34 - El susurro del amante

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-Tienes que hacerlo...-

-No! Basta! -

-Por favor... inténtalo...-

-Y una jodida mierda! Cuántas veces tienes que verlo por ti mismo? Me siento una inútil!-

No quería reírse porque sabía que ella se enfadaría más aún, pero mirarla cruzada de brazos, con el ceño fruncido, y pateando piedras hacia la cantera era un cuadro tan tierno como cómico, era como ver una cría pequeña con una pataleta. Y muy por el contrario, lejos de molestarlo, no podía sentirse más atraído por ella, ese juego de contrastes que encontraba en Java era lo que le resultaba más fascinante. La mujer maternal, que cuidaba y enseñaba a los niños de Alexandria, la amante insaciable, que inventaba cada noche nuevas y deliciosas formas de enloquecerlo, la valiente guerrera, capaz de apuñalar a un enemigo con cierta nota de placer al hacerlo... Era como si habitasen muchas mujeres en una sola, y era sólo para él.

-"Mía... sólo para mi..."-

Daryl se acercó por detrás, abrazándola, estrechándola contra su firme torso, y meciéndola despacito, mientras los dos miraban hacia el antiguo y hondo yacimiento en el que los walkers se desplazaban sin rumbo fijo.

-Vamos pequeña... hazlo por mí... necesito saber que puedes defenderte...-

Java se mordía los labios nerviosa. Habían estado un buen rato allí, los dos solos, lejos de la comunidad, y tras vaciar tres cargadores enteros, no había logrado darle ni a un solo walker. Se sentía frustrada, pero cuando él le hablaba así, con dulzura sobreprotectora, simplemente ella se derretía, y le resultaba muy difícil negarse.

-Estúpida arma- farfulló, mientras la volvía a tomar de las manos del arquero.

-Intentemos de nuevo... Levanta los brazos hasta la altura de los ojos, busca tu objetivo, y quiero que cuando lo veas, pienses en dónde va a estar el próximo segundo, no en dónde está ahora. Apunta...saca el seguro... expira suavemente.... Y cuando sientas que estás lista, dispara.-

Podía percibir la tibieza del cuerpo de Daryl a escasos centímetros de ella, y sus pensamientos se perdieron por un instante en la noche anterior... dulces memorias que incluían fugaces y vívidos recuerdos de su complaciente amante, recorriéndola por entero, y tomándola ardientemente mientras se duchaban juntos... deliciosas evocaciones de su piel...

-Cariño... aléjate por favor... me distraes... y si decides quedarte y estar tan cerca de mí, deberé obligarte a que me folles ahora mismo sobre esa moto tuya...

-Mmmmm....

-Daryl!-

-Estoy pensando...mmmm... Por esta vez, primero el trabajo y después el placer....-

Lograba hacerla reír aún en contra de su voluntad. Y ya más relajada, volvió a levantar el arma. Objetivo. Apuntar. Sacar el seguro. Expirar....

El disparo reverberó contra la barranca, replicando el eco una y otra vez. A la distancia, el apagado sonido del walker que caía se perdía entre las cacofonías de sus indiferentes compañeros.

-LO HICEEEEE!!- La sorpresa la inundó, mientras saltaba eufórica. El arquero la miraba orgulloso, disfrutando de la alegría y las risas de ella.

Sus miradas se cruzaron, y ella lo abrazó con fuerza, mientras musitaba un -Gracias- lleno de rubor.

-Muy bien, ya verás que pronto le tomarás el gustillo... Vamos a practicar un poco más antes que se oculte el sol, y después volvemos a casa... Y no creas que me olvidaré lo de la moto....

Sus días habían comenzado a discurrirse desde el plano de las meras fantasías y deseos secretos a una increíble realidad llena de luz, tibieza y esperanza. La confianza que Daryl depositaba en ella la fortalecía, era el bálsamo que la curaba. Le hacía buscar nuevos niveles de superación, y de su mano, se sentía animada a alcanzarlos.

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-Qué pudieron averiguar?-

-Han puesto bloqueos de autos y walkers alrededor de las tres comunidades, y un foso profundo rodea Alexandria. También han construido torres de vigilancia estratégicas. Están entrenando a las personas, y mantienen comunicación periódica de coordinación con Hilltop y El Reino. Los muchachos y yo estuvimos discutiendo, y pensamos que quizás sería lo mejor atacar primero Hilltop y despu...-

-NO! ESTÚPIDO GILPOLLAS! YA LO HE DICHO! PRIMERO CAERÁ ALEXANDRIA!

-Pero Negan...-

-Realmente Simon? Realmente vas a venir con un "Pero"? Vete a buscar a Dwightyboy, quiero que empecemos con esto lo antes posible.-

-Si, Negan, lo que ordenes-

Simon se retiró de la oficina en silencio, mientras el despótico líder volvía a perder la mirada a través de la inmunda ventana. Se habían logrado ocultar en una escuela, a varios kilómetros de donde estaba El Santuario, o lo que quedaba de él.

Si se movía de manera brusca aún le dolía la herida, había sido una maldita suerte que sus hombres lo hubiesen rescatado a tiempo, llevándose al Dr Carson con ellos.

Y aún podía escuchar en su memoria su susurrante voz... sus ojos cafés... el perfume a flores de su cabello...

-"Lo siento...".-

Aquella maldita mujer había logrado que bajara la guardia un instante, y lo había aprovechado al máximo. Se sonrió. Extrañamente, incluso a través de la furia que sentía, la punzada de deseo no se había desvanecido.

Por lo que sus hombres habían logrado advertir tras extensas horas de vigilar los alrededores, la mujer y Daryl se estaban quedando en Alexandria. Y le importaba una puta mierda que fuese mejor comenzar por Hilltop, como diese a lugar le cobraría a aquella zorra su osadía. Tomó su bate, y acercándolo a sus labios, le susurró con la ternura propia de un amante:

-Shhh... Lucille... pronto...-

Moneda de cambio [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora