Capítulo 6.

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Dejó su móvil a un lado de la mesa y optó por seguir trabajando en la recopilación de las cuentas y observando algunos perfiles que posiblemente podrían estar en la empresa. Tenía que adelantar muchas cosas tras haberse ido durante un mes completo. Rodó los ojos cuando vio a Amanda cruzar por la puerta principal de su oficina, traía aquella sonrisa que por mas que la viera le iba a ocasionar fastidio.

-¿Qué quieres?- preguntó pasando sus manos por sus ojos para quitar la pesades que sentía al verla y a causa del trabajo también. -estoy algo ocupado- comentó con fastidio.

-Tengo que ver si mi jefe está cumpliendo su labor- comentó ella echando su cabello hacia atrás dejando a la vista parte de sus senos por culpa de la camisa la cual no se encontraba bien; odiaba ver a esa mujer.

-Dije que estoy algo ocupado. Ahora no estoy para juegos y menos para tus coqueteos, soy un hombre casado- comentó Jimin tratando de tranquilizar las ganas de querer gritarla.

-¡¿Yo?!- puso sus manos en el pecho fingiendo impresión. -¡¿Coquetear?! ¡¿A ti?!- Jimin dejó de hacer su labor y esta vez si se atrevió a mirarla, su paciencia se estaba acabando y ganas de gritarla no le faltaban.

-Sí, ¿acaso piensas qué no me doy cuenta?- preguntó Jimin con fastidio. -Llevas casi un minuto intentando ser coqueta conmigo, sabes que eso no va a funcionar, te repito que estoy casado con____.

-¡Nunca hice eso!- se excuso quedando frente a él. -no sería capaz de eso- puso sus manos al lado de su cadera mostrando autoridad y quizá enojo lo cuan hizo que Jimin sólo riera tras verla así, una simple estúpida, pensó.

-No quiero tener una pelea contigo así que lo mejor que debes hacer es irte de mi oficina antes de que yo lo haga-.

-Entonces hazlo- se cruzó de brazos y le dio una mirada desafiante. -sácame de tu oficina.

-No soy un hombre de juegos, vete de mi oficina- habló Jimin ignorando las últimas palabras que dijo Amanda.

-¡Quiero que tú me saques- respondió ella.

-¿Quieres qué te saque a las malas? Amanda- preguntó con el mismo tono que empleaba ella al hablar, al parecer había entendido su picardía.

-Me gusta a las malas- lamió su labio inferior meciendo su cuerpo de lado a lado.

-Sabes....- habló Jimin levantandose. -A mi también me gusta sacar a las mujeres a las malas, me gusta- Amanda sonrió. -Lo malo es que eso lo puedo hacer con mi mujer y no tengo la necesidad de hacerlo con una ofrecida como tú- escupió sin problema alguno valiéndole mil hectáreas de verga sí Amanda se enojaba o no. -Vete- ordenó Jimin de mala gana.

-¿Me estás diciendo qué soy una perra?- ofendida preguntó ella.

-Sí, una ofrecida perra. Si no te vas...enserio que te trataré de la peor manera, no quiero verte así que es mejor que te vayas.

-¿Interrumpo algo?- preguntó_____haciendo presencia en la oficina llamando la atención de ambos. -¡Hola amor!- dio un beso en los labios de Jimin haciéndole entender a la mujer que estaba frente a sus ojos que aquel hombre era suyo y que ya tenía varias marcas lo cual lo comprobaba. -¿Pasa algo, cariño?- interrogó la castaña viendo a Amanda de pies a cabeza.

-Hablaba con Amanda de que ella ya tenía que irse- comentó Jimin tomando a____de la cintura.

-Creo que lo oíste bien, a menos de que seas sorda. ¡Vete!- ordenó____con autoridad. Amanda la observó y abandonó la oficina sintiéndose todo lo que había dicho Jimin antes de que la castaña llegara. El pelinegro pudo descansar y sentir ese gran alivio al no tenerla más en su oficina, de todos modos, así son todos los días.

