-Muy bien, señorita Clarke. Puede comenzar sus clases desde mañana a primera hora -concluye el hombre de lentes al otro lado del escritorio después de haber arreglado todos mis documentos.
-Muchísimas gracias. Entiendo que habrá problemas con algunos profesores, pero me pondré al corriente lo más pronto posible -afirmo de inmediato.
Tuve que regresar a la ciudad que me vio crecer para estudiar la universidad. Sin embargo, tomé esa decisión algo tarde y ahora debo estudiar las 2 semanas de clases que me he perdido.
Afortunadamente, el director fue bastante comprensivo al respecto y, aunque tardamos una hora conversando en su oficina, terminó por permitirme la inscripción.-Suerte -dice en cuanto nos despedimos.
Le agradezco una vez más antes de salir de la habitación.
Echo un vistazo a mi horario y decido dar una vuelta en el campus para localizar las aulas asignadas para las materias que tomaré.Ya es algo tarde, así que no hay mucha gente en los pasillos. Esto me facilita un poco el trabajo, puesto que no me distraigo en lo absoluto tratando de conocer gente.
Tras ubicar el último salón en la lista, guardo todos los papeles en mi mochila.
Sin duda, este será un año difícil y con muchos cambios.Suspiro de manera profunda mientras froto mi rostro con ambas manos.
Disfruto de la tranquilidad a mi alrededor hasta que es interrumpida por un fuerte grito y un par de risas.
Concluyo que el escándalo se originó en el tocador que se encuentra a la mitad del pasillo cuando un par de chicas salen corriendo de ahí.Pongo los ojos en blanco.
Y yo que pensé que al fin podría dejar la actitud que tenía en la preparatoria atrás...Me apresuro hacia el baño. En cuanto entro veo justo la razón por la que las dos muchachas habían huido tan rápidamente.
-Oh por Dios, ¿estás bien? -pregunto con cierto pánico al ver a una chica con su vestido manchado de rojo.
-Sí, es sólo agua de jamaica -dice ella con calma y una tímida sonrisa en el rostro.
Tomo un poco de papel y se lo ofrezco de inmediato-. ¿Por qué te harían algo así?
Ella toma el papel para después mirarse al espejo y limpiar su rostro.
-Bueno, una de las chicas que viste correr se llama Camille. Al parecer es la chica más brillante, pero fue humillada en un debate por una chica de primero -explica con ironía mientras escurre su cabello en el lavamanos, su sonrisa volviéndose un poco más amplia al recordar el suceso.Cruzo los brazos-. No puedo creer que aún haya gente tan infantil.
La chica niega con la cabeza después de exprimir la parte de abajo de su vestido que alguna vez fue color amarillo pastel.
-Da igual, ¿sabes? Su actitud sólo prueba lo mediocre que en realidad es.
Sonrío-. Supongo que tienes razón.
-Eres nueva aquí, ¿no? Mi nombre es Amelia Patterson. -Termina de secar sus manos antes de saludar.
-Natalia Clarke -respondo de manera amigable-. ¿Vives cerca? Puedo dejarte en casa para que no tengas que ir así a pie.
Ella baja la mirada e inspecciona su atuendo-. Mi casa queda a tan sólo un par de cuadras. Además, no me gusta mucho la idea de subir a coches de gente que a penas conozco -comenta apenada.
Me quito la mochila para dejarla en la parte del piso que aún está seca por un momento. Después, decido quitarme la larga gabardina verde que visto y se la doy.
-Toma esto entonces.-¿Hablas en serio? -cuestiona con incredulidad. Me mira como si fuera la única persona aquí que en realidad se comporta como un humano decente.
Asiento-. Puedes devolverla el viernes, en realidad no tengo problema. Sólo que si de pronto no vuelvo a verla, le diré a Camille que te eche pegamento líquido y yo aventaré algunas plumas.
Amelia ríe ante mi comentario-. Eso es aún más humillante que el agua de jamaica. Trato hecho.
Estrecho su mano en cuanto ha subido el cierre de la gabardina.
-Sí, definitivamente te ves mejor así.Estoy por bajar mi brazo cuando ella lo sujeta con ambas manos.
-Tu tatuaje es lindo, ¿está cubriendo tu contador? -pregunta sin titubear.Esperaba no tener que mentirle a la primera amiga potencial. Sin embargo, sí le digo la verdad seríamos automáticamente el club de chicas raras.
-Sí. Ver los números me causa mucha ansiedad. Prefiero ver un dragón en mi antebrazo.
-Se ve súper. Aunque todo lo relacionado con el contador me parece fascinante y romántico, entiendo por qué muchas personas preferirían no tenerlo.
-Gracias -susurro, tomando la oportunidad para bajar mi brazo y tomar mi mochila-. Ha sido un gusto, Amelie. Espero vernos pronto.
-Adiós, ¡gracias!
Salgo del lugar y me apresuro hasta el estacionamiento, pretendiendo encontrar refugio en mi auto antes de encontrarme a alguien más.
Me relajo una vez que me he acomodado en el asiento del conductor. Suspiro nuevamente, inclinando mi cabeza hacia atrás en cuanto cierro la puerta.
Bueno, eso pudo haber sido peor.
Definitivamente, debo mentalizarme para tener que lidiar con gente inmadura durante mis próximos años.Sólo espero no terminar igual que ellos.
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Soulmate | Zacky V ✔️
Teen FictionSe supone que conocemos a nuestra alma gemela cuando el contador en nuestro antebrazo llega a cero. Para mi infortunio, el mío ha alcanzado esa cifra y nunca encontré al dichoso "amor de mi vida", así que supuse que jamás lo encontraría. He mantenid...