No debo caer.
No debo ser débil e indefensa.
No todo lo que parece bueno es bueno.
¡No!
Me aferro a mi cama, mis uñas dejando una fea marca en la madera.
He estado sola casi toda la semana, lo que ha sido bastante difícil para mí. No puedo evitar perderme en mis pensamientos, desenfocar mi mirada, olvidarme de todo lo que está a mi alrededor.
Puede ser el techo, o puede ser la pared, pero siempre estoy mirando hacia ellos sin cesar. Se ha vuelto una obsesión.
Cinthya es inteligente y sabia.
Ella notó que Patrick es peligroso debajo de toda esa capa de amabilidad y superioridad que nos mostró la primera vez que nos vimos.
No entiendo porque quiero ir a Satiry. Es como si la necesidad se hubiera germinado en mi mente, creciendo lentamente y sin cesar.
Debo imitarla. ¡Cinthya confía siempre en todos! ¡Se supone que yo soy la paranoica!
Aun así, por más que me esfuerzo en la intención de frenar esta tentación creciendo en mí, no ha dejado de perturbarme toda esta semana.
No sabría decir si tengo ganas de ir a Satiry porque intento comprobar por fin si debo o no despreocuparme por el hecho de Karina, o porque, por primera vez en mi vida, quiero ser una mujer joven que se divierte.
Sólo tengo que aguantar el día hoy sin decirle nada a Karina, porque, según ella, no podremos salir hasta el siguiente fin de semana.
Y seamos honestos, para ese momento me habré olvidado de todo.
O, al menos, es espero.
Oigo el cerrojo de la puerta cuando esta de abre. Entra Karina, tan linda y pulcra como siempre. Una persona que trabaja en un club no se ve tan bien todo el tiempo. Tanto ella como Patrick tienen más apariencia de dueños que de camareros, ayudantes, o lo que sea que les toque trabajar.
Está tan envuelta en sí misma que no se percata de mi actitud nerviosa, sino que toma un conjunto de ropa y corre a bañarse sin siquiera poner su vista en mí.
La observo fijamente cuando sale. Ella se viste y maquilla con sumo cuidado y detalle. No puedo evitar preguntarme a mí misma la forma en la que reaccionaría si ella fuera una Alba.
Seguramente la envidiaría. Ella no se esconde, no la obligan a hacer nada, es dueña de su vida y llama la atención por su obvia confianza.
Sería difícil percatarme, después toda una vida de sustos y enredos, que en realidad todo fue en vano y no había nada se que asustarse.
—Toma.
En algún punto de mis pensamientos Karina se llevantó, sacó algo de la encimera al lado de su cama y ahora lo está poniendo a mi lado.
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Dulce Magia Tormentosa.
FantasyDiane es una bruja blanca en otra dimensión de la tierra llamada Solteichn. Y no, no es del tipo de bruja blanca que hace obras buenas por doquier. Es un Alba. Los Albas son cazados por los Tenebris, (brujas y magos oscuros), que quieren robar sus...