¡¿Enamorado de mi mejor amigo?!

Capítulo 45

Joaquín (POV)

Sonreí, sintiendo el ligero peso de las flores sobre mi cabeza. Solo habían pasado unas horas desde que empezamos a salir, pero me sentía tan feliz que llegué a pensar que todo saldría bien... No me imaginaba cuanto me estaba equivocando. Aunque eso os lo contaremos en otro momento.
El caso es que me encontraba en una nube.
Ya estábamos de vuelta al campamento cuando Juan Carlos me apartó del resto. Solo fue un momento, me dio un pequeño beso en la mejilla y me apretó contra él agarrándome por la cintura. Después se alejó, dejándome con las mariposas en el estómago. Suspiré, cohibido, y me uní a Javi y Jaime en su conversación.
-Pues yo creo que ese monitor no cree en la existencia de los homosexuales y los bi.-comentó Jaime con su acostumbrado desparpajo.
-Nada de compartir cabañas con personas del otro sexo.-imitó Javi con un acento ridículo.
-Ahora somos seres mitológicos.-seguí con la broma.
-¡Como los unicornios que cagan arcoiris!- gritó Jaime ligeramente indignado, haciendo que la gente que teníamos alrededor nos mirara raro.
-Esta conversación no tiene sentido.-me reí.
-Últimamente nada tiene sentido en mi vida.
Jaime se encogió de hombros, con una media sonrisa en sus labios, para después alejarse trotando hasta donde estaba Leja. Él le recibió con una sonrisa, y nos dio un poco de envidia a Javi y a mi.
-La verdad es que tiene razón. Estas últimas semanas mi vida ha dado un giro de 180 grados.-dije mientras observaba a Juan Carlos.
Javi solo asintió, mirando a Alberto con una leve sonrisa.
Sin decir nada más nos adelantamos y me coloqué al lado de JC, que me cogió de la mano.
Era tan cálido, tan reconfortante...
Enredé mis dedos con los de Juan Carlos mientras caminábamos entre las cabañas. Me sonrió. Y como siempre, una fuerza superior a mí me hizo sonreír también.

Juan Carlos (POV)

Tras una terrible cena, nos fuimos a nuestra cabaña a paso rápido. Estaba deseando tumbar a Joaquín y repetir lo de aquella primera noche.

Entramos en la cabaña abrazados. Cerré la puerta de una patada y me fui desvistiendo de camino a la cama, quedando en calzoncillos.
Joaquín abrió los brazos, y yo me abalancé sobre él.
-No podía más.-le susurré al oído, mientras me embriagaba con su aroma.
Le di un beso en el cuello, y se rió levemente. Sonreí sobre su piel y colé una mano bajo la tela de sus calzoncillos.
-Ah~.-dijo con voz aguda.
Recorrió mi cuerpo con sus delicadas manos. Las llevó hasta mis mejillas y me besó. Acaricié su lengua con la mia, y él me abrazó por el cuello. Yo le atraje más hacia mí, agarándole por las caderas y subiéndole a mis muslos. Me rodeó con sus piernas, e inició un movimiento de cadera que me estaba volviendo loco.
La fricción de la tela, los suspiros, la piel caliente del chico entre mis brazos. Estaba perdiendo el juicio.
-Juan Carlos...-suspiró entre beso y beso.-P-por favor fó-

La puerta se abrió de golpe, cortando la frase de Joaquín. Era un monitor.
Nos separamos de un salto, y mientras yo me ponía la ropa a toda prisa Joaquín se tapó como pudo con las sábanas.
-Eh... We were...-intenté inventarme alguna excusa.
Pero no hizo falta. El chico levantó una mano, tambaleante. Parecía que estaba borracho.
-No te molestes.-me contestó en español, arrastrando un poco las palabras.-Solo me he equivocado de cabaña.
De pronto una cascada de lágrimas salió de sus ojos.
-¿Estás bien?
-Si, si.-dijo con la voz rota.-Lo siento, ya me voy. Se...seguid a lo vuestro.
-¡Espera! Quédate, cuéntanos que ha pasado.

Joaquín (POV)

Solté eso sin pensar. Aquel chico parecía de nuestra edad, y al verle llorar empaticé un poco con él.
Le brillaron los ojos ante mi propuesta.
-¿Seguro?
JC estaba de espaldas a mí, así que no podía verle la cara. Tenía un poco de miedo. Temía que se enfadara por retrasar lo que llevábamos queriendo hacer desde la mañana. Pero me equivocaba.
-Claro que sí, no hay problema tío.-le sonrió y le indicó con suavidad que se sentara en una silla que había en el rincón.