XVI

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Zacky y yo entramos a mi casa después de clases. Por alguna razón, mi madre insistió en invitarlo a comer lo antes posible, así que aquí estamos.

—No debiste haberlo invitado tan de prisa —susurra Audrey mientras me abraza, mostrando una amplia sonrisa al separarse de mí.

Quisiera preguntar por qué, pero supongo que es algo tarde. Mamá ya debe saber que hemos llegado, así que no puedo simplemente correr a Baker de la casa.

Sólo me queda continuar con la reunión y esperar que mi madre no tenga planeado algo tan malo como mi hermana lo ha hecho parecer.

Me mantengo alerta durante la comida, pero no hay comentario alguno por parte de los presentes que me haga sentir incómoda, así que decido relajarme en cuanto hemos llegado al postre.

Estoy sirviendo las raciones adecuadas de helado cuando veo a mi mamá escabullirse hacia la sala. Volteo a ver a Audrey de inmediato en signo de ayuda, pero ella simplemente se encoge de hombros.

—¿Estás bien? —susurra Zacky detrás de mí, ayudándome a sostener un pequeño tazón de vidrio.

Lo volteo a ver y asiento varias veces. Sin embargo, sé que la expresión en mi rostro denota el pánico que recorre mi cuerpo. No sé qué trama mi madre, pero estoy segura de que me dejará en ridículo.

Terminamos de repartir el postre antes de que mamá regrese con una caja mediana de madera.

Baker nota que mis músculos se tensan, así que intenta calmarme apretando mi mano ligeramente con la suya y sonriendo tiernamente.
Me concentro en mi helado, dando todo de mí para lograr ignorar la vergüenza que se aproxima.

—Aquí está lo que quería que vieran —anuncia mi mamá, mirando a Audrey con molestia al escucharla contener una risa. Ni si quiera tengo ánimos de preguntar, así que continúo comiendo como si nada estuviera pasando—. Obviamente es algo muy personal para Nat y ni si quiera yo lo he leído todo, así que los dejaremos solos para que lo vean.

Dicho esto, mi mamá se lleva a Audrey de la mano y suben juntas las escaleras, cada una con su plato con helado.
Dejo salir una gran bocanada de aire en señal de alivio. Al menos no me obligarán a ver lo que hay dentro de esa caja... Aunque creo que hay alguien más que sí lo hará.

Me apresuro a tomar la caja entre mis manos.
—No —digo con firmeza, anticipándome a las palabras de Baker.

Él ríe al ver la desesperación por mantener el contenido en secreto.
—¿Al menos sabes qué hay dentro? —pregunta arqueando una ceja. No hace intento por pararse, al contrario, toma un poco de helado de su plato y lleva la cuchara a su boca con tranquilidad.

Dudo por un segundo y eso es suficiente para que mi acompañante quiera insistir aún más—. No quiero que lo veas.

Zacky pone los ojos en blanco y, finalmente, abandona su postre sobre la mesa—. Sé que paso el ochenta por ciento del tiempo burlándome de ti, pero no creo que eso sea tan vergonzoso.

Frunzo el ceño. Pensé que soltaría algún comentario idiota, pero ha sido bastante decente.
—Igual preferiría que no lo vieras —repito, colocando mis dos manos sobre la tapa y arrastrando la caja un poco más cerca de mí.

Él sonríe nuevamente y niega con la cabeza—. Ve primero qué es y luego decides si me lo quieres mostrar o no, ¿de acuerdo?

Lo miro con sospecha, pero decido confiar en él. Después de todo. Es seguro que no dejará de molestarme hasta saber qué demonios hay dentro de esta caja.
—Voltéate.

Mi acompañante hace lo que le pido sin dudarlo. Espero hasta que voltee su silla hacia el lado contrario de donde me encuentro, asegurándome de cierta forma que no hará trampa.

Soulmate | Zacky V ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora