Moneda de cambio [COMPLETA]

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En Instagram: java.r.dixon
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No podía cerrar los ojos, si lo hacía las imágenes comenzaban a agolparse en su cabeza como si fuesen las diapositivas de una pesadilla que se repetían una y otra vez. Y aunque la habían bañado con suavidad, puesto ropas limpias y sanas, y una de las muchachas estaba dulcemente arreglando su cabello, la conmoción de sentir las manos de aquel obsceno sujeto, explorándola con brutal invasión, rodeada por el espantoso olor de su fétido aliento a alcohol, y la visión de estar aún cubierta de su sangre, persistían en ella.

-Oh muñeca... no llores... aquí con nosotras estarás a salvo...-.

Una de aquellas mujeres buscaba de distraerla, hablándole de nimiedades como las frutas que tenían a su disposición en esta estación, o que hoy sería un día despejado y agradable para pasear por el jardín y ver las nuevas flores... y fue en ese momento, cuando escuchó sobre las flores, que algo simplemente se iluminó con paulatina y secreta intensidad muy dentro de ella, pues el invocación de su huerto, y de ella misma con su arquero en ese pequeño paraíso volvió de improvisto pero con íntimo anhelo a ocupar su pensamiento, su recuerdo era algo cálido que la curaría de tanta sinrazón, algo en el fondo su pensamiento que la instaba a seguir un poco más, debía luchar por vivir, por Daryl... lo necesitaba, extrañaba la maravillosa y embriagadora sensación de estar en sus fuertes brazos, casi podía sentir en las yemas de sus dedos la tersa textura de su piel, el sabor de sus besos, cómo su boca la tomaba con ímpetu y su ternura a la vez, su exigente y complaciente lengua contra la suya, sus manos recorriéndola con gentileza y al mismo tiempo con el ardor que entre ellos desbordaba al estar siquiera cerca... Su propio cuerpo comenzaba reaccionar ante tales evocaciones, la memoria de su piel no lo olvidaba en absoluto, y hasta creyó sentir su tibia y anhelante masculinidad en el total esplendor de su excitación, ella gustaba de atormentarlo exquisitamente con sus manos, mientras se adueñaba de sus labios, hasta que comenzaba a escuchar su gruñido ronco, sediento de más... luego se dedicaba a descubrirlo con lentitud con su lengua, recorriendo su recio torso, alternaba pequeñas caricias y tiernos mordiscos con delicados besos, verlo retorcerse de placer era delicioso, con sus ojos cerrados, perdido en una pasión arrolladora, hasta llegar a su miembro, donde su lengua gustaba de explorarlo, lamiéndolo primero con devoción, y luego desatando sobre él su ímpetu y dedicación, cuando Daryl ya no lograba soportar un momento más de ese dulce suplicio, y con una mirada de profundo anhelo y desesperación en el turbulento mar azul de sus ojos, la levantaba y la atraía hacia su pecho, y tomándola de la cintura, la sentaba a horcajadas de su ardiente pelvis, verlo tan deseoso de ella la hacía sentir poderosa, dueña completa de él, y advertir como su miembro se abría paso dentro de ella, completándola, tomándola de sus caderas para imprimirles el placentero ritmo que los llevaría por el camino de placer... Casi podía sentir su mano fuerte sobre su seno, sujetándolo con seguridad y ternura, para luego acercar su boca, lamiendo su pezón con delicada pasión, hasta que ronroneaba de satisfacción al lograr ponerlo firme y turgente... el ritmo se iba incrementando, las manos de Daryl entonces se abrazaban a su espalda para acercarla más hacia su propio cuerpo, mientras sus frentes casi se rozaban, ella lo tomaba del cabello mientras sus ojos se encontraban deslumbrados, perdidos ante tantas emociones, y cuando el nivel de la pasión comenzaba a hacerlos extraviarse de la razón, el éxtasis simplemente los desbordaba a ambos, ella sentía su miembro palpitante en su interior, mientras las oleadas de placer la recorrían, él se abrazaba entonces a su cuerpo, y la besaba con calmada y satisfecha paz, acunándola con la apacible tranquilidad que ambos sentían... y así, arrullada por tan dulces recuerdos, Java cerró los ojos alejándose de toda esa locura que la rodeaba... él era el bálsamo que le permitió caer en un sueño liviano al menos por algunas horas.

Cuando se despertó vio que del otro lado de la habitación en la que se encontraba, un hombre un tanto regordete, con un extraño corte de cabello; estaba hablando con un par de mujeres vestidas con similares vestidos negros, y que junto a él estaba Negan. Ver allí a su carcelero y, así mismo, salvador, la hizo encogerse del miedo de manera instintiva. En cuanto se movió, Negan volteó lentamente a observarla con una sonrisa que le resultó inescrutable y con paso lento pero resuelto se acercó hasta el sofá de tres plazas en donde ella había sido recostada.

Él tomó asiento en una cómoda butaca que colocó frente a ella, y con una oscura satisfacción en su rostro, la recorrió sin pudores con su penetrante y intensa mirada.

Aunque estaba golpeada, Negan podía ver la belleza de ella... tenía una sedosa piel olivácea, y un cabello que caía formando ondas sobre sus hombros, y aquella ropa que le habían puesto ceñía sus redondeados pechos, resaltándolos. Recordó que en cuanto la había visto la primera vez se había sentido incomprensible y punzantemente atraído por ella, por su fiereza y su mirada desafiante, y ahora que la percibía allí, tratando de asimilar lo que le había pasado en las últimas horas, viéndola tan indefensa, sintió como el deseo lo enardecía más fuertemente aún... Aunque al comienzo se había sentido muy molesto con Dwight porque, teniendo la oportunidad de traer a Daryl, había traído a aquella mujer, ahora se sentía extrañamente complacido por esa decisión. No le gustaba desperdiciar una mujer hermosa, y no iba a pasar de ella...

-Ves, gatita, ese hombre que está allí? "Dr. Smartypants,"... ese es un tío jodidamente listo... él te ayudará... Y aquí, con mis chicas estarás a resguardo... todas ellas son mis esposas, yo las protejo y ellas me hacen un hombre jodidamente feliz... bueno, a menos que se escapen como pasó con la última... Pobre Sherry... era hermosa pero no era una chica lista capaz de apreciar lo que significa estar casada con El Hombre... y ahora quedó un lugar vacío... - dijo bajando la voz de manera muy íntima, y acercándose a su rostro - y quiero que sepas que ese vestido te queda ... perfecto... creo que estabas predestinada a esto, Gatita...-

En cuanto Java escuchó esas palabras, bajó la vista y vio por primera vez la ropa que le habían puesto.

Estaba vestida como una más de las esposas de Negan.