Dulce Magia Tormentosa.

Epílogo.

Cinthya Handy despertó siete meses después de su funeral sintiéndose como nueva.

Era una nueva ella o, más bien, ya no era ella. Era alguien más.

Su nuevo nombre sería Cassandra. Había nacido de nuevo, mucho más poderosa que antes.

Salió de su ataúd usando su nueva y reformada fuerza. Miró su alrededor, encontrándose con un blanco y hermoso vitral que reflejaba su nueva apariencia. Cabello negro, ojos verde oscuros, labios permanentemente rojos.

Nunca se había visto mejor.

Caminó directo hacia la salida, yendo justo por donde había sido cargada por varios hombres, sin vida.

Recordaba cada segundo antes de que su espíritu viajara hasta la dimensión de aquella energía que le había invadido. Keeway, su nueva madre. Para ella habían sido sólo tres meses y medio siendo entrenada, pero para el mundo de Solteichn habían sido siete.

En Kewaay había entendido cosas que nunca entendería en la tierra.

Tenía nuevos motivos de vida, y estaría dispuesta a cumplirlos a como diera lugar.