IV

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A pesar de que salgo del establecimiento con paso presuroso, no veo a Zacky cuando llego a la acerca y miro hacia ambos lados.
Me pregunto en silencio la velocidad a la que debió haber caminado para desaparecerse tan rápido cuando una voz detrás de mí me hace estremecer.

—¿A quién buscas? —La interrupción del silencio provoca que dé un corto salto y mire hacia esa dirección con molestia.

—Quiero ver tu tatuaje —le pido a Baker con firmeza a pesar de que mis dedos tiemblen.

El joven sonríe, dejando que el humo del cigarrillo que fuma se filtre entre sus dientes.
—Mínimo invítame un café primero —responde en tono de broma, alejando su espalda de la pared y dando un paso hacia mí.

Pongo los ojos en blanco.
—¿Algún lugar de tu preferencia? —accedo después de suspirar.

Él asiente, tira al piso lo que queda del cigarrillo, lo aplasta y recoge para después comenzar a caminar.
Sin advertirlo, toma mi mano entre la suya antes de llegar a un cruce peatonal.

Una parte de mí desea soltarlo de inmediato, pero la otra encuentra comodidad en su tacto; entonces, opto por relajar mis dedos entre los suyos.
Al notarlo, Zacky me mira de reojo con una sonrisa. Sin embargo, continúa sin decir palabra alguna.

Su gesto me hace sonreírle de vuelta.
Es más que obvio que me equivoqué al sacar la primera conclusión de este chico. Él no es tierno ni tímido en ningún sentido; en cambio, dirige mi camino con confianza excesiva.

Tras recorrer un par de cuadras, se detiene justo afuera de una cafetería.
—Ven —pide, apretando mi mano ligeramente.

Entramos al establecimiento y escogemos una mesa.
Esperamos hasta que nuestras bebidas llegan para comenzar a hablar.
—¿Por qué me has tomado de la mano?

—¿Por qué no me soltaste? —Arquea una ceja mientras sonríe.

Aprieto los labios y niego con la cabeza.
—¿Qué quieres?

—Mi intuición me dice que tenemos mucho en común. —Hace una pausa para beber un sorbo de su bebida fría—. Sentí una extraña sensación al ver el único tatuaje que adorna tu brazo. No sólo porque casualmente cubriera tu contador, sino porque yo también elegí un dragón para cubrir el mío.

—¿Podrías mostrarme?

Zacky asiente antes de quitarse la chamarra de cuero que viste y colgarla en el respaldo de la silla.
Después, extiende su brazo sobre la mesa.

Tomo la oportunidad para examinar todos y cada uno de los tatuajes que posee, dejando aquel en cuestión al último.

Tiene razón; no sólo tenemos la idea en común, sino que los colores y el diseño son casi idénticos.

—Dime si me equivoco, pero esto no puede ser una simple coincidencia.

El recuerdo de Baker repitiendo mi excusa inunda mi mente de la nada. Si bien quisiera seguir la corazonada que compartimos, sé que él no puede ser mi alma gemela.
—Seguro Brian también te hizo el tatuaje. Al principio no era tan creativo así que pudo repetir el diseño. Esto no prueba nada.

Él hace una mueca de disgusto mientras recoge su brazo y vuelve a beber de su frappuchino.
—¿Por qué me seguiste?

Suspiro.
Deslizo la cálida taza sobre la mesa, alejándola lo suficiente para recargar mis codos sobre la madera.
—Quería ver tu tatuaje.

—Ya lo viste, ¿por qué no te has ido? —insiste, haciendo nuestras bebidas a un lado junto con el servilletero e inclinándose hacia mí.

Niego con la cabeza mientras las palabras "no sé" se repiten en mi mente.
—Trato de convencerme de que el encontrar a alguien más cuyo contador haya llegado a cero es una casualidad —confieso, agachando la cabeza para intentar escapar de sus inclementes ojos verdes.

El silencio crece entre nosotros, pero el ruido del ambiente es incapaz de opacar el resto de la conversación.

—Yo... Yo nunca dije que mi contador había llegado a cero.

Su observación hace que levante el rostro.
Él sonríe y sus pupilas muestran un brillo que me eriza la piel.

—¿Qué quieres? —repito, esta vez con pánico evidente en mi voz.

Zacky cambia por completo su postura al recargarse en el respaldo de su silla.
—Sé mi alma gemela, aunque sea fingido. Necesito quitarme la presión de mis conocidos y sólo sería hasta que salga del colegio.

—Si accedo, tendría que fingir ser el amor de tu vida hasta que alguno de los dos muera. Paso.

—Cuando me gradúe me iré del país, pero siempre de mandaré lo que necesites para probar que seguimos juntos. Prometo que no habrá escándalos —afirma mientras extiende su mano hacia mí—. Además, me puedes pedir lo que sea a cambio; dinero, regalos, sexo...

Aclaro la garganta ante su oferta indiscreta.

—¿Disculpa?

Él ríe—. Vamos, no tienes nada qué perder. Después de todo, creo que nunca conoceremos a nuestras verdaderas almas gemelas.

Trago saliva.
Justo lo que ha dicho es la verdad de la que he tratado de huir por años.
El tono de su voz delata que le ha costado decirla, así que supongo es algo que podríamos reafirmar juntos.

Sin embargo, aún me inquieta la forma en la que me hace sentir con tan solo mirarme.

—Lo pensaré.

Soulmate | Zacky V ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora