Soulmate | Zacky V ✔️

XX

Aviso a las chicas que Baker ya me está esperando afuera. Tras despedirme rápidamente de ellas y agradecerle a Brooke por el desayuno, salgo a su encuentro.

—Gracias por venir por mí.

—No hay de qué —responde sin siquiera voltear a verme.

—¿Listo para la comida de tu mamá? —pregunto en un intento por romper el hielo.

—No iremos —anuncia Zacky sin esperar a que termine de acomodarme en el asiento del copiloto.

Lo volteo a ver con preocupación. Él parecía estar algo emocionado con la reunión. Además, es el cumpleaños de su madre, ¿por qué Baker no querría estar ahí?

—¿Por qué? —resumo la pregunta que acababa de pensar.

Él aprieta los labios. Negándose aún a mirarme, responde—: Mi madre sólo quiere que vayas para que la gente con la que tiene negocios te conozca. Te quiere ahí para que asumas tu papel en mi familia y nada de esto estaba considerado en el trato inicial.

Pongo los ojos en blanco—. No fue considerado explícitamente, pero creo que ambos sabíamos todo lo que implicaba nuestra mentira. Aunque tal vez no pensamos en los detalles, aceptamos lo que vendría, así que mínimo déjame decidir entre ir a esa reunión o no.

Sus ojos finalmente se posan en los míos. No sé con exactitud si ha sido la molestia en mi voz lo que ha captado su atención o si ha sido lo que dije, pero la expresión en su rostro no ha cambiado en lo absoluto.

—No habrá forma en que puedas alejarte del todo de mí si te presentas a la fiesta —advierte con firmeza, dejándome caer desde la nube a la que subo cada vez que paso un buen día con él.

¿Eso planea? ¿Intentará alejarme en la primera oportunidad que se le presente?

—¿Qué si no me quiero alejar del todo de ti? —Casi logro terminar la pregunta sin que se me quebrara la voz. Casi.

Al tener silencio como la única respuesta de su parte, deseo con todo mi ser bajar del vehículo. Sin embargo, puede que alguna de mis amigas vea esta escena desde la casa de Brooke, así que me quedo como estúpida esperando a que Zacky diga algo; lo que sea.

Su brazo derecho se extiende hasta que su cálida mano sujeta mi rostro.
—Nat, no quiero que te sientas responsable de estar al frente de los negocios familiares. Sé que eres capaz de hacerlo, pero no es tu obligación —explica finalmente, haciendo una pausa antes de insistir—: Vamos a cenar, o a donde tú quieras pasar la tarde.

Asiento un par de veces mientras proceso sus palabras. Aunque sus facciones ya no son frías y sus pupilas esmeraldas me miran con atención, el hecho de que evitó por completo mi pregunta hace que decline su oferta.

—Llévame a casa. —Tomo su mano y la retiro delicadamente de mi mejilla—. Me desvelé escuchando los chistes malos de Amelia, así que quisiera dormir un poco.

Él aprieta los labios. Sabe que hizo algo mal, más no intenta remediarlo en lo absoluto.

Tal vez deba poner una alarma cada cinco minutos que me recuerde que Zachary James Baker no es mi alma gemela. De otra forma, creo que terminaré sintiéndome igual o peor que cuando mi contador llegó a ceros.

El trayecto a casa es incómodo y silencioso. Al entrar a mi hogar, agradezco al cielo que no les dije exactamente qué haría hoy por la noche, o me habrían bombardeado con preguntas respecto a la fiesta de los Baker.

Les digo la simple excusa de que me iba a ver con Brian pero canceló los planes de último minuto. Ellos creen sin dificultad.
Repito lo que le dije a Zacky sobre dormir un rato para que no me vayan a buscar a mi habitación. Aunque seguramente no podré descansar, no quiero hablar con alguien en lo que resta del día.

Baker me pidió que le avisara si quería salir más tarde y accedí por pura cortesía; no planeo salir de mi habitación hasta que el sol se vuelva a asomar por el horizonte.