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—¿Esta es tu casa? —pregunto en cuanto bajamos del vehículo.

Zacky asiente mientras se acerca para tomar mi mano con firmeza—. Mis padres quieren conocerte.

El pánico aparece en cuanto su voz calla.

Jamás había tenido la necesidad de conocer a los padres de las personas con las que salía sólo porque nunca serían relaciones remotamente serias o formales. Todos los chicos que conocí querían únicamente divertirse un poco antes de encontrar a su alma gemela.

Aunque sabía que este momento llegaría tarde o temprano, aún temo al pensar en todos los escenarios negativos.

—¿Perdón? —logro a penas murmurar, plantando mis pies firmes en el piso.

Él detiene su caminata hacia la puerta principal, girando en su propio eje para verme de frente. Levanta su mano libre de manera lenta hasta sostener mi rostro con delicadeza, forzando a mis ojos de perderme en los suyos.

—Sé que cancelé la cena con tu familia por el viaje que hice, pero mis padres han hecho un espacio en su ocupada agenda para venir hoy —explica con algo de culpa mientras acaricia mi mejilla con su pulgar—. Ellos llegarán en un par de horas. Tienes suficiente tiempo para arreglarte, compré algunas cosas para ti y puedes elegir el atuendo que gustes.

Permito que la calidez en su mirada abrace mi cuerpo por completo. No hay rastro alguno del lado molesto y frío de Zacky; a pesar de que la firmeza en su voz continúa provocando irregularidades en mi ritmo cardiaco.

Asiento un par de veces con la cabeza, desviando la mirada justo antes de que mis ojos bajen hasta sus labios y no haya marcha atrás al seguir mi reprimido deseo.

Tras dedicarme una tierna sonrisa, Baker comienza a avanzar de nuevo. Esta vez sigue mi paso, dándome la oportunidad de prepararme mentalmente para lo que está por ocurrir.

Pronto nos encontramos dentro de su casa. Las paredes son altas y cuentan con adornos elegantes. Después de todas las atenciones que me ha dado Zacky, no esperaba menos de su familia. Me pregunto exactamente a qué se dedican sus padres mientras lo sigo hasta una amplia habitación en la primera planta.

—Este es mi cuarto, pero puedes arreglarte aquí. Conseguí ropa, zapatos y maquillaje —comenta, quedándose en la puerta mientras echo un vistazo a las prendas que, asumo, compró en cuanto regresó de su viaje—. Si necesitas algo más, llámame por teléfono; las paredes son muy gruesas y no te escucharía ni aunque gritaras. —Su voz adopta un tono bromista al final y la acompaña con una oscura sonrisa.

Regreso mi atención al par de vestidos que más me agradaron del pequeño armario, haciendo caso omiso a lo que sea que haya querido insinuar.

—Gracias —replico sin voltear a verlo.

Puedo sentir su dubitativa presencia durante un par de segundos más. Mis músculos se relajan hasta que escucho la puerta cerrarse a mi espalda.

Aprieto los labios e intento calmar el resto de mis sentidos.

Se supone que soy su alma gemela. No es como que puedan hacer algo contra eso... A menos que descubran nuestra mentira.

Sacudo la cabeza mientras me aferro al recuerdo de la mirada de Zacky con la esperanza de que pueda tranquilizarme de nuevo.

Mi mirada viaja hasta la ropa interior de todo tipo que se encuentra extendida sobre la cama. Por las etiquetas me doy cuenta de que Baker no estaba tan seguro de mi talla o gustos como cuando eligió el resto de prendas.

Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro sin que pueda evitarlo. Decido elegir la ropa interior de acuerdo al vestido que usaré y, después de tomar un par de zapatos a juego, me dirijo al baño para tomar una ducha.



*


Los ojos de Zacky brillan de manera más intensa en cuanto me ve salir de su habitación. No necesito escuchar palabra alguna para sentirme halagada; sin embargo, acepto su cumplido con una sonrisa.

Acepto que él también se ve bien con el traje oscuro que ha elegido.

—Estaba esperando a que salieras para elegir un moño que combinara con tu vestido. —Lo miro de reojo con curiosidad. El hecho de que un moño con tonos rojizos ya se encuentra acomodado en el cuello de su camisa me hace dudar de que sus palabras sean honestas. Él parece leer esa sospecha en mis ojos, así que se apresura a explicar—: Sabía que terminarías eligiendo ese vestido. O al menos eso esperaba.

Una sonrisa llena de satisfacción se traza en sus labios mientras guía mis pasos hacia la planta de abajo.

—Mis padres llegarán en 10 minutos. Sé que no tendrás problema alguno durante la cena, sólo recuerda creer en tu propia mentira para que no nos descubran.

Soulmate | Zacky V ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora