XXI

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Dije que no volvería a los días en que le di cero importancia al contador. Sin embargo, esto es distinto. Antes de que regresara a la ciudad solía salir con cualquiera que deseara tener una o dos noches de diversión antes de encontrar a su alma gemela. Fue así como cree el cuento de que el dragón en mi antebrazo cubría la causa de mi ansiedad.

Aunque parte de mí desea que hubiera elegido otra criatura mitológica como mi primer tatuaje, la otra parte agradece que ahora no esté del todo sola.

Si Zacky quiere que lo nuestro no sea nada más que una relación como las que suele hacer en los negocios de sus padres, que así sea. Aprovecharé lo que él tenga que ofrecer y no esperaré estar con él para siempre; aunque aún en el fondo desearía tenerlo como amigo.

Un par de golpes contra la puerta de mi habitación me sacan de mis pensamientos. Vuelvo a cerrar los ojos, como lo hice incontables veces durante la noche en intentos fallidos por dormir.

—Nat, sé que tal vez soy la última persona a la que quisieras ver, pero te traje algo —dice la persona desde el pasillo después de un momento de silencio. Esperaba que fuera cualquier persona menos el mismo Baker.

Son a penas las 8 de la mañana, ¿estará ebrio por la fiesta todavía? No, no. Su voz no suena alterada en lo absoluto; tiene ese usual tono que hace a cualquiera sentirse cómodo.

—Bueno, lo dejaré afuera de tu habitación. Por favor, dime si necesitas algo —concluye al notar que no pienso salir a verlo.

Escucho con atención sus pasos alejarse. Aunque muero por curiosidad, me apego al plan y espero hasta que me aseguro de que está lo suficientemente lejos para salir sin ser vista.

Logro escabullirme para tomar aquello que dejó en el pasillo y regresar a mi habitación en silencio. Coloco la mediana caja oscura sobre la desarreglada cama. Me pregunto con qué clase de joyería pretenderá comprarme mientras me siento al borde del colchón. Evidentemente, lo que se encuentra en el interior de la caja de madera me sorprende. Tomo con curiosidad el llavero con forma de dragón, inspeccionando cada detalle. Es claro que Zacky lo mandó a hacer, puesto que los colores y la forma coinciden con aquel que fue tatuado en su piel hace años.

Mi atención pronto se enfoca en las llaves que cuelga del aro metálico que la une al dije de dragón. Puedo concluir con facilidad que no me ha regalado otro vehículo. Sin embargo, me cuesta creer mi sospecha, así que me apresuro a buscar una nota dentro de la caja como las que Baker suele dejar con cada regalo.

« Ya casi es momento de comenzar a vivir juntos. Sólo necesito tu opinión para la decoración de nuestro nuevo hogar.
— Tu alma gemela. »


Mis ojos viajan de vuelta al juego de llaves que ahora descansa sobre las sábanas beige que cubren mi cama. Debía esperar que este día llegaría más pronto que tarde. Aunque no sé con exactitud cuánto tiempo transcurre para que dos almas gemelas comiencen a vivir bajo el mismo techo, ¿qué clase de pareja seríamos si viviéramos separados? Ah, cierto, una pareja falsa.

Froto mi rostro con ambas manos después de regresar la nota al interior de la caja. Seguramente Zacky ya se ha encargado de todo: del transporte de mis pertenencias, de decirle a mis padres, entre otras cosas. A pesar de ello, me siento algo extraña con la situación.

Quisiera llamarle a Baker, pero fingí estar dormida y sería algo extraño que justo despertara después de su efímera visita. Además, nunca me explicó por qué decidió que no asistiríamos al cumpleaños de su madre.

Debo mantenerme firme en la decisión que hice antes de ver el más reciente regalo que ha llegado a mi puerta: mi relación con Zachary es sólo para mejorar nuestra apariencia pública. Aunque vivamos juntos, él no será indispensable en mi vida; ni si quiera como una amistad.

Soulmate | Zacky V ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora