¡¿Enamorado de mi mejor amigo?!

Capítulo 25 (lemmon)

MULTIMEDIA: Jaime (izquierda) y Alejandro (derecha) esta vez con su corte de pelo de verdad.

Jaime (POV)

El problema era... ¿qué me ponía? "Tienes que ir sexy pero vulnerable", me dijo una amiga. Busqué eso en internet y solo había fotos de un tal Luzu haciendo morritos.
Abrí mi armario y saqué unos tres pares de vaqueros y varias camisetas y camisas.
-Sexy pero vulnerable, sexy pero vulnerable...-repetía en mantra mientras miraba la ropa.
Cogí unos vaqueros negros ajustados, una camiseta blanca y una camisa de cuadros roja abierta y remangada por los codos. Di una vuelta delante del espejo. Me aseguré de que se marcaba bien el culo, sexy, pero que se tapara un poco con la camisa, vulnerable. Perfecto. Me puse mis Converse rojos y me senté a ver la tele, mientras esperaba a que viniera.

Alejandro (POV)

Llevaba preparando esto mucho tiempo. A las siete y media ya estaba saliendo de mi casa, con unos vaqueros negros, camisa negra ajustada y Converse negros. Me remangué la camisa y abrí un par de botones. Satisfecho con mi aspecto, cogí el ramo de rosas y el estuche de terciopelo negro, comprado un par de días antes, en la joyería. Llegué más o menos a las ocho y, tras guardarme el estuche y esconder el ramo en mi espalda, llamé al timbre.
Jaime me abrió la puerta casi al instante, sonriente. Me quedé de piedra. Estaba tan sexy y violable... "¡Ese es mi uke!" pensé. Nos observamos mutuamente un rato. Después, recordé el ramo y se lo entregué. Se puso rojo, y olió una de las flores.
-Me encantan.-dijo dándome un beso en la mejilla.-Espera que las ponga en agua.
Entró en la casa y salió a los cinco minutos. Fuimos hacia el restaurante. Estaba en el paseo marítimo, un poco lejos la verdad, pero valía la pena. Estuve todo el camino repasando mentalmente lo que iba a decir.

Jaime (POV)

Cuando abrí la puerta a Alejandro pensé: "¡Ma, dre, mía! ¡Túmbame aquí mismo!" Y para no pensarlo, porque joooder, parecía un dios con esa camisa ajustada y esos vaqueros apretados. Me dio un ramo de rosas, que olían muy dulce. Las puse en un jarrón y nos fuimos hacia el sitio donde íbamos a cenar.
Él estuvo todo el camino diciendo cosas en voz baja, y no me hacía caso cuando preguntaba que donde estaba el sitio. Bastante tiempo después, llegamos al paseo marítimo.
-No me suena que haya algún burguer por aquí...-dije extrañado.
-No vamos a un burguer-dijo sonriente.-Vamos a un restaurante, que tengo reserva.
-¿U-un restaurante?-dije sin creerlo.-No voy vestido para eso...
-Estás perfecto-dijo él besándome.
Menos mal que no había nadie mirando. Entramos en el restaurante. Era el más elegante y CARO de la ciudad. Por más que le decía que si estaba seguro de gastarse ese dineral, más me decía que yo lo merecía. El mesero nos recibió y nos llevó a una mesa sola, apartada de los demás. "Para darle un aire íntimo" dijo.
Nos pedimos unos chuletones con setas y salsa de no se qué. Eso sí, estaba buenísimo. Alejandro pidió un vino, enseñando un permiso paterno que nos permitía beber. La convinación de sabores era perfecta. Mientras cenábamos hablamos de mil temas diferentes.

Alejandro (POV)

Según íbamos comiendo, me iba poniendo más nervioso. ¿Y si algo iba mal? ¿Y si el postre estaba asqueroso? O peor, ¿y si me decía que no? Mientras pensaba todo esto, no me di cuenta de que cada vez le prestava menos atención a Jaime, mientras me perdía en mi mundo.
Acabamos de comer y poco después el camarero trajo el postre especial que había encargado. Un gran brownie de chocolate, relleno de chocolate fundido, con helado de vainilla. A Jaime se le hizo la boca agua y se relamió. Cogió su tenedor, era el momento de actuar.

Jaime (POV)

Al acabar nos trajeron un brownie con forma de corazón. Tenía una pinta buenísima. Iba a empezar a comer, pero Alejandro me detuvo.
-Antes de eso, tengo algo que hacer.
Metió su mano en el bolsillo y sacó una caja negra de terciopelo.
-Te quiero, Jaime.-dijo sonriente.-¿Quieres salir conmigo?
Abrió la caja. Dentro habían un par de pulseras de cuerda negra, con una plaquita que decía: "Soy uno entre un millón".
-Yo...-empecé a decir.-¡C-claro que quiero!
Su cara se iluminó y nos besamos. Sacó una de las pulseras y me la puso. Le temblaban las manos, seguro que estaba nervioso. Yo cogí la otra y se la puse delicadamente.

Alejandro (POV)

Feliz, empecé a comerme el postre. De vez en cuando nos besábamos, intercambiando besos de chocolate. Acabamos y nos trajeron la cuenta. La pagué, con un poco de dolor. Ese sitio era realmente caro, pero Jaime lo valía.
Salimos y paseamos un rato por la playa.
-¿Quieres p-pasar la noche conmigo?-me dijo Jaime sonrojado.
-Nada me gustaría más.
Emprendimos la marcha hacia mi casa. Que bien que nuestros padres no estuvieran. Podríamos pasar todo el fin de semana juntos. Si sabeis a lo que me refiero. (Pervertido) Qué se le va a hacer.
Jaime fue directo a mi cuarto, y se encerró allí. Me dijo que esperara fuera, a que estuviera listo. Estuve unos cinco minutos esperando como un tonto mirando la puerta.
-A-adelante-dijo desde dentro.
Respiré hondo y abrí la puerta. Nada más echar un vistazo, una enorme erección apareció en mis pantalones. Jaime estaba sentado en el suelo, desnudo. Pero no desnudo a secas, no. Una cinta roja rodeaba su miembro, subía envolviendo su cintura y llegaba a la cabeza, haciendo un lazo.
-Wow.-fue lo único que pude soltar.
Jaime abrió un poco las piernas, invitándome tímidamente a que empezara. Me abalancé sobre él y me apoderé de sus labios.

Jaime (POV)

No me podía creer que estuviera haciendo aquello. Mi amiga me dijo que con eso conseguiría una gran noche con Alejandro, pero no pensé que funcionaría de verdad.
Él me besaba muy fuertemente, excitado. Pasó sus manos por todo mi cuerpo, provocándome un cosquilleo en la entrepierna.
Bajé mi mano y empecé a masajear la suya.
-Mm-gemía en mi oreja con su voz ronca.
Me dio la vuelta y empezó a lamer mi entrada. Era una sensación embriagadora.
-P-para...
Pero no me hizo caso.

Alejandro (POV)

Su cuerpo se tensaba a cada lametazo que daba. Introducí dos dedos de golpe, haciéndolo gritar de placer. Él comezó a hacerme una mamada, besando todo lo que se le ponía por delante. No pude más y lo puse a cuatro patas.
-Así no...-dijo totalmente excitado-me da vergüenza...
No le hice caso y entré lentamente. Empecé un ritmo de estocadas que estaban buscando el mejor punto de Jaime.

A-chan (POV)

Alejandro lo encontró y Jaime se sobresaltó.
-¡Ah!
Todas las estocadas se dirigían a aquel punto. Jaime estaba en su límite pero algo le impedió correrse.
-¡No p-puedo venirme!
Alejandro entendió que era a causa de la cinta que rodeaba su pene, que hacía de anillo de contención. Decidió aprovechar la situación.
Siguió embistiendo, sintiendo las placenteras contracciones de Jaime, que seguía al borde del orgasmo.
-Ah, ¡Alejandro!
Gritó Jaime, haciendo a Alejandro acabar, mientras soltaba la cinta haciendo que Jaime se corriera.

Alejandro (POV)

Ha sido increíble...-dije resoplando.
-Y-ya lo creo...
Nos besamos y nos fuimos a dormir, abrazados. El día siguiente iba a ser muy largo...

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¡Leeeeeeeeemmoooooon! ¡Leeeeeeeeemmooooooon! Ya se que mi lemmon es una mierda pero ya mejoraré xd. Siento el retraso, pero ya sabeis, con los exámenes y tal no he tenido tiempo. ¡Nos vemos!
~A-chan.