Juego con el anillo que me regaló Zacky. Se supone que hoy llegaría de su viaje, pero no lo he visto en el campus.
Afortunadamente, nada más ocurrió mientras él no estaba. Camille le ha bajado tres rayitas a su estupidez y se ha limitado a simplemente mirarme con odio a la distancia. Mientras tanto, las clases han avanzado y ya estamos a sólo un fin de semana de iniciar temporada de exámenes, por lo que los estudiantes de mi carrera han organizado una fiesta hoy por la noche.
He considerado ir, sólo porque Amelia me lo ha pedido. Invité también a Astrid, pero ella me ha dicho que las fiestas no son del todo lo suyo.
La campana indica el final de la última clase. Sacudo la cabeza, colocando el anillo de vuelta en mi dedo para después guardar mis cosas dentro de mi mochila. Miro a mi izquierda. Me siento algo mal por no haber puesto atención durante todo el día, pero la pequeña sonrisa que me dedica mi mejor amiga me asegura de que ella me pondrá al corriente de lo que vimos cuando nos encontremos el sábado.
—¿No te ha mandado mensaje? —pregunta ella con algo de preocupación en su voz una vez que ha alistado sus cosas también.
Niego con la cabeza. Es obvio que no pude ocultar mi inquietud, incluso aunque no estoy del todo segura de por qué me ha afectado tanto—. ¿Debería llamarle? —Me doy cuenta de lo ridícula que sueno hasta que he terminado el cuestionamiento.
Astrid coloca su mano suavemente sobre mi hombro a modo de consuelo—. Si eso hará que estés tranquila y te la pases bien en la fiesta, házlo.
Presiono mis labios en una línea recta, pero descarto la idea de inmediato.
Ambas salimos del salón. Me despido de ella, puesto que debe irse con Matt, y después camino hacia la cafetería en busca de Amelia.
—¿Y bien? —Levanta una ceja y muestra una amplia sonrisa en cuanto me acerco a su grupo de amigas.
—Vamos —afirmo con algo de entusiasmo.
Esperaba pasar el día con Zacky, pero al parecer no llegará y no le preocupa lo suficiente avisarme.
Las chicas se levantan de la banca que ocupaban y todas caminamos hacia el estacionamiento. Me ofrezco a llevar a Amelia y a Ema a su casa, ellas aceptaron con gusto. Sin embargo, las tres nos detenemos en seco en cuanto salimos del edificio.
Ahí, en el lugar donde había dejado mi coche, se encuentra Zacky recargado en la parte de atrás de su camioneta. Aunque sonríe, parece algo molesto.
—Creo que mejor nos vemos en la fiesta —digo, disculpándome mil y un veces con las chicas.
A pesar de que estoy segura de que él no se molestaría en llevarlas a sus casas, siento que sería un momento demasiado incómodo para todos.
—Más te vale ir —amenaza Amelia, entendiendo la situación y apresurándose para ver si alcanza a Brooke antes de que ella se vaya.
Suspiro profundamente mientras las veo alejarse. Después, me lleno de valor para caminar hacia mi supuesta alma gemela.
—¿A dónde planeaban ir? —pregunta en tono serio sin moverse en lo absoluto. Sus brazos permanecen cruzados sobre su pecho y sus ojos fijos en los míos.
—No es nada —respondo sin ánimos, pasándolo de largo y subiendo al asiento del co-piloto.
Él niega con la cabeza, pero termina por subir al vehículo después de un corto periodo de tiempo—. Veo que te gustaron mis regalos, pero decidiste no usar mi camioneta, ¿por qué?
Termino de abrochar mi cinturón de seguridad aunque ahora crea que no nos moveremos en un buen rato.
—Porque es tuya. Además, gasta más gasolina.
—¿Y? —Su voz es desafiante, pero no ha subido el tono en lo absoluto.
—Estoy bien con mi coche, gracias por prestarla.
Zacky bufa, introduciendo la llave para encender el auto—. Te la regalé, de hecho.
—¿Qué? —pregunto con sorpresa y desconcierto, mirándolo de perfil mientras sale del lugar de estacionamiento.
—No tienes por qué preocuparte por la gasolina —añade sin responder en realidad.
Pongo los ojos en blanco. No importa lo mucho que le insista, sé que hará lo posible por cambiar de tema.
Decido encender el estéreo. Me quedo callada durante el resto del trayecto hasta que Baker pasa la calle que va hacia mi casa.— ¿A dónde vamos?
Él continúa sin responder a mis preguntas.
A menos que desee salir por la ventana en el primer semáforo en rojo que se nos cruce, no podré ir a la fiesta.
Saco mi celular y le mando un mensaje a Amelia. Aunque de esta forma conseguiré que no me reclame después, me siento mal por todas las mentiras que le escribo:
« Lo siento, Am. Zacky me preparó una sorpresa y, como no nos hemos visto en un tiempo, creo que será mejor que pase la tarde con él. Te quiero, diviértanse. »
-Nat
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Soulmate | Zacky V ✔️
Teen FictionSe supone que conocemos a nuestra alma gemela cuando el contador en nuestro antebrazo llega a cero. Para mi infortunio, el mío ha alcanzado esa cifra y nunca encontré al dichoso "amor de mi vida", así que supuse que jamás lo encontraría. He mantenid...