XXXVIII

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No he ido a muchas fiestas últimamente, pero definitivamente este no es el ambiente en el que me imaginé estar durante el cumpleaños de Anthony. Hay poca gente y la mayoría está tomando demasiado mientras juega cartas, beer pong o cualquier otro juego que se inventen conforme aumentan los grados de alcohol en sus sistemas.

Si bien nada de esto me incomoda, admitiré que no es en sí la imagen que tenía de Gilbert.
—Te ves muy linda —comenta al recibirme en la puerta, haciendo alusión a mi vestido turquesa que no es formal, pero sí crea algo de contraste con el resto de los invitados.

—Gracias. Feliz cumpleaños. —Le doy una parte de su regalo envuelto en papel dorado—. Espero te guste.

Bufa—. Podrías darme una piedra y yo la atesoraría toda mi vida. Siento un vuelco en mi estómago al escucharle. No dudo en tomar su mano y seguirle a la cocina—. ¿Gustas tomar algo?

Pido una cerveza y pronto bebo un sorbo de la fría botella de vidrio. Anthony me mira con una tierna sonrisa y le devuelvo el gesto.
—¿Quieres jugar beer pong? —Me recargo contra la barra que divide esta habitación de la sala.

Él considera mi oferta por un momento. Finalmente, responde—: De hecho, te estaba esperando para que iniciaran las rondas de karaoke.

Río sin poder evitarlo. Aún no estoy lo suficientemente tomada para cantar a todo pulmón en frente de completos desconocidos. Así que bebo grandes sorbos de la cerveza recién abierta antes de aceptar su contrapropuesta.

Regresamos a la sala, donde me presenta con algunos amigos mientras enciende el televisor y saca dos micrófonos de plástico mucho más grandes de lo normal.

Niego con la cabeza, pero la sonrisa no abandona mi rostro. Definitivamente extrañaba esa actitud fiestera. Me pregunto si Zacky fue alguna vez así; aunque no me lo imagino, si soy sincera. Su elegancia y seriedad es lo que lo hicieron diferente desde que lo conocí...

Bebo un poco más de cerveza al darme cuenta de lo que está pasando por mi mente. Nunca había pensado en Baker cuando estaba con Anthony y me maldigo en silencio porque decidí que ocurriera justo hoy.

—¿Lista? —cuestiona el cumpleañero, ofreciéndome uno de los micrófonos.

Dejo la botella de vidrio en la mesa al centro de la sala, junto a un plato que hace tiempo contenía gran cantidad de botanas, de las cuales sólo quedan residuos.

—Nací lista —bromeo, intentando que la sonrisa en mi rostro luzca tan genuina como cuando llegué.

Anthony ya ha elegido una canción y doy gracias al cielo que no la conozco en lo absoluto, puesto que me podré concentrar en la letra en la pantalla frente a mí y no le dejaré mucho espacio a mi mente para que divague.

—¿Quieres otra cerveza o algo de comer? —pregunta el anfitrión después de varias rondas de canciones con sus amigos.

No estoy borracha, pero definitivamente debo dejar de tomar para poder regresar a casa sin problemas.
—Estoy hambrienta —informó tras asistir.

Gilbert sonríe de manera amplia—. Acompáñame.

Tomo su mano nuevamente. Esta vez me pregunta sobre mi elección de pizza. Mientras se calienta, miro por la ventana hacia el pequeño jardín en la parte trasera de la casa.

—¿Vives solo? —pregunto para hacer algo de conversación. Sin embargo, la música y los gritos provenientes de la sala dificultan la comunicación.

Anthony hace un gesto con la mano antes de acercarse a mí—. Podemos comer en el jardín, si quieres. Hay menos ruido.

Muevo mi cabeza de arriba hacia abajo, indicándole que estoy de acuerdo con la propuesta. Entonces, me doy cuenta de que este puede ser el momento en que deba contarle el por qué le mandé mensaje en aquella aplicación en primer lugar.

Soulmate | Zacky V ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora