. ¿Acaso estaba a punto de comprarle un auto a Madison? Y la última era diferente, el sobre de la carta llamaba mucho la atención, era de color vino, con letras negras incrustadas en el. Venía dirigida especialmente para Madison, esta no tenía el nombre de Malcom. "Instituto Superior del Norte" "ISN".

Sé que no debía, pero abrí la carta. Había escuchado uno que otro comentario de ese instituto, pero nunca de la boca de Madison.

Licencia de conducir, un auto y una carta del Instituto del Norte. Definitivamente Madison me estaba ocultando algo.

Instituto Superior del Norte (ISN).
Señorita Madison Poulter:

       He aquí nuestro deber de notificarle su posible Bienvenida al Instituto Superior del Norte; no obstante este es solo el primer paso. Ha sido añadida según su informe colegial a la Lista de espera. Como usted ya debería saber, tendrá derecho a dos oportunidades para demostrarnos que debe entrar a este prestigioso Instituto. La primera prueba, la cual conocemos como "Habilidad", será a principios de julio de este año. Donde debe mostrarnos sus habilidades, depende de las materias a las que desea acudir. Y la segunda y la definitiva, conocida como "Conocimiento", se ofrecerá a finales de julio de este año. Será su última oportunidad para demostrar su potencial, usando todo su conocimiento, enfrentándose a otros posibles futuros alumnos. Próximamente le enviaremos otro presente con el día, hora y lugar exacto donde se ejecutará cada prueba. Le deseamos la mejores de las suertes. Que su inteligencia la acompañe.
                                          Firma.
                                          Consejo de jóvenes.
                                          Consejero Patrick León.
                                          Directiva suprema.
                                          Directora Rumi Foo.

¿Madison se irá? Ese instituto queda muy lejos de la ciudad, casi tres horas en auto. Cientos de kilómetros de ella, cuando ahora solo me cuesta diez minutos de caminata para verla.

Entre sin más ni menos sosteniendo con fuerzas esa carta. La vi, estaba viendo su reflejo en el espejo que se encontraba en la sala. Estaba tan sexy, con una sudadera y un sujetador deportivo. Pero no era el momento para pensar en eso.

—¿Porque no me lo dijiste antes?- fue lo único que pude vocalizar, ella había dicho algo, pero ni siquiera lo pude entender.

—¿A que te refieres?- su rostro de felicidad al verme, su esfumó, y ahora me miraba confundida.

Lancé las demás cartas a la mesa y alce el sobre y la carta del instituto.

—¿Te iras al Instituto del Norte?- abrió los ojos como platos.
—¿No pensabas decírmelo Madison?

Ella estaba sobresaltada ante mi comentario, movía sus labios, pero no decía ni una sola palabra.

—Andrew, trate,... pero... pero no podía. No sabía cómo decirlo,... ni a ti, ni a Liza, ni a Liam y tampoco a James. No encontraba las palabras correctas para decirles que me iré miles de metros de ustedes.- sus mejillas estaban rojas, sus manos temblaban y en esos hermosos ojos verdes las lágrimas ya se hacían notar.

—Madison...

—Escúchame Andrew.- suspiro y no permitió que las lágrimas cayeran por sus mejillas ruborizadas.
—Siempre he querido ir a ese instituto. Veía fotos, videos de cada año que pasaba. Y cada vez mi interés crecía más. Cuando te conocí, por un momento pensé que me quedaría aquí al lado tuyo y al de los demás, incluyendo a mi hermano, pero quiero preparar mi futuro en ese lugar, quiero usar ese maldito uniforme. Quiero verme al espejo y decirme "lo estás logrando Madison". La razón es porque mi madre también estudió en esos pasillos y yo de igual forma quiero hacerlo. Entiendo si lo ves patético o egoísta de mi parte, pero... el futuro que quiero ver en mi se encuentra allá. Quiero ser feliz y obviamente quiero que tú también lo seas por eso entiendo si no quieres seguir...

No deje que terminara su argumento y la bese, estaba a punto de decir lo más que me dolía escuchar en ella. Ella sorprendida ante mi reacción no pudo continuar con el beso. Me alejé un poco de ella.

—Madison ¿porque siempre llegas al punto de decir que si quiero terminar contigo lo entenderás? Nena, yo Te amo y créeme que podrás irte al polo norte y mi amor hacia ti no cambiará en nada. Si tú mamá estudió en ese instituto, ve y haz que se sienta orgullosa de ti, más de lo que ya está.- tome su delicado y angelical rostro en mis manos y bese su nariz.

Sus lágrimas cayeron sin más, pero pude notar que eran de felicidad. Ella estaba sorprendida por como tome las cosas a la ligera, hasta yo mismo estaba sorprendido.

—Andrew, Te amo, gracias por entenderme.- le di un beso de respuesta, la abrace y le susurré...

—Ya te imagino con ese uniforme, tendrás que enviarme fotos todos los días, Madi.