Soulmate | Zacky V ✔️

XXIII

«...yo sí me puedo ir de un día para otro. Sólo pídelo y lo haré.»

Sólo debería dejar de pensar en esto, ¿cierto? Suena fácil, pero no he podido dejar de pensar en esa oferta en todo el día. Es la opción mas coherente; si él no negó que sólo soy una pieza en su tablero de ajedrez, ¿por qué debería de importarme tanto?

Camino directo a mi habitación en cuanto regresamos de clases. Zacky y yo no nos hemos dirigido la palabra desde nuestra plática ayer. Aunque sé que la mejor opción es pedirle que me deje vivir mi vida, sé, también, que no tengo la fuerza para hacerlo.

Si lo intento, seguramente terminaré olvidando hasta quién soy tras adentrarme en el frío bosque de su mirada.

Un gran suspiro escapa de mis labios mientras dejo mis cosas en el piso junto a la puerta. Me recuesto sobre mi cama con una sola idea en mi mente: hace un par de años descubrí una aplicación para contactar a personas a las que no les importara relacionarse antes de conocer a su alma gemela. Si bien había dicho que nunca la usaría de nuevo, no puedo pensar en otra forma de sacarme a Baker de la cabeza.

Dejo la aplicación descargando en mi móvil mientras tomo una larga ducha. Debería repasar los temas vistos hoy en clase porque mi mente nunca estuvo atenta a las palabras de los profesores. Desafortunadamente, sé que aún aquí encontraré difícil la tarea de concentrarme; más aún sabiendo que el motivo de mi falta de concentración se encuentra en la habitación contigua.

Me visto con ropa cómoda al salir del baño y me apresuro a encender el televisor para dejar el ruido de fondo mientras navego por la familiar aplicación. No me toma mucho tiempo volver a armar mi perfil. Lo que sí es distinto a la última vez que la utilicé es que ahora hay mucha más gente interesada.

Esto puede ser por dos razones: o cada vez hay más gente con mentalidad abierta , o sólo es cuestión de ubicación y aquí hay mayor cantidad de jóvenes que quisieran salir o divertirse antes de que su contador llegue a ceros.

Decido ser un poco más selectiva con las personas con las que me emparejo dentro de la aplicación. En realidad, aún habiendo más variedad, me cuesta trabajo encontrar un perfil que en verdad me agrade hasta que me cruzo con el de un tal Anthony Gilbert.

No es sólo sus fotos lo que me llama la atención de él, porque he de aceptar que es bastante atractivo. Lo que me hace mirar su perfil una y otra vez es parte de la descripción que redactó:

«...Debí haber conocido a mi alma gemela el 12 de abril del 2017, pero supongo encontró a alguien mejor.»

Tras digerir el peso de esas palabras, no supe qué pensar. ¿Estará bromeando? Nunca había escuchado hablar de alguien que seguiría sin encontrar a su alma gemela aún después de que su contador haya llegado a cero y ahora en cuestión de meses encuentro a dos personas con un pasado similar al mío. ¿Qué clase de coincidencia es esta?

Seguramente Anthony bromea y, aunque ya está con su amor verdadero, desea conocer a más personas. No lo juzgaría; de hecho, creo que sería menos juzgado por eso que por aceptar abiertamente que es un fenómeno que se quedará solo de por vida.

Sin embargo, no puedo sólo desechar la posibilidad. Sólo hay una forma de poder salir de esta duda.

Mando la solicitud para comenzar a platicar por chat y dejo mi teléfono sobre mi cama antes de levantarme a buscar algo de comer.

El sonido de mi televisión evitó que escuchara que Zacky salió, esto sólo lo sé porque su abrigo no está en el respaldo del sofá, donde siempre suele dejarlo. Hago caso omiso, regañándome internamente por preguntar a dónde fue porque no debería importarme.

Al llegar a la cocina me doy cuenta de que Baker ha pedido comida a domicilio y hay un plato de comida china sólo para mí. Honestamente, pensé que sería difícil para él acostumbrarse a no tener trabajadores en la casa que hicieran las tareas domésticas, pero ha probado lo contrario.

De hecho, como él pasa menos tiempo en la escuela, soy yo la que no siempre se tiene que preocupar por limpiar la casa, lavar ropa o hacer de comer; aunque claro que lo hago cuando me es posible.

Una vez que he calentado mi comida en el microondas, regreso a mi habitación. En esta ocasión encuentro un post-it pegado por la parte de afuera de la puerta, lo cual me detiene antes de refugiarme en las únicas cuatro paredes que llamaría hogar en este departamento.

«Saldré el fin de semana, así que debo compensarte con algo grande. ;)

-Tu alma gemela, Zachary.»

Me parece irónico que ahora se vea en la necesidad de remarcar quién es mi alma gemela al poner su nombre en la parte final de la nota. Está de más, en definitiva.

Decido dejar el papel color azul pastel en donde se encuentra y continuar con mis actividades. Desafortunadamente, ni si quiera he terminado de comer el primer rollo primavera cuando los pensamientos sobre Baker vuelven a aparecer en mi mente.

¿Por qué dejar una nota y no simplemente decirme? Vivimos juntos, la comunicación ahora no debería ser tan complicada.

Una explicación podría ser que él es simplemente un romántico sin remedio, pero no la creo del todo. En cambio, opto por convencerme de que la siguiente explicación es la real; quiere que comparta este tipo de detalles para hacer nuestra relación más verídica. Después de todo, fue justo eso lo que hizo con el primer anillo que me regaló: esperó hasta que tuviéramos la mayor audiencia posible. 

Aunque no entiendo del todo por qué es tan importante hacerlo, decido mandarle una foto de la nota a Amelia. Sé que no solo me puede dar muy buenas ideas respecto a qué pedir como mi siguiente regalo, sino que es la persona adecuada para hacer que el detalle esté en la boca de todos en el colegio el día de mañana.