-Sheriff, tú tienes una deuda conmigo...-
-Y como quieres cobrarte?-
-Lo que quiero es... una hora de tu arquero-
Rick la miró y sacudió la cabeza tratando de darle sentido a lo que le pedía.
-Para qué lo quieres? Le preguntó, extrañado.
-Para follá...
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Cuando al fin logró abrir los ojos, la luz entraba a raudales por la ventana del dormitorio. Era extraño, ya que por lo general era de las primeras habitantes de la casa en levantarse, y aunque hacia un par de días que estaba durmiendo más horas de las habituales, seguía sin poder sacarse ese cansancio de encima. "Lo extrañas más de lo que quieres admitirlo" se repitió, de manera masoquista, por enésima vez. Con mucha lentitud, buscó su ropa, y después de cumplimentar los rituales de aseo propios de la mañana, comenzó a descender en dirección al comedor de la casa.
Allí estaban a solas Carol y la pequeña Judith, a quien le estaba dando en pequeños trozos su colación de media mañana. -Buenos días, dormilona! – la recibió cariñosa, con una sonrisa franca que siempre la reconfortaba. –Te he reservado una porción de waffles exclusiva para ti, ya que Carl y Michonne estaban decididos a arrasar con todo!- comentó risueña. Java se acercó con paso tranquilo hacia la mesa, y en cuanto la pequeña la divisó, estiró sus bracitos hacia ella mientras abría y cerraba sus manitas con ansiedad. La joven la levantó embelesada, y montándola en su cadera, comenzó a darle besos en sus regordetas mejillas, al son de las risas de la niña. -Gracias Carol... pero creo que no tengo hambre... sólo tomaré un exprimido de naranja- -No cariño... hace días que veo que casi no comes... Yo sé que lo extrañas... estoy segura que hoy o mañana ya estará aquí... y realmente va a enfadarse si sabe que no te alimentas!-
Java hundió su rostro en el cuello de la niña, su aroma de bebé siempre la reconfortaba, pero desde que Daryl había partido hacia El Reino, el vacío que sentía era más de lo que podía soportar. -Realmente no puedo Carol... desde que se fue siento que tengo el estómago revuelto, no logró digerir casi nada, y si intento obligarme a comer algo, al poco rato vomito todo...-
Carol la contempló en silencio, mientras la muchacha jugaba, con cierta melancolía, con Judith. Desde que la conociera aquel día en que la rescataron de su secuestro, habían estado estrechando su relación, y el vínculo entre ellas se había desarrollado de una manera fluida y profunda. Y durante aquel tiempo había podido observar de cerca a la pareja, y en los últimos días le llamaba la atención que, aunque Daryl había salido ya en misiones de dos o tres días, durante las cuales Java se había mantenido tranquila y optimista, en esta precisa ocasión la veía absolutamente afectada... Carol sentía que la respuesta estaba allí, flotando ante sus ojos, pero que se le escurría sin poder atraparla...
-Java, cariño... ya hace un par de meses que nos conocemos... y como siento que ya tenemos la suficiente confianza, pensaba si puedo hacerte unas preguntas... íntimas- La joven se ruborizó levemente, aún recordaba con cierto bochorno que, en un par de ocasiones memorables, el resto de los habitantes de la casa habían llegado a escucharlos a ella y a Daryl intimar, pues después padecieron las chanzas y bromas al respecto que había caído sobre ellos como un aguacero de verano, pero no se imaginaba qué clase de cosas podría querer saber su nueva amiga... Sus apasionados encuentros con el arquero eran algo que prefería reservarse, ya que Carol le resultaba una persona de confianza pero con cierto halo maternal, que la cohibía como para confiarle sus secretos de alcoba.
-Qué .... necesitas... saber... - murmuró, sintiendo como se acaloraba su rostro. -Jajajaja, tranquila, que no voy a preguntarte nada sobre la mecánica del asunto... no voy a ese tema. Pero me preguntaba si vosotros dos se han estado... protegiendo... durante vuestros encuentros.- La pregunta la tomó absolutamente desprevenida. De repente tuvo un flash back, y ella misma era una adolecente muy avergonzada, en la sala de la casa de sus padres, y su madre la sentó a hablarle de los métodos anticonceptivos... parecían recortes de otra vida.
Dejó a la niña en el piso en medio de su manta, rodeada de juguetes, y miró a Carol tratando de entender como habían pasado de los waffles a los anticonceptivos. Pasó un rato antes de poder contestarle, y a la sorpresa inicial, le siguieron el desconcierto, y por sobre todo, la duda. -La verdad es que no...no nos hemos protegido... todo pasó tan rápido... y... bueno, nunca hablamos de ese tema, creo que ni siquiera nunca me detuve a pensarlo... -
Carol la miraba casi sin poder creer lo que escuchaba, pero trató de guardarse la sorpresa.
-Ok... entonces mi siguiente pregunta es inevitable, pero...has tenido tu período de manera regular? Perdona si te pregunto éstas cosas, pero... estás con ciertos... síntomas... que me llaman la atención...- -No sé... ni siquiera me di cuenta que habían pasado dos meses ya..pero... no... no puede ser eso...- -Java... Estas con sueño todo el tiempo, me dices que estas inapetente o con el estómago revuelto, y si Uds. no han estado usando algún anticonceptivo, déjame decirte que no es descabellado pensar que hay grandes posibilidades de un pequeño Dixon en camino....-
Después de dejar a Judith en la casa de los Michelson, Carol acompañó a Java a la enfermería de Alexandria para buscar una prueba de embarazo, pensaban volver a la casa para hacerlo allí, pero la ansiedad y la curiosidad de ambas mujeres pudo más, y luego de unos minutos, vieron como un signo positivo se formaba en la tirilla. Java miraba boquiabierta aquel test sin poder creerlo, y ante la sonrisa feliz de Carol, comenzó a llorar. La mujer pensó que sería de la emoción ante semejante noticia, pero pronto advirtió que aquel era un llanto de verdadera angustia.
-Oh no... por qué lloras? Verás como todo saldrá bien! Ahora podemos llevarte a El Reino, allí hay médicos para que sigan el embarazo...- y mientras la abrazaba, trataba de imaginar por qué aquella muchacha estaba tan afligida.
-Carol... Daryl y yo nunca hemos hablado de tener un hijo, ni de qué queremos para el futuro, ni siquiera de qué somos, por Dios! Y si no quiere ser padre? O se enfada porque no tomé precauciones? Y si eso le hace darse cuenta que no quiere estar conmigo? Oh Carol! Qué hago si no nos quiere? – Estaba inconsolable. Carol la miró con ternura, y la siguió acunando hasta que escuchó que comenzaba a calmarse. -Java, linda, quiero que me escuches atentamente: Daryl te ama. Así de simple. Aunque nunca te lo haya dicho, para ese hombre eres todo su mundo. No hay nada ni sobre, ni bajo este mundo más importante para él, si tú pudieses haber visto como era antes de conocerte y como es ahora, como te mira... ojalá cada mujer en el mundo pudiese tener un hombre a su lado que la mirase como Daryl Dixon lo hace contigo. Sé que hace poco tiempo que están juntos, pero con un hombre como él eso es irrelevante, sus sentimientos son muy profundos, y nada va a cambiarlos, por favor, nunca dudes de él. No voy a decirte que "mataría por ti" porque sabes que ya lo ha hecho, y que lo hará mil veces más si es necesario, pero más importante que eso, tienes que saber que ese hombre se dejaría matar por ti.-
Java miró a Carol, y dentro suyo sentía que era verdad cada cosa que le decía. Pero su corazón estaba lleno de la sombra de otros miedos, y antes de que pudiese siquiera pensarlo, susurró: -Tengo miedo que... el bebé muera... como mis otros hijos-
Carol la tomó de las manos, ambas compartían ese mismo dolor, ambas habían perdido lo que más amaban en ese nuevo y maldito mundo. -Ey.... Créeme, estoy segura que vuestro hijo va a tener al mejor papá del mundo, que le va a amar con adoración y le va a proteger de toda esta locura... y también tendrá a esta tía Carol, para defenderle, si Uds. quieren.... -Oh Carol! – fue lo único que pudo musitar, emocionada. Ambas mujeres se fundieron en un abrazo, y luego de un rato, ambas salieron de la enfermería, con nuevos aires renovados de esperanza ante este pequeño milagro, bromeando acerca de qué manera le daría Java a Daryl la noticia, y fue cuando se encaminaban hacia la casa para preparar el almuerzo para el grupo, que una fuerte explosión retumbó en la entrada de Alexandria.
Ambas se miraron, y al unisonó dijeron: -Negan...-