-¿Qué hacía ella acá?- los celos de inmediato se vieron presentes, caminó hacia la ventana que había en el fondo de la sala y la abrió dejando que entrara el aire puro, su esposo se veía supremamente cansado, su rostro y manera de caminar lo decía todo.

-Venía a molestar, como siempre- rodó los ojos y tomó asiento en su silla. -Y tu, ¿qué haces por acá?- preguntó Jimin.

-Quería ver a mi esposo, me sentía algo sola en casa- comentó ella viendo como Jimin volvía a trabajar en aquella pila de papeles. -¿Necesitas ayuda, cielo?

-No, amor. Estoy bien, no te preocupes- Jimin hizo tronar su cuello para cerrar los ojos. -De hecho sí, necesito tu ayuda- se levantó y la tomó de la cintura haciendo que se pegara más a su canto. -un masaje tuyo no estaría mal. Mi cuerpo está muy tensionado- susurró en el oído de su esposa haciendo efecto por el gran escalofrío que sintió pasar por toda su espina dorsal.

-Entonces cuando llegues a casa te daré muchos masajes para que ya estés mejor, ¿te parece?- preguntó mientras jugaba con su corbata color vini tinto.

-Los quiero ya- apretó sus nalgas y besó sus labios. Aquel Jimin carnal estaba saliendo.

-Estamos en el trabajo- susurró ella. -En la casa podemos hacer más cosas- lamió su pómulo.

-Tengo muchas ganas de follarte, ¿acaso eso es normal?- preguntó Jimin con una sonrisa coqueta.

-En ti sí lo es- bromeó la castaña dando un casto beso sobre los labios del pelinegro. Jimin se acercó lentamente hasta sentir la respiración de_____chocar contra su mejilla; aquel olor a menta fresca le gustaba. Entre besos caminaron hasta la mesa de trabajo en la cual Jimin se encontraba enfocado, con cuidado la dejo sobre ella y como siempre besó su cuello de una manera carnal. Adoraba ver las marcas de territorio sobre ella.

-Jimin, acá no- susurró ella cerrando los ojos por el placer que solamente sentía tan solo con los labios.

-Cállate- ordenó Jimin haciendo que esta mantuviera silencio con un beso. -Quiero estar dentro de ti- apretó uno de sus senos. El móvil del susodicho empezó a sonar haciendo que_____se separara.

-Contesta- habló la castaña limpiando la comisura de sus labios.

-No- respondió el volviendo a tomar el dominio de sus labios. Ambos decidieron seguir pero una vez más aquel sonido hacía que_____se alejase.

-Debe ser importante- comentó ella fingiendo con sus manos un abanico. El calor era impresionante y más cuando estaba cerca de Park Jimin. Por segunda vez el móvil dejó de sonar y Jimin tras querer acercar sus labios volvió una vez más.

-¡Qué mierda!- gritó Jimin. -Estoy ocupado, joder.

-No me grites- desde la otra línea escuchó a Yuno. Hace tiempos que no escuchaba la voz chillona y fastidiosa de su hermana mayor.

-Habla de una vez- ordenó Jimin.

-Ven rápido, algo malo está pasando-____sólo miraba como Jimin empezaba a estresarse caminando de un lado hacia otro.

-¿Mamá?- preguntó.

-No, Jung- y fue ahí cuando toda cosa se le olvidó. Sin decir palabra alguna finalizó la llamada y tomó el brazo de_____haciendo que se levantará de golpe.

-¡Me puedes decir a donde vamos!- habló ella siguiendo el paso de Jimin que le resultaba algo difícil.

-A casa de mamá- respondió.

-¿A qué?- volvió a preguntar.

-No preguntes y sólo camina- su semblante estaba serio y la preocupación en su rostro era notoria. Su pequeño Jung estaba pasando algo malo y desconocía el motivo.

#3 ¿quieres jugar? ©park jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora