—El próximo fin de semana es cumpleaños de mi madre y estás invitada a la cena —anuncia Zacky en cuanto aparca el vehículo en el estacionamiento de un gran centro comercial—. Así que te traje aquí para que elijas de primera mano lo que vestirás esa noche. —Retira su cinturón de seguridad y me voltea a ver. Debió ver algo en mi reacción porque no tarda en agregar—: No tienes que asistir si no quieres, de verdad. Podemos ir al cine o algo.
Sacudo la cabeza en un intento por quitar la cara de susto—. Por supuesto que iré. ¿Qué clase de alma gemela no asiste al cumpleaños de su suegra?
Mi acompañante suelta una ligera risa ante el nerviosismo que permanece en mí—. La clase de alma gemela que tiene cosas que hacer. Ya veremos qué inventamos.
—Me parece suficiente mentir con la parte de que soy tu alma gemela, gracias.
El humor en sus facciones se desvanece al instante. Sin embargo, decido escapar del incómodo momento que estaba por ocurrir al bajar del vehículo. Baker no tarda en hacer lo mismo.
—Te traje aquí porque hay más variedad de tiendas, pero si tienes algún diseñador de tu preferencia, puedo contactarlo.
¿Diseñador? Supongo que debí pensar en la extrema formalidad de la reunión antes de ignorar la otra opción que él dio—. No, está bien. Sólo que necesitaré tu ayuda para saber qué tipo de vestido es mejor para la ocasión.
—Claro —asegura, la alegría regresando a sus facciones mientras toma mi mano y caminamos juntos hacia el interior de la plaza.
El sentir sus dedos sosteniéndome hace que recuerde el día que nos conocimos. En aquella ocasión su andar era algo autoritario; me llevaba a paso más apresurado del que acostumbro. Ahora, en cambio, el ritmo que llevamos es más calmado y, más que guiarme hacia alguna tienda, me acompaña.
Nos dirigimos de inmediato hasta el área donde encontraremos lo que buscamos. No tardo en buscar los vestidos más extraños para mostrárselos a Zacky.
—¿Qué opinas de este? —pregunto, sosteniendo un vestido corto adornado con plumas blancas.El joven de ojos verdes ríe—. No sé si te verías como un ángel o como una gallina desplomada.
—Qué gracioso eres. —Le enseño la lengua y opto por enfocarme en encontrar modelos que sean adecuados para la ocasión en lugar de estar jugando.
Pronto entro al vestidor con cinco vestidos diferentes en mano.
—¿Y bien? —le pregunto a Zacky al salir un poco del pasillo de probadores vistiendo la cuarta pieza que hemos elegido.
Él sonríe. Sus ojos se iluminan con un brillo similar al de aquella tarde que conocí a su familia. No puedo explicarlo, pero con esa expresión sé que no necesito probar ni un solo atuendo más. Aún así, espero a escuchar su respuesta antes de tomar la decisión.
—Preguntas como si en realidad pensaras que algún vestido se te vería mal. —Sus palabras me toman por sorpresa. Afortunadamente, él no deja que el silencio crezca—. Por supuesto que te ves bien, Nat.
Asiento mientras muerdo mi labio inferior. No necesito que alguien me diga si me veo linda o no, pero se siente muy bien cuando lo hacen; más si ese alguien es Zachary Baker.
—Gracias.Regreso al interior del vestidor para cambiarme a la ropa que vestía antes. Le entrego los vestidos a la señorita encargada del área.
—¿Cuáles se llevará? —pregunta, recibiendo las prendas con cuidado.—Todos —responde Zacky antes de que yo pueda hacerlo.
Me quedo un buen rato ahí parada con la boca medio abierta. No quiero contradecirlo porque me gustaron los vestidos, pero tampoco quisiera que gastara tanto en mí.
—No, sólo llevaré el azul...
La mirada que me dedica Baker me hace callar. Esperaba que fuera desafiante, que el bosque en sus ojos se encendiera con molestia y esa fuera su forma de convencerme. Sin embargo, el color esmeralda está intacto.
—Cariño, es mejor tenerlos de reserva. Aunque, si no quieres, podemos ir a buscar otros vestidos —ofrece con dulzura.Desvío el rostro, escapando una vez más de las sensaciones que causa en mí sin siquiera tocarme.
Noto que la señorita me mira con incredulidad. Seguramente sería la primera chica que se niega a que alguien le compre ropa de este lugar.
—De acuerdo —suelto con a penas una sonrisa en el rostro.La compra se completa y salimos de esa tienda en silencio.
No me fijé en la etiqueta de ninguno de los modelos y, siendo sincera, me alegra no haberlo hecho. Así al menos puedo aparentar que no lo estoy haciendo gastar demasiado dinero.—¿Pasamos a algún otro lugar? —pregunta Zacky, apretando un poco su mano alrededor de la mía para sacarme de mis pensamientos.
Niego con la cabeza—. Creo es suficiente para los próximos cinco cumpleaños de tu madre.
Él ríe—. Sé que se presentarán otras ocasiones en que necesitarás vestirte formal.
Ladeo la cabeza. Una vez más, tiene razón.
Miro la hora en mi celular. Pensé que sólo habían transcurrido un par de horas, pero ya casi es momento de comer.
—¿Comeremos fuera?—Sí, la comida también va por mi cuenta. Vamos.
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Soulmate | Zacky V ✔️
Teen FictionSe supone que conocemos a nuestra alma gemela cuando el contador en nuestro antebrazo llega a cero. Para mi infortunio, el mío ha alcanzado esa cifra y nunca encontré al dichoso "amor de mi vida", así que supuse que jamás lo encontraría. He mantenid...