9 - La sed

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Con apenas un temblor, tomó con suavidad mi labio inferior con su boca, y con la punta de la lengua lo rozó, parecía estar saboreándolo poco a poco. Noté como sus dedos abrían delicados surcos en mi cabello, me sostenía con delicadeza y firmeza. Mi boca sucumbió ante su avance, deseosa de más. Sabía a sol, a hogar, a paz, a una espera que quizá había tomado toda la vida.
Lo atraje hacia mí, y todo el calor de su cuerpo me rodeó, era una sensación nueva, salvaje, en donde todo lo que había sido alguna vez no tenía cabida siquiera, sólo existíamos él y yo.
Recorrí con mis manos sus brazos, quería aprenderme de memoria el mapa de su piel. Llegué hasta su cintura y quizás por el más primitivo de los instintos, tomé su cadera y lo acerqué a mí, una sed en mi interior clamaba por más.
Un gruñido sordo salió de su garganta, y sentí contra mi pelvis su miembro duro, anhelante. Su lengua recorrió mi boca, y se adueño de ella por completo. Luego tiró de mi cabello con gentileza, para que levantase mi rostro, y de una sola y lenta vez recorrió mi piel, desde mi boca hasta la base de mi cuello, y luego con una atormentadora línea de besos, se hizo camino hasta mi oído, y tomó el lóbulo, lamiéndolo y succionándolo hasta que deje escapar un gemido. Gruñó de satisfacción como respuesta. Comenzó a bajar la mano desde mi cabello, quería tomar mi cintura y sin querer rozó mi herida...

Java dio un súbito respingo, conteniendo el aliento, y todos los músculos se tensaron como respuesta al dolor, Daryl la miró asustado, había sido tan profundo ese momento entre ellos que se había dejado arrastrar por todas esas nuevas sensaciones que ella desataba no sólo en su cuerpo. Temió de haberla lastimado y su mirada la recorrió con honda preocupación. Ella mantuvo un instante los ojos cerrados y luego mientras los abría con lentitud exhaló aire a través de sus labios, no supo bien si porque necesitaba recuperarse de ese intenso encuentro, o como respuesta a el roce en su espalda lacerada.

-Estas bien? Te he lastimado? - había congoja y ansiedad en la voz del arquero.
Ella lo miró con ternura, aquel dolor no era nada si era el precio que tenía que pagar por haber sentido aquel maravilloso momento, y perdiendose en el cielo profundo de sus ojos, le sonrió, y levantó su mano hasta acariciar la suave y corta barba de su mejilla.
-A riesgo de que me llames loca de nuevo, creo que nunca estuve mejor- confesó, mientras lo tomaba de la mano. Trató de dar un paso para acercarse a él de nuevo, quería perderse nuevamente en esa increíble marea de deseo, pero sin embargo notó su resistencia. Y un tanto temerosa que él se hubiese arrepentido, inclinó la cabeza levemente, interrogándolo con la mirada.
Daryl bajo la vista, se sentía angustiado, y mientras apretaba con suavidad la tibia mano de ella le decía: -Temo hacerte daño- . Java se dio cuenta que sus palabras tenían un significado más profundo...
Ante su vacilación, ella tomó el rostro de Daryl  lo acercó hacia el suyo, las puntas de sus narices se rozaban apenas, y pudo sentir como él apoyaba sus manos en su cintura con etérea caricia, y casi en un susurro, como si fuese un secreto que sólo ellos debían saberlo, murmuró:
-Sólo si te alejas de mi-

Moneda de cambio [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora