Capítulo 42(pequeño lemmon)🌚

82 7 4
                                    

Jaime (P.O.V)
      ¡Por fin señores, por fin! Juqui se confirma y el resto importa una mierda. Aunque sinceramente, sabiendo lo cortito que es JC con esto del amor, pensé que nos llevaría un tiempo. Ahora mismo, lo único que importa, es mantener a nuestra querida María al margen de todo esto, e intentar que no se entrometa en esta PRECIOSA relación. Cuando se acercaron a nosotros cogidos de la mano, disimuladamente hice un signo de aprobación a modo de pregunta, a lo que Joaquín respondió asintiendo victorioso. Nos pusimos en marcha, y comenzamos a caminar por aquel frondoso bosque que nos rodeaba. A diferencia de Leja, yo era un tanto adorador del aire libre y su naturaleza. No hacía más que señalar cualquier tontería que viese, a lo que Leja correspondía rodando los ojos o diciendo: Si, si; Ajá; Precioso.
      Miré hacia arriba donde los boscosos árboles, tapaban gran parte del sol, lo que daba un entorno fresco y maravilloso, teniendo en cuenta estas fechas. La brisa que fluía por la zona, el canto de aquellos animales que rondaban por aquí y aquel ruido de las hojas moverse, transmitían cierta tranquilidad y además el paisaje junto a mi pareja lo hacía inmejorable. Estaba tan contento por tanta paz, que me aferré a la mano de mi chico.
Alejandro (P.O.V)
       A veces, creo que Jaime es demasiado sentimentalista. No obstante, he de admitir que se ve bastante tierno así, me recuerda a un niño pequeño súper emocionado, por estar contemplando su juguete favorito. Nos cruzamos con un lago que poseía un agua bastante cristalina, donde se reflejaba perfectamente el suelo. Las piedras que resalían, incluso parecían puestas intencionadamente. Cruzamos de uno en uno el lago ya nombrado y continuamos nuestra ruta sin rumbo.
-Chicos, mirad-comentó Javi señalando algo entre los árboles-.
     Todos le seguimos dudosos hasta observar que nos encontrábamos ya al pie de una montaña que daba a un paisaje aún más impactante. Todo el campamento se observaba desde aquí arriba, y al mismo tiempo, como los árboles  rodeaban el campamento. Aquí el aire que soplaba era más intenso, lo que me permitió rebajar mi calor corporal de tanto andar.
-Bua, vaya vistas chaval- expresó Jaime-.
-Esto es lo mejor que podríamos haber encontrado aquí- declaró Joqui mirando con asombro el paisaje-.
    Todo sea dicho; cosas como esta hacen que quiera estar aquí con las personas que quiero. Es difícil de expresar, pero me encuentro muy, muy cómodo.
-Me gustaría quedarme aquí por un tiempo- todos hicieron el mismo sonido apoyando mi idea-.
      Nos sentamos en el suelo y a cada rato salía un tema de conversación diferente; nos reíamos como nunca. Hasta acabamos hablando de nuestras madres y sus típicas frases.
-¡Jaime, bébete el zumo que se le van las vitaminas!- me reí con gran fuerza-.
-Esta es mejor- Joaquín se aclaró la garganta y procedió- ¡Madre mía! La primera vez que me siento en todo el día, de verdad, todo el día trabajando- expresó con un intento un tanto malo de voz de madre-.
       Entre nosotros, sabíamos que juntos, nos lo pasábamos de bien, hasta el punto de estar numerosas horas hablando. Aunque miré la hora y supuse que sería mejor volver.
-Chicos, debemos regresar. Casi va a ser hora de que todos nos reunamos- suspiraron cansados-.
-Venga va, en pie todos- ordenó Alberto mientras gritaba cosas como: ¡Vago!, ¡Culo gordo!, etc etc-.
    Caminábamos de vuelta al campamento, y para cuando llegamos, había un monitor avisando cabaña por cabaña de que deben asistir al comedor principal. Se giró y nos vio llegar.
-Chicos, al comedor- le miré mientras arqueaba una ceja-.
     Al entrar allí, ya había un considerable número de personas charlando entre sí, otros con el móvil, otros mirando a la nada,...
       Una compañera de clase se acercó a nosotros.
-Joaquín, ¿te sientas con nosotros?- En esa mesa, habían varios compañeros de otras clases, y chicas que cotilleaban entre ellas de a saber que- Noté a Jc amenazarla con la mirada-.
-No, gracias. Voy a sentarme con mis amigos- dijo lo más amable posible-.
     Nos fuimos a una mesa al fondo de la sala y retomamos nuestra conversación. Esta se vio interrumpida, cuando los cinco monitores que se encargaban de esto empezaron a mandar a callar incluso haciendo sonar un pito ensordecedor.
Jaime (P.O.V)
        Me reí de las caras de algunos cada vez que el sonido del pito resonaba por la sala. Se instaló un silencio acompañado de algunos susurros de vez en cuando. Un monitor agitó la mano exageradamente para captar toda nuestra atención y comenzó a gritar con un acento español malo.
-¡A ver chicos! ¡Cuando hayáis acabado la cena, nos veremos en la hoguera que se encuentra en la zona central del campamento!- comencé a escuchar quejidos-.
-¿Hogueras? ¿Que somos, niños pequeños que se van a contar historias de miedo?-
     Fruncí mis labios. Eso digo yo, eso está muy visto por Dios. Ya podrían haber pensado en otra cosa. Unas cocineras llamaron para informar de que ya podíamos ir a coger comida. Hicimos una cola para coger bandejas y así, ir poco a poco recogiendo la comida que más nos apeteciese. Nos dirigimos a nuestras mesas y cada uno fue cenando lo suyo.
-Más tarde-
      Llevé mi bandeja en su zona correspondiente junto al resto de los de mi mesa y fuimos saliendo. Al salir me encontré una estampa que me aterró instantáneamente. Uno de los monitores iba vestido de indio mientras hacía movimientos rarísimos. Aunque, empecé a reírme descontroladamente mientras llamaba a Leja para que viese esto.
-Leja, Leja. Leja mira esto, por Dios- comenté entre risas sujetándome de su antebrazo-.
      Este, al girarse y ver aquello, se sumó a mi tan audible risa.  Nos mirábamos y nos reíamos el doble hasta que llegó un punto en el que me sujeté el estómago. El hombre seguía haciendo aquellos movimientos que parecían de un animal teniendo ataques epilépticos.
-Pero, ¿y esta mierda?- medio gritó JC-.
    Joaquín también se reía, y ya estaba rojo de asfixia.
-Chicos, hoy haremos una actividad que os aseguro que os gustará- asentí intentando apaciguar mi risa que pasó a leves risillas que se me escapaban-.
     Seguimos a este extraño monitor a la hoguera y comenzó a explicar el juego.
-Todos hemos jugado a un juego donde debes pasar por varios puntos y al pasar por ellos te ponen un sello diferente, ¿verdad?- unos asintieron y otros suspiraron- Pues es es lo que vamos a hacer. Quiero equipos de 4 y que sean MIXTOS-.
-¡Ala! Vaya mierda- dijo cómico Alberto-.
    Hicimos equipo con dos chicas de nuestra clase y el juego dio comienzo.
-Más tarde-
    El juego era una mierda, y como me aburría, me escabullí con Leja una vez estaban finalizando. Caminábamos por la zona, hasta que recordé algo. Pensé que esta era la mía. Me apegué a Leja y le di un par de besos en la mejilla.
-¿Y esto?- dijo con una amplia sonrisa-.
-Nada. Hoy estoy cariñoso- coqueteé un poco haciéndome el inocente-.
-Vaya, vaya. Alguien busca más que besitos, ¿o me equivoco?- tomó mi cintura y comenzó a besar mi mandíbula. Hice más fuerte mi agarre a su ropa y me incliné para que pudiese tener un mejor acceso a mi cuello. Tras darme un pequeño mordisco en el lóbulo, susurró en mi oído.
-Vamos a la cabaña-sonreí mordiéndome el labio-.
      Yendo de camino, vimos como todos se dirigían a las cabañas y como los monitores ya se encontraban haciendo sus turnos de vigilancia. Íbamos a paso ligero y al llegar a la cabaña, Leja abrió la puerta a una velocidad inhumana.
-Tranqui fiera, todavía queda noche- deposité un cálido beso en su nuca provocando que se le erizase la piel-.
-Si haces eso, sólo conseguirás que me excite más- dijo tomando mi mano y adentrándome en aquel hogar-.
      Una vez dentro, al instante en el que cerré la puerta, Leja agarró mi camiseta y me dió un profundo beso. Me dejé llevar rápidamente y entrelazamos las lenguas, donde de vez en cuando se nos escapaba una sonrisa por parte de ambos. Tomé la iniciativa, y comencé a empujarle hasta llegar a la cama. Nos separamos por un instante y observé el estado de mi pareja. Estaba rojo, con la respiración entrecortada; me fijé en sus ojos. Estaban brillando, de forma que si me acercaba, me reflejaba en ellos, además, sus pupilas estaban dilatadas, lo que provocó que lo observase mientras el se sentaba en la cama. Me apegó a el; fue deslizando mi camiseta, mientras depositaba numerosos besos que estimulaban esas corrientes de placer. Se deshizo de mi camiseta y fue besando mi cadera de forma cálida y lenta. Esta acción, incitó a que se me escapasen numerosos gemidos. A cada cual, él sonreía satisfecho, como si supiese exactamente qué podría hacer para excitarme.
-Ven aquí- su voz era ronca y eso avivó todos mis sentidos-.
       Tomó mi muñeca e hizo que me sentase encima de él. Cuando me acomodé, acarició mi espalda de arriba abajo y con sus labios, se dedicó a besar mis pezones de manera sensual. Instintivamente, arqueé la espalda del placer. Noté como Leja iba bajando sus manos poco a poco hasta llegar a mi pantalón. Acarició con dulzura la zona y sus manos se metieron dentro de la prenda. Le sonreí y comencé a besarlo profundamente. Fruncí el ceño, y con ambas manos, sujeté sus mejillas haciendo que su cabeza se fijase sólo en mí. Apretó mi trasero y noté como se encendía cuando comencé a besar su cuello. Me eché hacia atrás y le quité la camiseta. Besé la parte superior de su abdomen e hice de las mías. Comencé a hacerle un chupetón mientras a Leja se le escapaban gemidos. Tras dejarle marca, me levanté y recosté a Leja.
-Por fin- escuché como soltaba una risita-.
       Me quité los pantalones mientras el me imitaba. Ya en bóxers, me mordí el labio sabiendo lo que se venía. Leja se incorporó e hizo que me tumbase. Su erección comenzó a rozarme y metí mi mano masajeándolo. De repente escuché un ruido por fuera. Ambos dirigimos nuestra mirada hacia la ventana y vimos al monitor.
-Mierda- Leja se quitó de encima y rojos como nunca, intentamos pillar el pantalón, o cualquier ropa que encontrásemos-.
-Me cago en...- dije corriendo fuera de la cama-.
       El monitor salió corriendo. Dios que mal, ¡justo cuando la cosa iba a más! ¿¡Por qué tengo tan mala suerte tío, por qué!? Murmuré numerosos insultos.
-Que susto joder- Leja se llevó la mano a su cara-.
-Joder, se estaba poniendo interesante la cosa- Leja se rió-.
-No te preocupes chiqui, hay más oportunidades- me guiñó el ojo-.
-Espera, espera, espera. ¿Me vas a dejar así?- asintió alegre-.
-¡Serás imbécil! Leja, oye, Leja- le agité el hombro y el se hizo el dormido- La madre que te parió-.
-Yo también te quiero chiqui- me dió un corto beso y me abrazó-.
     ¿¡Este se cree que voy a dormir así sin más!? Que asco de vida, ¡coño!
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
  Weee, ya estoy por aquí gente desconocida :3. Espero que os guste muchiiiiiísimo este capítulo, porque la verdad me ha llevado como unas 3-4 horas. Y a ti lectora querida, si, TÚ @_KlaraKatt , TOMA TU DROGA Y NO ME MATES.

Os dejo constancia de la agresividad de esta tipa ;-; (en verdad te queremos🖤)Un saludo gentecilla, nos vemos🖤🖤🐥E-chan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Os dejo constancia de la agresividad de esta tipa ;-; (en verdad te queremos🖤)
Un saludo gentecilla, nos vemos🖤🖤🐥
E-chan

¡¿Enamorado de mi mejor amigo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora