Em..., pues sí he vuelto. Y os dejo con esa preciosa foto que me hizo mucha risa😂😂. El motivo de este graaaan parón ha sido bastante duro para mí y si os gustaría saber porque, al final del capítulo lo comento. Gracias por haber crecido, ya somos 3k weeeey.
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Joaquín(P.O.V)Desde lo de esta mañana, he intentado ignorarlo, pero claro, por si fuera poco, me atraganto con una patata que no ayuda para nada. Casi todos se reían en mi cara, aunque Alberto intentaba aguantarla con mucho esmero.
-¿Y tú de qué te ríes?-me levanté echo una furia hacia el baño-.
Caminé por el establecimiento de vez en cuando proporcionando unos empujones para abrirme paso, hasta que llegué al baño. Abrí la puerta de "caballeros" y me quedé frente al lavamanos.
-Vaya desastre de viaje. Podría irme ya y olvidarme de esto- noté una mano posarse en mi hombro, provocando buscar a la persona a través del espejo-.
-Entonces no sería lo mismo sin tí-vaya, qué sorpresa. El otra vez-.
-Tsk-chasqueé la lengua, mientras alejaba mi hombro de su tacto-.
-Que raro, ¿yo no quieres hacerme nada?-suspiré con frustración mientras rodaba los ojos y me encaminé a la puerta; no sin antes dejarle claro mi mosqueo-.
-¿Sabes? Mejor si me dejas en paz. Ojalá no hubiese venido-comenté con un intento de mueca de asco-.
Iba a tomar el pomo de la puerta cuando tomó mi muñeca. Me aprisionó contra la pared, como si no quisiese soltarme en años. La bipolaridad supongo que es una de sus cualidades-.
-¿Estás seguro?-dijo posando una de sus manos en mi mejilla, mientras que la otra se apoyaba en la pared impidiendo mi escape-.
-Si, mucho- dije, mirando a otro lado. Qué narices, para que mentiros. Me temblaban los brazos y mis manos sudaban un tanto-.
-Entonces, mírame e intenta no besarme-mi cara estaba a pocos centímetros de la suya. ¿Cómo era posible que a día de hoy no hubiese visto esa faceta suya? Tan picarona y a la vez dulce que yo jamás podría imitar-.
-N-No quiero- hasta mi voz casi inaudible temblabas de nervios. Mi corazón estaba a punto de estallar-.
-Pues..., para no querer, tu cara está rojísima y tú mirada está posada en mis labios- era involuntario. Son finos y rosados, pero tienen pinta de suaves y cálidos. Además, piden a gritos un: ¡Bésame!-.
-E-Eso es mentira, yo...- cerró la poca distancia que había y me dió un beso que transmitía mucha ternura. Poco a poco nos fuimos separando y notaba como su mirada realizaba un recorrido de mis labios a mis ojos-.
-¿Sabes?- comenzó a hablar con la respiración un poco irregular- He aclarado mis dudas y si quisiese, te mostraba mi verdadero yo- abrí la oca para hablar pero siguió-- de echo, te la voy a mostrar-.
Antes de poder articular algún monosílabo, volvió a besarme pero con más fiereza. Rodeé mis brazos alrededor de su espalda y el las suyas en mi cintura. Notaba como poco a poco realizaba movimientos por mi abdomen, mi espalda,... Yo jugueteaba de vez en cuando con su pelo negro carbón que para mi sorpresa estaba muy suave. Intentaba subir mi camiseta y sabía que yo no me quedaría atrás. Oímos un pequeño ruido en la puerta y nos separamos rápidamente. Mientras acomodábamos lo poco de ropa que habíamos llegado a tocar y nuestro cabello, se oyó a alguien.
-Chicos, nos vamos ya- otra maldita oportunidad que perdía. ¿Quién sabe si las dudas que él ha dicho haber aclarado, le confunden? Me las pagarán por haberme jodido-.
-Que pena, nos hemos quedado a medias. Lástima, muchas cosas podrían haber pasado-comentó coqueto Jc. Antes de salir del baño, me dedicó un guiño-.
Nos reunimos y todos vieron mi mal humor; el cual fue cambiando a medida que se desarrollaba el turismo planeado por la zona. Nos tomamos numerosas fotos, lo pasamos bien y volvimos al hotel con la noche ya caída.
-Me..., voy a duchar. Si si, me voy a duchar-comenté rápidamente mientras cogía el primer pijama y me encerré en el baño. Al otro lado se escuchó su risa-.
-Oh vamos, ni que te fuese a violar- comentó con burla-.
Juan Carlos(P.O.V)
En nuestra habitación hacía algo de calor. Ya que estaba la calefacción y no sabía cómo funcionaba. En otras palabras, prefiero no romper nada, pero oye, el calor se tiene que apaciguar. Por esa razón, no llevaba la camiseta y no, no provocó; lo hago por mi bien a no morir de calor-.
-Joqui, dentro de poco hay turno de gimnasio, ¿te vienes?- oí como se cerraba el grifo de la ducha-.
-Me acabo de duchar. No pienso ir a sudar y luego tener que volver a ducharme- abrió la puerta y salió con tan solo una toalla que bueno, daba paso a mi gran imaginación. Le observaba de pies a cabeza con una sonrisa ladina haciendo que cerrase la puerta de nuevo-.
-Pues eso mismo, luego te vuelves a duchar. ¿Qué más te da? Un par de peso no te vendría mal, que eres bastante ligero-.
Está bien-dijo suspirando-Pero a mí me dejas tranquilo- no prometo nada-.
-Que si...- dije alargando la 'i'-.
-Más tarde-
Hemos estado en la cinta de correr y haciendo un poco de pesas. Por suerte, al ser un tanto tarde no había nadie haciéndonos compañía. Llevábamos un ritmo algo cansado, pero por lo menos tiene resistencia física.
-¿Cómo vas?- le pregunté cómo pude?-.
El me mostró el pulgar a modo de decirme que estaba bien (capitán obvious)
Y así estuvimos hasta que se acabó nuestro turno, de vez en cuando íbamos a la bicicleta también, donde, ¿sabéis que observaba? ( su booty 7u7). En efecto querida mente. Pero lo que sé ahora, es que Joqui se está peleando con su pobre pantalón para ir en busca de la tarjeta perdida.
-Mejor me siento, ¿no?-.
-¿Dónde la...? ¡Ah! Aquí estaba- miré a la dichosa tarjeta. El bolsillo pequeño delantero, como no-.
Cuando abrió la puerta, antes de que pasase él, me colé antes.
-Podrías esperar, entrabas de todas formas- empecé a vacilar-.
-Oh por Dios, que grosería de mi parte, mi lado. Las damas primero-salí para que pudiese entrar él. Hice una extraña pero cómica reverencia y él se cruzó de brazos-.
Levanté la mirada y BAM, portazo en mis narices.
-¡Ahora jódete y quédate ahí!- apuesto a que estaba rojo cual tomate-.
-Venga, MI LADY- lo remarqué- Era una pequeña broma- oí un golpe dentro-.
-¡Vete a tomar por culo!- empecé a reírme como nunca-.
Joaquín(P.O.V)
Tras estar un rato acalorado por la vergüenza, es que, ¿mi lady?, decidí dejarle entrar. Pero cuando salí estaba con su teléfono. Como no, llama quien todos sabemos que llama.
-María, cla-claro que sí. No llores mujer. Que si- alargó la vocal-.
-¿Interrumpo?- dije cabizbajo-.
-Ma-le interrumpió- Eres una exagerada, llevo solo tres días. Claro que te echo de menos, sabes que si- Claro Joaquín. ¿Cómo no le va a echar de menos? Está claro que en el fondo, le haces daño a él y a su pareja-.
-V-Voy a dar una vuelta-antes de que pudiese darse cuenta, eché a correr escaleras abajo. Aunque él de vez en cuando me decía que esperase-.
Necesitaba reflexionar, no puedo hacer esto. Sin pensármelo dos veces, salí hacia la calle una vez en la entrada del hotel sin pensármelo dos veces. Me fijaba en los carteles para llegar a un parque, el cual estaba casi silencioso una vez allí. Se oían las hojas de los árboles, el ruido de fuentes lejanas desde mi posición. Observé una banca de escasas vistas, sin poca iluminación y decidí sentarme. Mala idea, pues en vez de despejarme, me comía la mente con todo lo malo que había llegado a pasar en tan poco tiempo. Lloraba hasta que los ojos no quisieron soltar más lágrimas. No pensé que podría caer más bajo, hasta que me di cuenta de que no aparecía quien más esperaba. Veía bares cercanos con gente animada hay dentro, mientras que yo, en los reflejos de esos cristales, soy la viva imagen de la depresión. Avancé hasta la puerta del hotel y ni tan siquiera había alguien. Entré y recibí un dudoso buenas noches; si lo sé, no estoy bien pero que se le va a hacer. Subí las escaleras y al mismo tiempo, por la zona, bajaba alguien con mucha prisa.
-Imbécil...- unos brazos me rodearon con fuerza y su mandíbula descansaba en mi hombro. Estaba estático, no podía reaccionar a nada, mis ojos estaban abiertos enormemente y con el ceño fruncido. Hice un pequeño sonido de asombro-¿Cómo se te ocurre irte a saber Dios dónde? Me has asustado tanto, que no sabía si llamar al C.S.I- sonreí amargamente-.
-N-No quería meterme entre María y tú- apretó un poco más el abrazo-.
-Buf, está demasiado encima. Me pone un tanto de mal humor-.
-Creo..., que mejor me voy a dor...-.
-¡No! Espera un poco más- dijo poco a poco con voz más floja-.
Dudoso, levanté mis brazos. Al final de mi debate, decidí corresponder su abrazo y sin poder resistirme, escondí mi cabeza en su hombro.
-Mira..., no sé que te pasa pero, puedes contar conmigo. Lo sabes, ¿no?-.
-Vale-dije con desdén-.
-Maldita sea, ¿por qué no puedo decidir ya?-supe de qué hablaba-.
-¿Has hecho algo para aclarar esas dudas?- se separó un poco de mí y me mostró una sonrisa-.
-Creo que no lo suficiente-.
-Pues hazlo- ensanchó más su sonrisa-.
-Pues lo hago-.
Y así es como me dió un beso lento, pero con un sentimiento que me gustaba mucho de él. Su cariño por mí. Cuando nos separamos hablé.
-¿Y ahora lo tienes claro?- me miró con los ojos un poco entrecerrados-.
-Todavía no-.
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Bueno gente, me cuesta mucho tener que ser tan desesperante para vosotros (si, again) pero este verano ha sido entre..., uno de los mejores de mi vida y de los peores. He estado viajando mucho gracias a mis padres, visité a mi familia y tal, pero he pasado por la casi depresión que jamás he tenido alguna vez en mi vida. Se han muerto familiares cercanos a mí en un plazo de tiempo muy corto y uno de ellos calló en mi santo, que por cierto, lo pasé prácticamente sola.
Y por si fuera poco, hemos pasado de curso y A-chan y yo estamos en clases diferentes donde ni tan siquiera coincidimos. Todo maravilloso, no sé cómo, pero nos arreglaremos como podamos. Ya sabéis espero que os haya gustado el capitulillo de hoy y nos vemos en el próximo ^^ E-chan.
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¡¿Enamorado de mi mejor amigo?!
Romansa¿Qué pasaría si te enamoraras de tu amigo? Esta es la historia de Alejandro y Jaime. De un año para otro se hacen muy amigos, pero, ciertas situaciones se han dado entre ellos, lo que les hace plantearse sus sentimientos. ¿Superarán la barrera de ac...