#3 ¿quieres jugar? ©park jimin.

Capítulo 45.

Y aunque no quería creerlo le tocaba por más duro que sea para él. Una semana exacta llevaba sin hablar con_____y para agregar a la lista, había decidido irse a la casa de su madre junto con sus hijos, dejando a Jimin solo sin compañía alguna. Nunca antes había pasado por una situación así, y es que ella tenía razón, nuevamente la codicia y el engaño se apoderaban de él haciendo que cometiera actos impuros.

Bajó del auto y caminó unos cuantos pasos para llegar a la puerta, suspiró y esta fue abierta a los segundos por la bella figura de Hani quien no dejaba de sonreír al ver a su padre, Lilly al escuchar a su hermana hizo el mismo acto que ella seguido de Jung quien lo llenaba de besos por todo el rostro. Su madre no se encontraba en casa y era algo que agradecer, haría todo el intento posible para hacer que la castaña le dirija si quiera la cara.

-¿Cuándo podemos ir a casa?- pregunta Hani con voz dulce tomando asiento en el canto de su padre.

-Antes que nada, ¿dónde está mamá?- Jimin bajó a la pequeña y caminó hacia las escaleras. -En cuanto a volver, será pronto- decidido subió hasta llegar a la habitación de su madre, donde_____se encontraba viendo la televisión.

-Pensé que estarías feliz de verme- entra sin pedir permiso y se sienta en la orilla de la cama pero ella simplemente lo mira y no responde. -Los niños aún no dejan de preguntar cuándo volverán a casa- comenta Jimin.

-Ellos querían pasar tiempo contigo, al parecer solo eres bueno en sacarle sonrisas a ellos- pero ese comentario no le agrada para nada a Jimin y hace que apague la televisión, llamando toda la atención de_____tal y como él quería.

-¿De verdad quieres hacer esto?- preguntó Jimin algo molesto. -Te pedí varias veces perdón, me duele estar así contigo, no me puedo imaginar que duermes sola en esta cama. Entiendo que debes estar enojada pero también tienes que entender que te necesito en mi vida- tomó su mano y la besa viéndole a los ojos, haciendo ese contacto visual que tanto necesitaba.

-Quiero que vuelvas con ellos a las seis, tu madre los espera para la comida- ignora las caricias de Jimin y se levanta de la cama para verse en el espejo de cuerpo.

-¿A dónde vas?- preguntó el pelinegro al ver que______tomaba su bolso y las llaves de la casa mientras aplicaba algo de colonia sobre su cuello y muñecas.

-Resulta que no me puedo quedar sola en casa, también puedo hacer de mis cosas- respondió ella bajando las escaleras.

Los tres pequeños al ver a sus padres no dudaron en colocar su mejor sonrisa y actuar como si nada malo estuviera pasando en la familia Park. Minie sale del patio y comienza a batir su cola mientras ve a Jimin y se para en dos patas esperando ser acariciado. Esta vez irían al parque de diversiones por la petición de Lilly quien llevaba días rogando con todas sus fuerzas visitarlo para así poder montar aquella montaña rusa que siempre ve por los comerciales de la televisión.

-¡Deberías venir con nosotros!- grita Lilly abrazando los pies de su madre. -Papá prometió que esta vez saldrás con nosotros.

-Hoy vamos a ir caminando, es mucho mejor cuando caminas- pero decir eso fue una mala idea, los tres pequeños hacían con sus labios pequeñas curvas reclamando que querían ir en carro tras ser unos perezosos al igual que su padre.

Jimin abrió la puerta y todos salieron de la casa, la tarde era espectacular para estar acostado en el pasto mientras los rayos de sol tocaban su rostro dejándolo cada vez de un color más oscuro.

-Te guste o no tomaré de tu mano porque eres mi esposa- comenta tras haberle tomado de la mano.

-¿Podemos comer un helado? Morimos de hambre- Hani toca su estómago y ríe tras escucharlo rugir.

-Comeremos helado en cuanto llenemos al parque de diversiones- respondió Jimin sonriendo. -Mamá y yo estamos hablando, así que...tres pasos más adelante de nosotros- obedecen y entre ellos mismos empiezan a hablar en la oreja de cada uno.

La mirada de Jimin se pierde en el marrón de los ojos de_____tratando de descifrar lo que tramaba detrás de aquella faceta tan cortante que ha mantenido durante esa largo semana que le ha estado jodiendo hasta lo huevos. Los tres niños van más adelante, dándoles privacidad a los mayores quienes necesitaban hablar, al menos Jimin.

-Me gusta la forma en que te enojas- Jimin mete sus manos en los bolsillos de su pantalón y la mira con una sonrisa burlesca.

-Fue lo que buscaste con tus actos- y aunque ella quiera reír no lo hace, mantenerse firme es algo que quiere por unos días más. Estaba enojada, por supuesto, pero quería darle también un pequeño susto a su esposo.

-Esta noche te quedas en nuestra casa, cenamos en la casa de mi madre y te vas conmigo- susurró en su oído tomándole de la cintura pero ella rápidamente quita la mano de Jimin.

-¿Qué si no lo hago?- pregunta moviendo su cabeza de lado a lado como si fuese una niña pequeña de cinco años. -¿Qué harás? ¿matarme?- habló sobre sus labios, siendo esta vez coqueta.

-¿Te gusta la idea de tener sexo toda la noche?